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cincuenta y siete

Ante la aguda respuesta de Chenle, Jisung también se mantuvo nervioso. Zhong Chenle, que agarró con fuerza el rastrillo, parecía que saldría corriendo de este establo y desaparecería de su vista en un instante.

Y Jisung ahora sabe que Zhong Chenle es una persona capaz de hacer eso.

Respiró profundamente. Ya era demasiado tarde, pero no podría volver a hacerlo si no era ahora.

“Lo siento”.

Incluso si volvía a desaparecer ante sus ojos, tenía que decir esto.

“Lo siento, Sr. Zhong Chenle…”

Vertió una sílaba a la vez con el mayor énfasis que pudo. Esperaba que con eso Zhong Chenle al menos pudiera reconocer su dolor. El cómo ha estado como un loco buscándolo, lo angustiado que ha estado y lo arrepentido que estaba……

La cara de Zhong Chenle estaba distorsionada. Jisung estaba avergonzado. No parecía ser una buena señal.

“…Eso es gracioso”.

El rostro de Zhong Chenle, que estaba sonriendo maliciosamente, estaba distorsionado como por el veneno de una serpiente.

“¿Disculpa? ¿Perdón?”

Jisung se dio cuenta sólo entonces. Zhong Chenle ahora lo estaba despreciando.

“Si iba a hacerlo, debería haberlo hecho antes de arruinar mi vida. ¿Y ahora qué? ¿Ahora que me encuentra escondido pero viviendo tranquilamente viene con arrepentimientos? Debería haber dicho eso al menos antes de meterme en ese maldito hotel, no, antes de haberme dado esa maldita píldora para follarme, ¡joder!”

Chenle, que se quedó sin aliento al escupir sus palabras, jadeó y respiró. Jisung estaba más preocupado por su pequeña e hilarante figura que por las palabras que decía o la mirada venenosa que le dirigía. ¿Qué pasa si se desmaya de nuevo?

“Zhong Chenle, por favor, cálmate un momento…”

“¡Maldita sea, cálmate tú, hijo de puta!”

No pudo acercarse a él incluso después de ver cómo ese impulso emergió de su pequeño cuerpo y gritó en voz alta.

Chenle respiró hondo por sí mismo, luego movió el rastrillo a la otra mano y lo agarró. Su cara de enfado se calmó.

“No se disculpe por haberme arruinado la vida. Siento que me voy a volver loco, así que desaparezca de mi vista”.

Esta vez, sonaba más apagado. Jisung se mantuvo firme y con la mirada perdida en Chenle.

El Zhong Chenle que tenía frente a él, era como una persona diferente del Zhong Chenle que conocía.

No era el omega trivial que le sonreía tontamente cada vez que lo miraba, le expresaba toda clase de sentimientos y jadeaba bajo su cuerpo.

El Zhong Chenle frente a él, era ahora una persona que no necesitaba sus disculpas, borrando incluso hasta los sentimientos de odio hacia él.

Sin embargo, Jisung no estaba familiarizado con él, quien quería alejarse desesperadamente de su lado.

De repente, Jisung sintió un miedo intenso.
Miedo a no poder revertir su relación con él, no, con el hombre llamado Zhong Chenle.

Jisung pensó que no podía retirarse así nada más. Dio un paso más con cautela. Chenle, que intentó mover el rastrillo de nuevo, se mantuvo firme.

“No se acerque”.

“Sr. Chenle, no entiendo sus quejas, pero sinceramente…”

“Estoy embarazado”.