Capítulo 19

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El clima en el lujoso apartamento seguía siendo opresivo, pero ya no era solo por el silencio. Las emociones reprimidas de los cuatro chicos empezaban a mostrar fisuras en sus interacciones cotidianas. Las sonrisas eran más forzadas, las conversaciones más breves, y aunque las cámaras los seguían capturando como el grupo de jóvenes más influyentes, ricos y envidiados del país, la realidad era muy distinta.

Esa mañana, Kai Minho se levantó más temprano de lo habitual. El sueño había sido una lucha constante de pensamientos confusos, y decidió que estar en movimiento era mejor que quedarse en la cama. En lugar de hacer su rutina habitual, decidió salir a caminar por los jardines del complejo, donde esperaba poder encontrar algo de paz.

Mientras tanto, Ethan también estaba despierto, sentado en la sala con una taza de café entre las manos, observando la ciudad que aún se despertaba bajo la luz grisácea del amanecer. Sus pensamientos viajaban a las recientes conversaciones con Yuto, su mejor amigo, quien había confesado sus sentimientos hacia él. Aunque la relación entre ellos no había cambiado de forma abrupta, Ethan sabía que algo profundo había cambiado en la dinámica del grupo, especialmente entre él y Yuto.

La puerta del apartamento se abrió suavemente, y Yuto apareció, con ojeras marcadas bajo sus ojos. Había pasado la noche pensando en lo que había dicho y lo que había hecho. Aunque Ethan había prometido que todo seguiría igual, la realidad era que algo se había roto. Y él lo sabía.

—¿No has dormido? —preguntó Ethan en un tono de preocupación genuina, rompiendo el silencio.

Yuto negó con la cabeza y se sentó frente a él, mirando a su alrededor como si quisiera evitar el contacto visual directo.

—No mucho. Estuve pensando... en todo lo que ha pasado últimamente. Y siento que esto no puede seguir así, Ethan. No sé cómo actuar, no sé cómo comportarme contigo. —La voz de Yuto temblaba ligeramente.

Ethan lo escuchaba en silencio, comprendiendo perfectamente lo que su amigo estaba tratando de decirle. Sabía que la distancia emocional que se había creado entre ellos necesitaba ser enfrentada, pero no estaba seguro de cómo hacerlo sin perder a su mejor amigo.

—Sé que es difícil —dijo Ethan finalmente—. Pero también sé que no quiero perder tu amistad, Yuto. Eres como un hermano para mí. Si necesitas tiempo para aclarar tus sentimientos, lo entiendo. Pero quiero que sepas que siempre estaré aquí, no importa qué pase.

Yuto sonrió débilmente, aunque su corazón todavía estaba pesado. Sabía que Ethan no lo veía de la misma manera que él lo veía, y aunque estaba dispuesto a aceptarlo, no era fácil.

—Gracias, Ethan. Yo... solo necesito un poco de espacio por ahora, creo. —Sus palabras salieron más frágiles de lo que esperaba, pero era lo más honesto que podía decir.

Mientras Ethan y Yuto lidiaban con su propia tormenta interna, Kai seguía caminando por el parque, disfrutando de la calma antes de que el caos del día comenzara. Lo que no esperaba era encontrar a Hiroshi sentado en uno de los bancos del parque, su rostro hundido entre sus manos. El corazón de Kai dio un vuelco.

Habían pasado días desde que Hiroshi se había distanciado un poco del grupo, especialmente de Kai. Y aunque nunca lo había dicho en voz alta, Kai sentía que había algo más que simples problemas de amistad en juego. Se acercó con cautela, sin querer sorprenderlo.

—¿Puedo sentarme? —preguntó en un tono suave.

Hiroshi levantó la vista sorprendido, sus ojos brillando con una mezcla de tristeza y algo que Kai no podía identificar del todo. Asintió en silencio, permitiendo que Kai se sentara a su lado.

Por unos momentos, ninguno de los dos dijo nada. El parque estaba desierto, y solo el susurro de las hojas movidas por el viento rompía el silencio.

—Últimamente hemos estado... distantes —comenzó Kai, sin saber exactamente cómo abordar el tema—. No sé si es por todo lo que está pasando o si he hecho algo que te molestó, pero quería saber cómo estás.

Hiroshi suspiró, mirando hacia el suelo. Sabía que ese momento llegaría eventualmente, pero no estaba seguro de cómo expresarle a Kai lo que realmente sentía.

—No es tu culpa, Kai. —La voz de Hiroshi era un susurro—. Soy yo el que está lidiando con cosas que no puedo explicar del todo. Es complicado...

Kai lo observaba detenidamente, esperando a que continuara.

Finalmente, Hiroshi levantó la mirada y lo enfrentó directamente. Sus ojos estaban llenos de emociones reprimidas que finalmente estaban a punto de salir a la luz.

—Yo... estoy enamorado de ti, Kai. —Las palabras salieron de su boca antes de que pudiera detenerse.

El corazón de Kai se detuvo por un segundo. No estaba preparado para esa confesión. No porque no lo hubiera sospechado, sino porque no sabía cómo responder a ello. El silencio que siguió a la confesión fue abrumador, y Hiroshi se sintió expuesto, vulnerable.

—Lo siento si esto te incomoda —continuó Hiroshi, apartando la mirada—. Solo... necesitaba decírtelo. He estado lidiando con estos sentimientos durante tanto tiempo, y no podía seguir guardándolos más.

Kai no supo qué decir de inmediato. No era que no le importara Hiroshi; de hecho, lo apreciaba profundamente. Pero los sentimientos románticos no eran algo que hubiera considerado seriamente. Sin embargo, en ese momento, no podía ignorar el dolor que veía en los ojos de su amigo.

—No tienes que disculparte, Hiroshi —dijo finalmente Kai, con voz suave—. Aprecio que me lo digas, de verdad. Pero... no sé si puedo corresponderte de la misma manera.

El rostro de Hiroshi se oscureció por un segundo, aunque ya esperaba esa respuesta.

—Lo entiendo —dijo Hiroshi, forzando una sonrisa—. No te preocupes por eso. Solo necesitaba que lo supieras, para poder seguir adelante de alguna manera.

Kai quería decir algo más, algo que pudiera aliviar el peso de las palabras de Hiroshi, pero no encontró las palabras adecuadas. En cambio, le dio una suave palmada en el hombro, una señal de que su amistad seguía intacta, aunque la dinámica entre ellos pudiera cambiar.

Después de unos minutos, ambos se levantaron y comenzaron a caminar de regreso al apartamento, el aire entre ellos cargado de cosas no dichas. Aunque habían logrado enfrentar parte de sus emociones, ambos sabían que el camino por delante sería complicado.

Al llegar al apartamento, se encontraron con Ethan y Yuto, quienes los esperaban en la sala. Parecía que, finalmente, el grupo entero estaba listo para enfrentar las verdades incómodas que habían estado evitando.

—Creo que necesitamos hablar todos —dijo Kai, tomando la iniciativa.

Los demás asintieron en silencio, sabiendo que, aunque el amor, la amistad y la lealtad que compartían habían sido puestas a prueba, la única manera de avanzar era enfrentando todo lo que habían guardado durante tanto tiempo.


Shadows of Realities#2 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora