Capítulo 7

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Las cosas parecían haber cambiado entre Yuto y Hiroshi después de aquella revelación en el tejado. Aunque todavía quedaban muchas cosas sin decir, la tensión entre ellos había disminuido, y la vulnerabilidad que Hiroshi mostró creó un nuevo lazo, uno que parecía inquebrantable. Aún así, la sombra de lo que había pasado con Aki flotaba sobre ellos como un fantasma silencioso, invisible pero omnipresente.

Era sábado por la tarde cuando ambos decidieron dar un paseo por el parque que quedaba a unas cuadras de la escuela. Los árboles comenzaban a vestirse de otoño, y las hojas doradas caían lentamente al suelo, creando una especie de alfombra natural a su alrededor. Era un día tranquilo, casi irreal, como si el mundo hubiera decidido detenerse por un momento para permitirles respirar.

—Es curioso cómo la naturaleza puede parecer tan pacífica —comentó Yuto mientras caminaban lado a lado, las manos en los bolsillos de su chaqueta—. Como si no hubiera problemas, ni complicaciones, solo... calma.

Hiroshi asintió, sus ojos vagando entre los árboles, aunque Yuto notaba que su mente estaba en otra parte.

—Es fácil perderse en todo esto —dijo Hiroshi después de un rato, su voz apenas un susurro—. A veces desearía que la vida fuera así de simple. Sin traiciones, sin complicaciones... sin Aki.

El nombre de Aki siempre lograba quebrar el aire de serenidad que trataban de crear entre ellos, como una piedra que cae en un lago tranquilo, formando ondas que alteraban todo a su paso. Yuto sintió una punzada en su pecho, no de celos, sino de incomodidad. Sabía que no podía competir con el pasado de Hiroshi, pero no se trataba de competir. Se trataba de entender y ayudarlo a avanzar.

—Nunca me has contado toda la historia —dijo Yuto, eligiendo sus palabras con cuidado—. Lo que pasó entre ustedes... cómo terminó todo.

Hiroshi caminó en silencio por un momento, mirando hacia el suelo, como si la simple idea de revivir esos recuerdos lo agotara. Finalmente, se detuvo cerca de una banca del parque, y se sentó, invitando a Yuto a hacer lo mismo. Parecía que finalmente estaba listo para decir más, para abrir las puertas de un pasado que había mantenido cerrado por tanto tiempo.

—Aki y yo... éramos inseparables —comenzó Hiroshi, sin mirar a Yuto—. Lo conocí en el instituto, justo antes de mudarme aquí. Él era... impresionante. Carismático, inteligente, siempre sabía qué decir en el momento adecuado. Fue imposible no sentirme atraído por él.

Yuto escuchaba atentamente, tratando de no dejar que sus propias emociones enturbiaran lo que Hiroshi estaba compartiendo. Sabía que este momento era importante, que Hiroshi lo necesitaba para avanzar.

—Empezamos a salir. Fue mi primer... amor, supongo. Todo fue tan rápido, tan intenso. —Hiroshi hizo una pausa, su mandíbula tensa, como si las próximas palabras fueran las más difíciles—. Pero entonces comenzaron las mentiras. Aki no era lo que parecía. Jugaba con mis emociones, me manipulaba para que creyera que era yo el que estaba haciendo algo mal. Cada vez que me alejaba, él encontraba la manera de traerme de vuelta. Era como si tuviera control sobre mí.

Yuto sintió una creciente sensación de ira hacia Aki, alguien a quien nunca había conocido, pero que claramente había dejado una cicatriz profunda en Hiroshi. Lo que Hiroshi describía no era amor. Era abuso emocional, manipulación disfrazada de afecto.

—Me tomó mucho tiempo darme cuenta de lo que estaba haciendo —continuó Hiroshi, su voz temblando ligeramente—. Y cuando finalmente lo confronté... se rió. Dijo que siempre había sido un juego para él, que nunca había sido serio. Me dejó ahí, con todas esas emociones y preguntas, mientras él simplemente... se fue.

Hiroshi cerró los ojos, como si intentara bloquear el dolor del recuerdo, pero era evidente que ese dolor aún vivía dentro de él. Yuto sintió un nudo en la garganta, pero no sabía qué decir. ¿Qué palabras podían consolar a alguien después de una traición tan profunda?

—Lo peor de todo —dijo Hiroshi con un suspiro— es que me hizo cuestionarme a mí mismo. Me hizo dudar de mi valor, de si era capaz de tener una relación real con alguien. Incluso ahora, a veces me pregunto si algo en mí hizo que todo terminara de esa manera.

Yuto no pudo evitarlo. Extendió su mano y la colocó sobre la de Hiroshi, apretándola con firmeza. No necesitaba palabras para decirle lo que sentía, para hacerle entender que él no era responsable de lo que Aki le había hecho.

—No fue tu culpa —dijo Yuto con suavidad, mirándolo a los ojos—. Nada de eso fue tu culpa.

Hiroshi no respondió de inmediato, pero apretó la mano de Yuto en respuesta, como si ese simple gesto fuera todo lo que necesitaba en ese momento.

—Gracias —susurró Hiroshi, su voz apenas audible, pero lo suficientemente fuerte como para que Yuto lo escuchara.

Se quedaron allí en silencio por un rato, observando cómo las hojas seguían cayendo de los árboles, el viento acariciándoles el rostro. En ese momento, Yuto supo que había algo más profundo entre ellos, algo que iba más allá de la atracción o el simple interés. Era una conexión construida sobre la confianza, el apoyo mutuo y la comprensión de sus heridas.

Cuando finalmente se levantaron para continuar caminando, Hiroshi parecía un poco más ligero, como si el acto de compartir esa parte de su vida hubiera liberado algo en su interior. Yuto, por su parte, sentía una determinación renovada de estar allí para él, de demostrarle que no todos en su vida lo lastimarían como lo hizo Aki.

—Gracias por escucharme —dijo Hiroshi mientras caminaban de vuelta hacia la salida del parque—. Sé que no es fácil escuchar todo esto.

—Para eso estoy —respondió Yuto, sonriendo—. Y no te preocupes, no pienso irme a ninguna parte.

Hiroshi lo miró de reojo, una pequeña sonrisa curvándose en sus labios.

—Eso espero, Yuto. Eso espero.

Mientras se alejaban del parque, el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y dorados. Yuto sentía que algo nuevo había comenzado entre ellos, algo que, aunque frágil, tenía el potencial de crecer y convertirse en una relación genuina.

Pero en el fondo de su mente, no podía evitar preguntarse cuánto más de la historia de Aki quedaba por descubrir, y si algún día Hiroshi estaría completamente libre de las sombras que ese nombre aún proyectaba sobre él.

Shadows of Realities#2 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora