Shadows of Realities#2 [✔]

Capítulo 0

El sol apenas comenzaba a salir sobre la ciudad, bañando los edificios con una luz dorada que parecía transformar el paisaje en algo irreal, casi místico. Yuto observaba desde la azotea del edificio donde vivía, sintiendo la brisa fresca de la mañana acariciar su rostro. Habían pasado semanas desde el enfrentamiento final con la Red Umbra, pero las cicatrices de esa batalla aún estaban frescas en su mente. Todo lo que había sucedido lo perseguía en sueños, como ecos que se negaban a desvanecerse.

A su lado, Hiroshi se mantenía en silencio, apoyado en la barandilla. Siempre habían compartido un vínculo profundo, uno que se había forjado en las llamas de las luchas que enfrentaron juntos. Sin embargo, después de la caída de la Red Umbra, las cosas habían cambiado. Ya no eran los mismos.

—¿Estás pensando en ellos? —preguntó Hiroshi suavemente, sin apartar la vista del horizonte.

Yuto asintió. Era difícil no pensar en el resto del grupo. Kai, Ethan, Minho, Anais, Aiden... cada uno había jugado su papel en el enfrentamiento, y todos habían sobrevivido. Pero la paz que habían logrado no se sentía tan liberadora como esperaban. Había algo más, algo oscuro y desconocido que seguía acechando en los rincones de sus vidas.

—No puedo evitarlo —admitió Yuto, con una tristeza velada en su voz—. Siento que esto no ha terminado, que hay algo más allá de lo que enfrentamos. No sé cómo explicarlo, pero cada noche... cada maldito sueño...

—Es lo mismo para mí —dijo Hiroshi, girando finalmente para mirar a Yuto a los ojos—. Desde que derrotamos a la Red Umbra, siento que algo se rompió dentro de mí. No sé si es el miedo, la incertidumbre o... algo más. Pero hay algo que no está bien.

El silencio entre ellos se hizo pesado, cargado de emociones no dichas. Durante la primera batalla contra la Red Umbra, el enfoque siempre había sido la misión, la supervivencia. Pero ahora, sin esa amenaza constante, la verdad entre ambos se hacía más evidente, más imposible de ignorar.

Los Sentimientos que Brotan

Yuto miró a Hiroshi de reojo, sintiendo un nudo en su pecho. Durante todo este tiempo, había intentado enterrar los sentimientos que tenía por él, convencido de que no había lugar para el amor en medio de la guerra. Pero ahora, con la amenaza de la Red Umbra aparentemente extinguida, esos sentimientos comenzaban a emerger con más fuerza.

—Hiroshi... —comenzó a decir, pero las palabras se le atoraron en la garganta.

El otro chico lo miró, esperando que continuara, pero Yuto no pudo hacerlo. En lugar de hablar, se alejó de la barandilla y comenzó a caminar hacia la puerta que llevaba al interior del edificio. El miedo a ser vulnerable, a exponer su corazón, lo paralizaba.

Hiroshi, sin embargo, no lo dejó escapar tan fácilmente. Lo siguió y lo detuvo tomándolo suavemente del brazo.

—No tienes que esconderlo más, Yuto —dijo, su voz firme pero cargada de emoción—. Yo también he estado sintiendo lo mismo.

Yuto lo miró, sorprendido por su confesión. Había esperado que Hiroshi, el siempre racional y reservado, fuera el último en admitir algo tan personal. Pero aquí estaba, abriéndose de una manera que jamás había imaginado.

—Esto no es el fin, Yuto —continuó Hiroshi—. Puede que la batalla con la Red Umbra haya terminado, pero algo más nos espera. Lo siento en cada fibra de mi ser. Y si vamos a enfrentarlo, quiero hacerlo contigo a mi lado. No solo como un amigo, sino como... algo más.

Yuto se quedó sin palabras por un momento, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza en su pecho. Todo lo que había querido decir, todo lo que había reprimido durante tanto tiempo, finalmente encontraba una salida.

—Hiroshi... —susurró, antes de acercarse más a él—. Yo también quiero eso.

Los dos se quedaron quietos, el silencio entre ellos lleno de significado. Ya no había más palabras que necesitaban decirse en ese momento. Ambos sabían que el camino que tenían por delante no sería fácil, pero estaban dispuestos a recorrerlo juntos, enfrentando lo que fuera que el destino les deparara.

Un Nuevo Enemigo Surge

Mientras Yuto y Hiroshi se quedaban en la azotea, absortos en el momento que finalmente habían compartido, una figura los observaba desde las sombras de un edificio cercano. Con una sonrisa oscura en su rostro, sacó un dispositivo pequeño de su bolsillo y comenzó a transmitir un mensaje.

—Han encontrado la paz por ahora —murmuró la figura—, pero eso no durará mucho. Hay algo mucho más grande que se avecina. Y ellos... ellos aún no están listos.

Al otro lado de la transmisión, una voz fría respondió.

—Prepárense. La siguiente fase está por comenzar. Las sombras de las realidades han comenzado a moverse nuevamente, y ellos... ellos serán el centro de todo.

El destino de Yuto y Hiroshi estaba lejos de ser sencillo. Sin que lo supieran, estaban siendo arrastrados a un nuevo conflicto, uno que superaba todo lo que habían enfrentado antes. Las sombras de otros mundos, de otras realidades, comenzaban a converger, y ellos serían los protagonistas de una lucha que trascendería lo imaginable.