Momentos

297 28 0
                                    


Bella:

La comida que Esme había preparado estaba deliciosa, no entendía cómo los Cullen podían estar ahí parados sin probar ni un bocado.

Esme:

¿Te gusta Bella?. No suelo cocinar mucho y como no sabía lo que te gustaba me he decantado por la pasta. Espero haber acertado.

Bella:

¿Bromeas? Está delicioso. ¿Podrías adoptarme? jajaja

Esme:

Yo ya te considero parte de la familia

Bella:

No fui consciente de que había dicho lo que había dicho hasta que escuché la respuesta de Esme y todo el mundo me miraba sonriendo.  En ese momento sentí el cariño que me transmitían y una sensación de vacío inundó mi mente. ¿Por qué no podía mi madre ser así? 

Esos pensamientos se apoderaron de mi y me aislaron de los que me rodeaban en ese momento.

Edward, mágicamente pareció notarlo ya que me miraba intensamente. Para Rosalie tampoco pasó desapercibida mi reacción, enseguida posó su mano en mi espalda haciendo un leve movimiento, lo que me sacó del trance en el que me encontraba. Miré avergonzada a todos los miembros de la familia Cullen y me dispuse a recoger mis cosas para irme. Ni siquiera pensaba en cómo pretendía llegar a mi casa, solo quería salir de allí.

Rosalie me siguió y me detuvo para que no continuara con mi huida. Cuando me giré para mirarla me di cuenta de que estábamos solas, los demás se habían ido y yo no era consciente de en qué momento lo habían hecho, aunque lo agradecía.

Rosalie:

¿Qué te pasa Bella? ¿Estás bien?

Bella:

Si, estoy bien. Estoy cansada y un poco dolorida, quiero irme a casa

Rosalie:

Claro, te llevo. Déjame coger las llaves de mi coche.

Bella:

Mientras Rosalie buscaba sus llaves en otra parte de la casa, que no había visto cuando subieron a habitación, yo me quedé plantada junto a la puerta de la entrada pensando en que había estropeado el momento tan feliz que estaba viviendo. Y me sentía fatal por ello.

Cuando Rosalie volvió, me condujo hasta un coche deportivo que estaba en el garaje de la casa, donde había varios coches más de diferentes estilos.

Me abrió la puerta del coche y me senté esperando a que ella hiciera lo mismo. 

Arrancó y condujo en silencio de una manera que a mi me pareció bastante atractiva.

El fin y el principio de mis díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora