El fin y el principio de mis días

¿Qué ha sido eso?

Bella:

Mi primer día en el nuevo instituto había llegado. Aparqué la camioneta en el estacionamiento, cogí mi mochila y me dirigí a mi primera clase bajo la atenta mirada de todos los demás alumnos, que me miraban como si fuese la primera persona, no nacida en el pueblo, que pisa esos pasillos.

Miro el horario y veo que me toca matemáticas, observo todos los carteles sobre las puertas a ambos lados del largo pasillo buscando el aula 105 y me detengo frente a una que se encuentra abierta  y llena de alumnos, pero mi mirada se dirige directamente a uno en concreto. Es un chico que a primera vista me resulta innegablemente atractivo y que calculo tendrá mi edad. 

Él se da cuenta de que lo observo y fija su mirada en la mía. De repente escucho una voz en mi cabeza; "chica nueva". Me sorprendo por lo que acaba de ocurrir y parece que él sabe también lo que ha pasado, ya que abre sus ojos color miel con una expresión de sorpresa. ¿Qué ha sido eso?Me quedo quieta mirándolo atentamente hasta que el profesor me interrumpe y me indica dónde está mi aula.

Mis pies me llevan solos a mi aula y, al entrar, despierto del trance en el que me encontraba. Todos mis compañeros me miran atentamente mientras me presento a la profesora y esta me indica el lugar que ocuparé durante el resto del curso. De camino al asiento, me fijo en el cabello dorado de la persona con la que compartiré mesa y, como si pudiese sentir mi mirada, ella levanta la cabeza y me observa. Cuando nuestras miradas conectan siento una gran atracción hacia ella y nace dentro de mi la necesidad de conocerla. Tiene una belleza que no se puede comparar con la de ninguna modelo.

Tomo asiento a su lado y ella baja su cabeza para centrarse en lo que estuviera haciendo antes de mi llegada. Desvío mi mirada y comienzo a sacar mis cosas de la mochila para centrarme en la clase.

Suena el timbre y, antes de que todos salgan rumbo a la cafetería, la profesora nos dice que debemos hacer un trabajo con nuestros compañeros de mesa. Me quedo paralizada pensando en que tendré que relacionarme con la chica que casi hace que me tropiece al sentarme en la silla y me muevo cuando la escucho hablarme.

Rosalie:

Por lo visto seremos compañeras, así que me presento, soy Rosalie.

Bella:

Yo soy Bella, encantada. (¿Encantada, no se te ocurre nada mejor?)

Rosalie:

Ya... Como no me queda más remedio, podemos empezar hoy el trabajo en mi casa a las 7. Esta es mi dirección.

Bella:

Claro, allí estaré.

Contesté sin mucho ánimo debido a la forma con la que ella me estaba hablando. Decidí que, a partir de ahora, yo la trataría de la misma manera y que mantendría las distancias, al igual que con todos aquellos que se me acercaran.

Me dirigí a la cafetería y me senté en una mesa vacía para comer. Aunque, como siempre, no tenía mucha hambre.

Después de darle el primer mordisco a mi sandwich escuché a un chico que estaba de pie justo detrás de mi decirme; "Esa es mi mesa, muévete chica nueva".