Cuentos que La Naranja no leyó

Imaginación Dirigida

Comienza la sesión, pareciera que el mundo se ha detenido.

Todos los ojos sobre Randy, quien ya está en trance; éste aún no habla.

Esperen un poco...

<<Un hombre corre por el bosque, Doctor>> -dijo Randy, de pronto; todos permanecían en silencio-

<<¿Cómo que por qué corre? ¡¿Yo qué sé...?!>>

A continuación, en su voz una sutil muestra sónica de risa: <<Ustedes los psicólogos tienen unas vainas>>

El silencio continúa por orden del Doctor Arnold.

<<¡No, Doctor! No todo tiene un porqué. A veces simplemente las cosas son porque sí...

¡Claro que estoy seguro que este hombre no tiene motivo para correr!>>

Randy comienza a cambiar bruscamente su forma de respirar, se agita en el diván y su rostro enrojece.

<<¿Me está tomando el pelo, Doctor? …¿Cómo que "correr sin motivo ya es un motivo"?>>

- Está llegando al punto -Pensó el Doctor.-

<< Oiga, oiga... Si me hace tantas preguntas no puedo contestar ninguna. ¿Cómo voy a saber quién es ese hombre si apenas puedo verlo en la oscuridad del bosque?

No, Doctor. No lleva ropa; está desnudo.>>

El Doctor Arnold hace señas a sus aprendices, lo que están a punto de ver les helará la sangre.

<< ¡Que no sé quién es ese hombre, Doctor!

¡Sí, a mi también me parece extraño que sepa por qué corre y no saber quién es! Pero ya, por favor déjeme descansar... Aunque sea un poco.

¡Doctor! Doctor, ¿está ahí? ¿Me escucha?

¿Puedo despertar, Doctor? ¿Podría por favor devolverme a la realidad material del espacio tiempo?

Doctor... Espere por favor. ¡No se vaya! ¡No otra vez, Doctor! ¡No sin despertarme! >>

Súbito, Randy da una palmada sin despertar. Su voz cambia... Cuenta hasta tres y abre los ojos. Parece como si hubiese olvidado todo.

El experimento dio positivo, pero el falso recuerdo aún no se ha instalado. La sesión debe repetirse.

Los aprendices están helados. Randy no sabe el espectáculo que acaba de protagonizar... Arnold no sabe que sigue dormido.

Fin
Juan Marco Lasierra