☆ Capítulo 22 ☆

68 6 2
                                    

-Chicos -la voz de Hannah llega a mí como un susurro lejano, pero intento ignorarlo -. Oigan, realmente estoy muy feliz por ustedes -su voz comienza a hacerse más fuerte a mi lado-, pero no creen que deberían dejar esto para... ehm, ¿cuando estén solos?

Mierda, me aparto de los labios de Minho y me doy cuenta que mis amigos están de pie demasiado cerca de nosotros, todos sonriendo estúpidamente mientras mi rostro comienza a calentarse. Escucho la pequeña risa de Minho antes de sentir que me rodea la cintura con un brazo y me acerca a su cuerpo. Presiona un suave beso sobre mis labios antes de hablar.

-No le hagas caso, amor. Simplemente está celosa.

-¡Por supuesto que no! -grita mi amiga- Además Jeonginnie acaba de invitarme a una cita -suelta lo que aparentemente no planeaba decir tan pronto porque se cubre la boca con ambas manos.

Todas las miradas se posan ahora sobre Jeongin, quien sonríe luciendo un poco tímido de repente.

-Oh, vaya -dice Minho manteniéndome a su lado-. ¿Nuestro pequeño Innie sabe en lo que se está metiendo?

-¡Yaaah! -grita de nuevo mi amiga acercandose peligrosamente hacia nosotros, Minho se mantiene con una enorme sonrisa en el rostro- El hecho de que hayas puesto las manos encima de mi Minnie no significa que no pueda golpearte, Lee Minho. Recuerda que yo también he tomado clases de box.

-Oigan, realmente estoy disfrutando esto -interrumpe Felix-, pero ¿no se están olvidando de algo? -pregunta mientras señala la pantalla de la televisión que marca 15 minutos después de las 12.

Después de algunos minutos entre abrazos, felicitaciones y buenos deseos para el año que comienza, Hannah decide hacer un brindis. Todos nos reunimos en la terraza, incluso aquellos chicos de cocina y bar que también se unieron a nosotros esta noche, los músicos continúan tocando alguna canción suave que no logro reconocer.

-¡Por un 2015 lleno de amor y cosas buenas para todos! -dice alegremente Hannah.

°
°

-¿Quieres pasar? -le pregunto a Minho cuando llegamos a la puerta de mi departamento.

-Es tarde, cariño. Necesitas descansar -responde mientras lleva una de sus manos a mi rostro, me acaricia la mejilla y se detiene algunos segundos rozando mis labios con su pulgar.

-¿Nos vemos más tarde? -pregunto ahora, después de soltar un suspiro, sus dedos causandome una serie de paros respiratorios.

-Por supuesto. ¿Quieres hacer algo en especial? -su mano se aparta, pero la lleva a mi cintura y la deja ahí mientras me mira a los ojos.

-Estar contigo -suelto y me sorprende lo fácil que es admitir en voz alta cualquier cosa cuando estoy junto a él. Lo veo sonreír antes de llevar la otra mano a mi cuello y acercar mi cuerpo al suyo.

-Eso es fácil. Puedo hacerlo todos los días.

Después de una serie de besos en el pasillo del edificio a las 5 de la mañana, Minho al fin me libera de sus manos para dejar un último beso sobre mi frente y despedirse.



-Ayer fue noche de chicas -le digo a mi madre cuando la veo cruzar las puertas del restaurante un miércoles por la tarde.

-¿De qué hablas, cielo? Simplemente estaba cerca del lugar y decidí pasar a saludar -me da un abrazo rápido antes de dirigirse al bar para pedir una limonada- ¿Dónde está el apuesto Minho?

-¿Has venido a saludarlo a él o a mí? -pregunto en medio de una risa. Mi madre es tan obvia algunas veces.

-Bueno, estoy segura que incluso a él le daría más gusto verme que a ti.

-¡Mamá! Sabes que te adoro y me encanta verte -la abrazo para calmarla-. Es solo que me parece raro que de repente te aparezcas por aquí. Ya casi cumplo un año en este lugar y antes no habías mostrado tanto interés como ahora.

-Oh, ahí está -suelta de pronto, al parecer ignorando completamente lo que estaba diciéndole- ¡Minho! -le llama levantando una mano. Él camina hacia nosotros con una pequeña sonrisa en el rostro.

-Señora Kim -saluda con una pequeña reverencia antes de tomar la mano que mi madre le ofrece-. Es un gusto verla de nuevo.

-Deja de llamarme señora, me haces sentir como una anciana -dice cuando lo suelta y se acomoda de nuevo en su asiento frente a la barra- ¿Por qué no mejor me llamas madre desde ahora?

La manera en que dice eso y la sonrisa en sus labios me hace sentir un poco nervioso de repente. No es que estuviera ocultándole mi relación con Minho, simplemente no había tenido la oportunidad de hablar con ella al respecto. Bueno, tal vez si lo he estado evitando un poco, pero teniendo en cuenta lo encantada que había estado con él desde el primer momento sabía que se pondría bastante intensa al enterarse y simplemente quería disfrutar un poco de él antes de que ella quisiera robarme su atención.

-Por cierto... bonito collar, cielo -dice señalando mi cuello donde el collar que me regaló Minho cuelga alegremente-. ¿Te lo ha dado tu novio? -pregunta con una nueva sonrisa y mi mirada se dirige inmediatamente a Minho.

-Yo no fui -me dice sonriendo y levantando ambas manos-, lo prometo.

Antes de decir cualquier cosa miro a Hannah a la distancia, está saliendo del área de cocina, caminando distraidamente con el teléfono en sus manos. La fulmino con la mirada hasta que parece darse cuenta porque levanta el rostro y se encuentra con mis ojos puestos sobre ella. Intenta dar la vuelta para regresar a la cocina, pero no pienso dejar que se escape ahora.

-¡Hannah Bang! -la llamo elevando un poco el tono de mi voz, pero no lo suficiente para perturbar la paz de los clientes que tenemos. La veo detenerse en el acto y después de algunos segundos sin moverse comienza a caminar hacia nosotros.

-Mierda -la escucho murmurar entre dientes, pero mantiene una sonrisa en el rostro mientras camina directo a mi madre-. Señora Kim, que sorpresa tan agradable tenerla de nuevo por aquí.

-Cielo -dice mi madre mientras la abraza-, creo que nuestro Minnie ya se ha dado cuenta.

-Bien -dice mi amiga cuando se suelta del abrazo-, lo acepto, fui yo quien le dijo a tu madre sobre ustedes. Pero no puedes culparme, Minnie. Estaba demasiado emocionada y un día ella llamó y estuvimos platicando un rato, tal vez por accidente hablé un poco de más, pero entonces fue demasiado tarde para retractarme y simplemente lo admiti.

Mi amiga me mantiene la mirada algunos segundos antes de acobardarse lo suficiente para desviarla hacia el piso. Sonrío y me acerco para envolverla en un abrazo, jamás podría enojarme con ella.

-Eres una pequeña habladora -digo mientras le doy un beso en la frente y ella sonríe enormemente.

-¿Entonces es cierto? -pregunta mi madre llamando mi atención.

Suelto a Hannah y me acerco a Minho para tomarlo de la mano, él me sonríe y presiona sus dedos entrelazandolos con los míos.

-Es cierto, mamá. Minho y yo somos novios, desde hace algunas semanas.

El grito de mi madre definitivamente sobresalta a los clientes más cercanos a nosotros, incluso a mis amigos aunque se han mantenido con un ojo sobre nosotros todo el tiempo.

-Oh, eso es increíble -se levanta para abrazarnos a los dos al mismo tiempo- Estoy tan feliz.

-Gracias, madre -dice Minho cuando mi madre nos suelta y estoy seguro que ella está apunto de gritar de nuevo por lo cual me cuelgo de su brazo para sacarla de su aturdimiento-. Le prometo cuidar y amar a su hijo como lo merece.

El aturdimiento de mi madre parece llegar hasta mi después de que Minho dice esas palabras, pero ahora es ella quien logra volverme a la realidad.

-Estoy segura de que así será, querido. Oh, por cierto -menciona cuando parece haber recordado algo de repente-. Tienes que visitarme pronto, aún estoy deseando que me enseñes la receta de ese delicioso postre del que me hablaste antes.

Por supuesto, lo sabía.

A true love for MinnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora