Segundo día

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Bella

Sonó el despertador y me incorporé sintiéndome extraña por lo que había pasado durante la noche. Aún así me levanté, preparé las cosas que debía llevar al instituto y me duché. Una vez terminado, bajé a desayunar algo rápido con Charlie antes de irme.

Charlie

Hola cielo. ¿Has dormido bien? Me pareció escucharte hablando en la madrugada. ¿Pasa algo?

Bella

No, tranquilo. Está todo bien. No he pasado muy buena noche, supongo que será por todo lo que ha pasado desde que estoy aquí, pero hoy seguro que duermo bien. No tienes de qué preocuparte

Charlie

Vale, te creeré. Pero, si te ocurre algo ¿prometes contármelo ?

Bella

Claro que si papá

Iba a darle el segundo mordisco a la manzana que tenía en la mano cuando escucho el sonido del claxon de un coche. Me acerco a la ventana de la cocina para ver quién podía ser cuando veo un coche que ya me es familiar, y a cierta rubia apoyada contra el haciéndome señas para que saliera

Es Rosalie, la hija del doctor Cullen, ha venido a recogerme para llevarme al instituto y me está esperando. Te veré cuando vuelva a casa

Cogí mi mochila y me dirigí al coche que estaba aparcado en la entrada de la casa

Hola Rose, ¿qué haces aquí? No habíamos quedado, ¿no?

Rosalie

No, pero pensé que sería mejor que furas acompañada hoy al instituto, así espero evitar que tengas otro encontronazo con el chico ese. Espero que no te parezca mal que me haya presentado así, sin avisar, en tu puerta 

Bella

No me molesta, tranquila. Y la verdad es que me parece un buen plan. Así que cuando quieras podemos irnos 

Ella asintió con la cabeza en mi dirección y se adelantó para abrir la puerta del copiloto para mi, lo que me recordó a la primera vez que me subí en ese coche con ella 

Oye Rose, ¿te puedo hacer una pregunta? Igual te parce que estoy loca, pero no puedo quedarme con la duda

Rosalie

Claro, pregúntame lo que quieras

Bella

¿Tú estuviste anoche en mi habitación? 

Rosalie

Me congelé ante su pregunta. No imaginé que le daría tanta importancia a lo que perfectamente podría haber pasado por ser un sueño normal, por lo que, a mi pesar, tuve que mentirle 

No. ¿Cómo iba a colarme en tu habitación sin tu permiso? Eso sería raro, ¿no?

Bella

Si. Sería raro. No sé en qué estaba pensando 

Llegamos al instituto en silencio, nos bajamos del coche y nos dirigimos a la entrada del instituto, por donde ya estaban entrando un gran número de alumnos que se encaminaban a sus primera clase de la mañana 

El fin y el principio de mis díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora