Shadows of Realities#2 [✔]

Capítulo 3

Los días transcurrían lentamente, pero la inquietud entre Yuto y Hiroshi no hacía más que crecer. El sueño que había perturbado a Yuto la noche anterior aún lo mantenía alerta. Las palabras de aquella figura oscura resonaban en su mente como un eco que no podía silenciar.

La mañana siguiente, Yuto decidió contarle a Hiroshi lo que había soñado. Sabía que no podían seguir avanzando sin compartir esa información, aunque fuera difícil de asimilar. Se encontraron en el mismo lugar de siempre, el parque donde solían despejar sus mentes.

—Anoche volví a soñar —comenzó Yuto, mirando al suelo con preocupación—. Pero esta vez fue diferente, Hiroshi. La figura finalmente habló conmigo. Me dijo que lo que estamos viviendo es solo el principio.

Hiroshi lo observaba con atención. Sabía que Yuto rara vez se dejaba afectar por algo, y eso lo hacía tomar las cosas con más seriedad. El ambiente alrededor de ellos parecía haberse vuelto más denso, más sombrío, como si lo que fuera a suceder estuviera cerca de ellos, acechando desde las sombras.

—¿Qué más dijo? —preguntó Hiroshi, apretando los puños por debajo de la mesa, luchando por controlar la tensión que le causaba escuchar sobre ese sueño.

Yuto hizo una pausa, recordando cada detalle con precisión.

—Dijo que las sombras volverán, pero que esta vez no estarán solas. No sé qué significa, pero sentí que no se refería solo a las sombras físicas que hemos visto. Esto es más profundo, Hiroshi. Es como si todo este tiempo estuviéramos siendo preparados para una lucha que no comprendemos del todo.

Hiroshi se quedó en silencio por unos momentos, procesando la gravedad de las palabras de Yuto. Sabía que esto iba mucho más allá de lo que podían controlar. Era como si el destino ya estuviera marcado, y ellos solo estuvieran siguiendo un camino inevitable.

—Tenemos que estar preparados —dijo finalmente Hiroshi, con una determinación que brillaba en sus ojos—. No podemos esperar más. Si las sombras están volviendo, debemos encontrar una forma de enfrentarlas. No podemos quedarnos sin hacer nada.

El Regreso de Akihiro y Ren

Justo cuando la conversación tomaba un giro más oscuro, Yuto y Hiroshi se vieron interrumpidos por una presencia familiar. Al girarse, se encontraron cara a cara con Akihiro y Ren, los dos chicos misteriosos con quienes habían tenido aquel encuentro extraño días atrás. Había algo diferente en ellos, algo que no lograban descifrar, como si también supieran que algo más grande estaba por desatarse.

—Así que también lo han sentido —dijo Akihiro, cruzando los brazos y mirando a ambos con una expresión seria—. Las sombras están volviendo, y ustedes dos están en el centro de todo esto.

Ren, que solía ser más callado, habló en esta ocasión, su voz suave pero cargada de significado.

—No tienen idea de lo que se aproxima. Pero deben saber que no están solos. Las sombras no solo los persiguen a ustedes. Hay más como nosotros, más que están destinados a luchar en esta guerra.

Yuto y Hiroshi intercambiaron miradas, sorprendidos por la confirmación de sus peores temores. No era solo un conflicto interno. Esto era mucho más grande, y si Akihiro y Ren decían la verdad, significaba que estaban en el centro de una batalla que no solo los afectaría a ellos, sino a muchos más.

—¿Qué se supone que hagamos? —preguntó Hiroshi, con una mezcla de desesperación y rabia—. Si estamos destinados a luchar, ¿cómo vamos a ganar si ni siquiera sabemos contra qué nos enfrentamos?

Akihiro dio un paso adelante, su expresión imperturbable.

—Eso es lo que tenemos que descubrir juntos. No podemos luchar contra algo que no comprendemos del todo. Pero hay lugares, personas, que nos pueden guiar. Hemos estado investigando desde nuestro último encuentro, y creemos que hay respuestas en los registros antiguos, en lugares a los que solo unos pocos tienen acceso.

Yuto frunció el ceño. Sentía que la conversación se volvía cada vez más confusa, pero también más urgente. Había una verdad que necesitaban desenterrar, una verdad que parecía estar escondida en lo más profundo de un pasado que ya no podían ignorar.

—¿Dónde están esos registros? —preguntó Yuto, con una mezcla de curiosidad y aprehensión.

Ren lo miró fijamente, como si estuviera evaluando cuánto debía revelar.

—Hay una biblioteca oculta, un lugar al que solo aquellos que están conectados con las sombras pueden acceder. Está protegida por antiguas barreras que evitan que cualquiera entre. Pero nosotros... —miró a Akihiro y luego a Hiroshi y Yuto— ...somos parte de esa conexión. Y es hora de que descubramos lo que esas barreras esconden.

La Decisión Difícil

El silencio que siguió fue sofocante. Hiroshi sabía que esto iba más allá de lo que jamás había imaginado, pero también sabía que no tenían opción. La batalla se acercaba, y si querían sobrevivir, debían enfrentarse a lo desconocido. Yuto, aunque aterrado por lo que eso significaba, también sentía que no podían retroceder ahora.

—Entonces lo haremos —dijo Hiroshi, tomando la decisión por ambos—. Vamos a esa biblioteca y encontraremos las respuestas. Sea lo que sea lo que está ahí, necesitamos saberlo.

Akihiro asintió, satisfecho con la respuesta. Ren, por su parte, sonrió levemente, como si esperara esa determinación.

—Entonces prepárense —dijo Akihiro—. Esta noche iremos a ese lugar. Pero una vez que crucemos esas barreras, no hay vuelta atrás. Lo que encontremos allí podría cambiarlo todo, para bien o para mal.

Yuto miró a Hiroshi, buscando en sus ojos alguna señal de duda, pero no encontró ninguna. Sabía que su mejor amigo estaba listo para lo que fuera, y eso le daba el valor que necesitaba.

La Oscuridad Se Acerca

Cuando la noche cayó, el grupo se preparó para la travesía que cambiaría el rumbo de sus vidas. Mientras caminaban hacia el lugar oculto donde se encontraba la biblioteca, Yuto no pudo evitar sentir un nudo en el estómago. ¿Estaban realmente listos para lo que iban a descubrir? ¿Y qué sucedería una vez que esas respuestas estuvieran frente a ellos?

Sin embargo, una cosa era segura: no podían seguir ignorando las sombras que los acechaban. La verdad, por más aterradora que fuera, era el único camino hacia adelante.

Y con cada paso que daban, la sensación de que el mundo tal como lo conocían estaba a punto de cambiar se hacía más y más fuerte.