14| Solo dos problemas

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Morgan

Había pasado un día desde que empezamos a elaborar el plan. Sabía perfectamente que Alessandro estaba detrás de esto y el echo de que Luca no apareciera me daba sospechas sobre el.

Matteo, quién estaba sentado delante de mi, tenía el ceño fruncido de tanta concentración.

—Señor, Genovense, está al teléfono Greta, ¿desea contestar?

La pregunta de Leonardo me deja con cierta curiosidad. Hasta ahora solo había oído escuchar sobre Luca y el abuelo de Matteo y no es que tenga muchos amigos pero, ¿quien es Greta?

Matteo se levanta dispuesto a coger el teléfono que le tiene Leonardo, el cual lleva durante este día bastante tenso. Sabe que ha echo algo mal pero eso no lo deja tranquilo.

Matteo se sienta delante mío con el teléfono en la oreja, le hace una señal a Leonardo y este se marcha cuadrando los hombros.

—Sì...non ho tempo per i giochi, Greta...¿Sai dov'è Luca o no?...non me ne frega un cazzo, Io sono il responsabile di questa mafia e finora non avete fatto nulla.  Fammi il favore di aiutarmi .

A medida que habla, entiendo un poco el tema que le tiene igual de nervioso y tenso que yo. Luca es la clave para todo y me jode que lo sea.

Antes de sentarnos a crear un plan, analizamos la sangre de las paredes. No es de Evelyn, ni e Luca, es de Alessandro.

¿Como es posible que el propio raptor de un secuestro deje su sangre impregnada en la pared? No tiene sentido, son pruebas incoherentes.

—¿Quién es Greta?—pregunto cuando la lengua se me suelta.

—Nadie que te deba incumbir, solo quédate con que nos podrá ayudar.

—"Podrá" es una palabra insegura, no sabes que nos ayudará y eso te tiene así de amargado.—intento continuar, pero al ver la mirada que me lanza decido cambiar de tema.—Sabes perfectamente que Alessandro es el causante de este secuestro y que Luca tiene algo que ver.

Matteo no contesta pero analiza de nuevo las cámaras, alguien paró la graduación en el momento exacto en el que entra Alessandro.

—Luca no es tan listo pero no sería tan tonto para traicionarme.—dice Matteo al cabo de unos minutos.

Es cierto, Luca es imbécil pero tampoco lo es tanto.

—¿Entonces, tú "amiga" nos ayudará a encontrarlo?—pregunto.

—Espero que si.—murmuró.

Un teléfono, en ese momento empieza a sonar, por el tono medio alegre se que es el mío.

—En altavoz.—me ordena Matteo.

Desde que Ethan me llamó, ahora tiene la paranoia de siempre contestar en voz alta. Es algo que me jode pero es mejor hacerle caso.

Ahora no solo quiero mi venganza, también quiero a Evelyn. Son cosas que no puedo poner en juego.

—Figlia, mia Finalmente sei vivo.—dice mi padre a través de mi teléfono.

Oh, no.

Matteo

La voz masculina y mayor me llama la atención más delo que me gustaría. La cara de Morgan se transforma de blanca a roja. La curiosidad siempre es una debilidad pero en esta ocasión me permito usarla.

—Ciao, Padre—dice Morgan.

"Padre", es su jodido padre. Desde la llamada del friki de su primo me he quedado atento a alguna pareja o algún hombre de su edad, no por la sencilla curiosidad, sino por control. Desde ese día he tenido esa tentación de matar a cualquiera que se le acerque.

—Deberías recordar que tienes una madre y dos hermanos, al menos podrías llamar o...

Deja esa frase a medias algo que hace poner los ojos en blanco a Morgan. No lo acabo de entender, ¿porque hace ese gesto? ¿Algo le ha molestado?

—No iré al pueblo, no es que no quiera verte pero en Italia tengo...—me mira y vuelve a hablarle al teléfono.—Tengo trabajo.

—Siempre el trabajo y el trabajo. Morgan no te pagamos una carrera para separate de nosotros. Además algún pajarito me ha dicho algo sobre anillos, hombres...

M-I-E-R-D-A

¿Es que el jodido primo de Morgan no podia callarse? Debo encontrar a mi hermano en menos de 24 horas y a Evelyn en un tiempo igual.

—¿Que te ha dicho exactamente Ethan?

—Basicamdnte que estás casada y ni siquiera sabía. Me ofendes Morgan.

Morgan me miró rápidamente antes de quitar el altavoz y también quitándole mi acceso a la conversación que iba sobre su marido, osea yo.

Otro teléfono sonó, pero está vez resultó ser el mío.

— Me debes un favor Genovense, mi gente ya está buscando a Luca y espero tener resultados, pero por ahora preocúpate de tú suegro.—me dijo la mismavlz femenina con la que hablé antes.

—¿Cómo sabes...?—pregunté mirando a Morgan hablando eb italiano, hasta ahora no la había visto hablando en su idioma paterno.

—Tengo ojos y oídos en todos lados, viejo amigo.—volvió a hablar y deje de prestarle atención a Morgan y centrarme en ella.

Antes de poder contestar, Greta ya me había colgado. Morgan se sentó delante de mi roja de la vergüenza, no mentire que eso me hizo gracia.

—Mi padre me ha insistido y obligado a ir a mi pueblo. Juntos.—nos señaló.—Él no se toma las cosas como diversión, esto es serio, igual de serio que lo de Evelyn.

—Pues, nos vamos a Inglaterra.

Antes de poder quitarle la mirada a Morgan de la cara, divisé un poco de sorpresa pero no me importó. Le dije a Leonardo que preparará el jet y una maleta de ropa. Con Greta conmigo podía permitirme tener dos problemas. Sólo dos.

De La Mano Del Diablo Italiano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora