☆ Capítulo 9

62 11 1
                                    

El restaurante comenzó a funcionar de nuevo un día martes. Los ánimos poco a poco empezaron a mejorar y, aunque nadie parecía querer mencionarlo, era imposible no verlo en cada maldito detalle del lugar. Era imposible no quedarme esperando como idiota a que él cruzara las puertas para pedirme que cenara con él. Era imposible no buscar su auto plateado en el estacionamiento y sentir un nudo en el estómago al no encontrarlo ahí. Imposible no encerrarme en el baño un par de veces al día para soltar alguna lágrima mientras mi mente me recordaba que él ya no estaba aquí.



Minho se presenta el día viernes. Este día me toca el turno de tarde, así que me cuestiono en el camino si es buena idea acercarme por mi cuenta a presentarme. Pero parece que eso no será necesario.

–Minnie –me llama Hannah cuando cruzo frente a la oficina para dirigirme a mi puesto de trabajo–, ven un momento por favor.

–Oh. Hola, Hanna –la saludo con un abrazo que ella no duda en devolver.

–Minnie, este es Minho –dice mientras dirige su mirada hacia el chico que se mantiene sentado detrás del escritorio–. ¿Mi hermano alguna vez te habló de él?

Para este momento estoy bastante seguro que mi amiga se ha enterado de lo que había sucedido entre su hermano y yo, así que no le encuentro el sentido a intentar fingir al respecto.

–Si, lo hizo. Mucho gusto –le dirijo una pequeña reverencia–. Soy Kim Seungmin.

–Así que tú eres Seungmin –dice mientras se levanta y camina hacia mí–. Es un gusto, Seungmin –me ofrece la mano, la cual tomo después de un par de segundos–. Mi nombre es Lee Minho.

°
°

La tarde es bastante tranquila. La noche por su parte se ha llenado de movimiento. Mis amigos y yo hacemos lo mejor para que cada cliente se retire con una sonrisa en el rostro.

Cuando el turno ha llegado a su fin, Jeongin se acerca a mí y se cuelga de mi brazo.

–¿Vendrás con nosotros, Seungmin?

Las salidas de los viernes, me había olvidado de eso. Supongo que ahora realmente todos están listos para seguir adelante.

–No lo sé, Innie. Realmente no estoy de ánimos.

–Pero nunca lo estás. Tal vez sería buena idea distraerte un poco, ¿no lo crees?

–Vamos, Seungmin. No lo pienses demasiado –Felix se une al intento de Jeongin para hacerme aceptar, y tal vez si no hubiera usado justo esas palabras habría podido convencerme.

–Lo siento, chicos. Tal vez la próxima vez.



Otra semana llega a su fin. Minho realmente se ha logrado adaptar bastante rápido al ambiente del restaurante y Hannah tenía razón al decir que estaba al tanto de toda la cuestión administrativa del lugar. Entre él y Hannah parecen formar un gran equipo, y por supuesto, Changbin también ha empezado a unirse poco a poco a ellos.

Al fin he empezado a sentirme en paz con mis sentimientos. La culpa y los arrepentimientos se han quedado poco a poco en el pasado. Aún me siento un poco triste de vez en cuando, pero la necesidad de encerrarme a llorar también se ha estado desvaneciendo. Sin embargo, aún no he podido escuchar de nuevo a Pink y también he empezado a pensar de nuevo en excusas estúpidas para librarme de las salidas de los viernes, pero no han hecho falta. Al parecer los chicos han entendido, al fin, mi postura al respecto por lo cual han prometido no volver a insistir hasta que a mí me apetezca acompañarlos por mi propia cuenta. Suerte con eso.



Es domingo y me encuentro guardando algunas cosas en mi mochila cuando escucho la voz de Minho detrás de mí.

–Entonces –dice mientras me giro hacia él–, mañana es tu cumpleaños, ¿cierto?

–¿Cómo sabes eso?

Repaso mentalmente si había compartido esa información con alguien del restaurante además de Hannah. En realidad nunca he sido un aficionado de celebrar mis cumpleaños. En el pasado solía compartirlos solamente con mi familia y a veces con Hannah, y bueno, con Hyunjin cuando él comenzó a ser parte de mi vida. Pero justo ahora no me apetece para nada pensar al respecto.

–¿Te lo ha dicho Hannah? –pregunto cuando no responde a mi primera pregunta.

–En realidad –dice mientras saca un teléfono del bolsillo de su pantalón– lo he visto aquí.

Lo miro un poco confundido mientras él mira algunos segundos en el teléfono y, cuando al fin encuentra lo que sea que buscaba, lo dirije hacia mí para dejarme ver la pantalla. El teléfono está abierto en la aplicación del calendario. Me acerco un poco para mirar mejor y me fijo que, justo en el día 22 de septiembre, hay una nota que simplemente dice Seungmin junto a un emoticón de pastel. Sigo sin entender hasta que él habla de nuevo.

–Era el teléfono de Chris. Hannah ha insistido en que me quedara con el.

Entonces siento una presión en el pecho. Siento mi vista comenzar a nublarse. Minho guarda el teléfono de nuevo y se acerca más a mí. Me quedo simplemente de pie mientras él presiona suavemente una de sus manos sobre mis mejillas, limpiando las pequeñas lágrimas que comenzaron a salir sin haberme dado cuenta.

Después de unos minutos, cuando al fin me he calmado, él se aleja de mí y la vergüenza comienza a hacerse presente.

–Lo siento, Minho.

–Está bien, Seungmin. Yo también lo extraño –su semblante parece entristecerse durante un momento, pero intenta recomponerse antes de volver a hablar–. ¿Qué vas a hacer entonces? ¿Tienes algún plan?

Agradezco que no mencione la palabra celebrar, porque honestamente no creo que haya nada por lo cual debería hacer algo así.

–De hecho, estaba pensando visitarlo –había considerado la idea durante los últimos días–. Mañana se cumple un mes.

–Lo sé, estaba pensando hacer lo mismo. Podríamos hacerlo juntos.

–Eso estaría bien.

Me despido de él después de dejarle mi número de teléfono y salgo del restaurante para conseguir un taxi.



La visita fue un poco extraña al principio. En realidad, ni siquiera sabía dónde encontrarlo. Supongo que al final ha sido buena idea haber aceptado venir con Minho.

Cuando al fin lo tengo de frente me quito el collar plateado que siempre llevo conmigo. Es una especie de amuleto para mí, así que no lo pienso demasiado cuando lo coloco a un lado de su foto mientras le hablo en voz suave.

–Hola, Chris. Todos te extrañamos, lo sabes ¿cierto? Pero el restaurante ha ido muy bien. Hannah, Minho y Changbin lo están haciendo realmente bien, así que no te preocupes por eso ¿de acuerdo? ¿Sabes que es eso? –pregunto mientras señalo el fino collar– Es algo muy importante para mí, así que por favor aceptalo. Mi corazón estará tranquilo si sabe que ahora te pertenece a ti –suspiro pesadamente antes de continuar–. Yo también estoy bien, lo prometo. Incluso he empezado a hacer un poco de ejercicio en casa cuando tengo tiempo libre. También he estado pensando en tomar algunos cursos. ¿Crees que el baile se me daría bien? Probablemente no –sonrío–. ¿Has visto lo descordinados que son mis pies? –suelto una pequeña risa– ¿que te parece si mejor lo intento con el canto? Una vez dijiste que te gustaba mi voz, tal vez debería empezar a considerarlo seriamente. Todos estamos bien por aquí, así que por favor descansa, ¿de acuerdo? Y sé que nunca te lo dije, pero te quiero Christopher. Siempre lo voy a hacer.

A true love for MinnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora