Bella:
Sentí el frío de las ventanas mientras miraba hacia la oscuridad del bosque desde la habitación de Rosalie. Me trajo con su velocidad desde el bosque y me pidió que me quedara con ella. La casa estaba vacía, el resto de los Cullen habían salido a alimentarse, o esa es la excusa que pusieron para dejarnos a Rose y a mí a solas después de lo ocurrido. Sin ellos dentro, la casa de los Cullen parecía casi un palacio, algo grande, sombrío y, sin embargo, increíblemente acogedor cuando estaba con Rose. Ella, que se encontraba a mi lado, me miraba con ese aire tenso que sólo aparecía cuando sus pensamientos parecían pelear en su mente
Me moví hacia ella, acercándose lo suficiente para rozar su brazo. Esa simple caricia hizo que girara la cabeza y su rostro perfecto se dirigió hacia mí
Es agradable tener un momento para nosotras después de todo
La verdad en la voz de Bella era suficiente para hacer que Rosalie cerrara los ojos un momento, como si deseara no sentir la intensidad de su mirada
Bella dio un paso más, sus dedos acariciaron la mejilla fría de Rosalie, esa piel que, aunque helada, encendía algo indescriptible en su pecho. La había visto pelear y protegerla, luchando por no perder el control frente a ella, y a pesar de todo, Bella quería más. Quería conocer cada parte de Rosalie, sin que ella se contuviera
Rosalie:
Tienes que decirme si en algún momento... te hago daño, Bella. No quiero ni pensar en la posibilidad de herirte
Bella:
Las palabras de Rosalie eran un susurro, sus ojos bajos, observándome como si fuera de cristal
—No me das miedo, Rose —dije, acortando la distancia entre ambas—. Me asusta más pensar en que podrías alejarte, que podrías dejarme
Rosalie:
Jamás lo haría, no hay nada en este mundo que pueda separarme de ti
Sin previo aviso, Bella levantó su rostro, acercándose aún más y sus labios rozaron suavemente los de Rosalie, quien permaneció inmóvil un instante, la tensión marcaba la línea de su mandíbula. Pero en cuanto sintió el roce cálido y sutil de Bella, su control vaciló y sus manos se posaron con cuidado en su cintura
Bella... —murmuró Rosalie, con voz temblorosa
Bella:
Bella dejó escapar una leve sonrisa y sujetó las manos de Rosalie, llevándolas hacia la parte baja de su cadera
¿No lo entiendes? Estoy aquí por mi decisión. Por favor, Rose...
Deshizo la distancia entre ambas y le besó la comisura de los labios, sus manos deslizándose hacia la espalda de Rosalie, sintiendo los músculos tensos bajo su toque
No me puedes hacer daño. Confío en ti más que en nadie
Rosalie cerró los ojos, absorbiendo las palabras de Bella. En su interior, las voces de advertencia eran reemplazadas por un susurro más profundo, uno que resonaba con el calor que sentía al estar cerca de la humana. Las barreras de su propio miedo comenzaban a desaparecer, justo cuando la calidez de Bella se apoderaba de sus sentidos
El beso se intensificó. Sus bocas comenzaron una lucha que no tenían intención de detener.
Rosalie se dejó llevar, continuó el recorrido de sus manos hasta rozar suavemente el culo de Bella y, en un acto impulsivo, la cargó sin esfuerzo haciendo que sus piernas rodearan su cintura, quedando sobre ella
Bella enredó sus manos en el pelo de Rosalie queriendo acercarla aún más a ella, si esque eso era posible, y mordió ligeramente el labio de la rubia, arrancándole un leve gemido
Pero en ese momento, el sonido de la puerta de la entrada al abrirse las devolvió abruptamente a la realidad. Eran Esme y Carlisle, los demás no tardarían en llegar. Bella se apartó un poco, y Rosalie suspiró, dejándola de nuevo en el suelo
Rosalie:
No puedes imaginar cuánto te deseo, Bella —dijo con un susurro grave — Pero... tenemos que esperar. Quiero hacer las cosas bien
Mientras se separaban, sus labios se buscaron una vez más, un toque sutil pero suficiente para que ambas supieran que este momento era el comienzo de algo más profundo entre ellas
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El fin y el principio de mis días
FanficRosalie Hale "La Reina de hielo" Bella Swan "la chica nueva" Ante todo, una historia de amor. Los personajes y algunos fragmentos de la historia corresponden a la autora de la saga "Crepúsculo".