Shadows of Realities#2 [✔]

Capítulo 20

El ambiente en el apartamento estaba cargado de tensión. A pesar de que los cuatro chicos sabían que este momento iba a llegar eventualmente, enfrentarlo no hacía que fuera menos incómodo. El eco de las revelaciones recientes aún resonaba en sus mentes, y cada uno de ellos estaba luchando con sus propios pensamientos mientras se sentaban alrededor de la mesa del comedor.

Kai Minho fue el primero en romper el silencio, consciente de que necesitaban hablar abiertamente para que las cosas no siguieran deteriorándose.

—Sé que todos estamos pasando por muchas cosas, y que las últimas semanas no han sido fáciles para ninguno de nosotros —comenzó, intentando mantener la calma—. Pero somos más que esto, más que las emociones que nos están controlando. Si vamos a seguir adelante, necesitamos estar unidos.

Ethan asintió desde su lugar, cruzado de brazos. Aunque era el más pragmático del grupo, también sentía el peso de las confesiones de Yuto y la fragilidad de su amistad con él.

—Estoy de acuerdo, Kai. Pero no podemos ignorar lo que está sucediendo entre nosotros —dijo, mirando a Yuto, quien se encontraba más nervioso que de costumbre—. No quiero que nuestra amistad se rompa, pero también necesitamos ser honestos sobre lo que cada uno está sintiendo.

Yuto, que hasta ese momento había evitado el contacto visual, finalmente levantó la mirada. Los ojos de Ethan se encontraron con los suyos, y aunque había una incomodidad palpable, también había sinceridad en su voz.

—Sé que mi confesión te tomó por sorpresa, Ethan, y lamento si eso complicó las cosas entre nosotros. Nunca quise que te sintieras incómodo conmigo. Solo necesitaba ser honesto... pero estoy dispuesto a lo que sea necesario para que podamos seguir siendo amigos. No quiero perderte.

Las palabras de Yuto hicieron que el ambiente se suavizara un poco, pero aún quedaban muchas cosas no dichas.

Hiroshi, quien había estado callado desde que regresaron del parque, sabía que era su turno de hablar. Sus sentimientos por Kai Minho seguían siendo un tormento silencioso, pero había tomado la decisión de ser igual de honesto con el grupo.

—Yo también necesito aclarar algo... —su voz temblaba ligeramente, pero seguía adelante—. Lo que le dije a Kai esta mañana... sobre mis sentimientos. Sé que es complicado, pero no quiero que esto se interponga en nuestra amistad. Lo último que quiero es que las cosas cambien entre nosotros de una manera que nos distancie.

Kai, que había estado mirando sus manos durante la mayor parte de la conversación, levantó la cabeza y asintió con una expresión tranquila.

—No tienes que preocuparte por eso, Hiroshi. Aprecio mucho que me lo dijeras, y quiero que sepas que nuestra amistad sigue siendo importante para mí. Solo necesitamos tiempo para procesar todo esto.

A pesar de la incomodidad que ambos sentían, había una sensación de alivio en el aire. Habían dado el primer paso para abordar las tensiones que habían estado creciendo entre ellos, pero el camino por delante aún estaba lleno de desafíos.

Ethan decidió tomar el control de la situación, como solía hacer cuando las cosas se complicaban.

—Creo que necesitamos alejarnos de todo esto por un tiempo. No de nosotros, sino del ambiente en el que estamos. Todo ha sido demasiado intenso últimamente, entre las cámaras, la prensa, y la constante presión de ser el centro de atención. ¿Qué les parece si tomamos unos días para despejarnos? Podemos irnos a un lugar tranquilo, sin periodistas ni redes sociales.

Yuto y Hiroshi parecieron considerar la idea, mientras Kai Minho lo miraba con una mezcla de sorpresa y curiosidad.

—¿Un viaje? —preguntó Kai, frunciendo el ceño levemente—. ¿A dónde sugieres que vayamos?

Ethan sonrió levemente, como si ya hubiera estado pensando en la idea por un tiempo.

—Conozco un lugar. Es una casa de campo, lejos de la ciudad. No hay cobertura de internet ni teléfonos. Solo nosotros cuatro, la naturaleza, y tiempo para pensar. Puede que sea justo lo que necesitamos.

Hiroshi asintió lentamente, encontrando en la propuesta una posibilidad de escapar de los sentimientos que lo atormentaban, aunque solo fuera temporalmente.

—Suena bien —dijo finalmente—. Quizás ese sea el espacio que necesitamos para despejar nuestras mentes.

Yuto también estaba de acuerdo. Sentía que la constante presión del entorno en el que vivían no les había permitido procesar adecuadamente todo lo que había sucedido.

—Estoy de acuerdo. Podríamos beneficiarnos de estar en un lugar sin tantas distracciones —añadió Yuto—. Además, podríamos aprovechar para fortalecer nuestra amistad sin toda la carga que hemos estado sintiendo.

Kai, aunque un poco reacio al principio, terminó aceptando la idea. Sabía que, aunque no resolviera todo de inmediato, alejarse podría ser una oportunidad para sanar las grietas que habían aparecido en su relación.

—Está bien. Hagámoslo —dijo Kai, finalmente esbozando una sonrisa—. Unos días alejados de todo no nos vendrían mal.

Con la decisión tomada, comenzaron a planear el viaje. El ambiente en el apartamento se alivió un poco, aunque las heridas aún seguían ahí. Sabían que el viaje no sería una solución mágica, pero todos esperaban que les diera la oportunidad de reencontrarse a sí mismos y entre ellos.

El día del viaje llegó rápido. La casa de campo que Ethan había mencionado resultó ser un lugar más hermoso de lo que los demás habían imaginado. Rodeada de montañas y árboles, y con un lago cristalino no muy lejos, el paisaje era perfecto para un descanso.

Al llegar, se sintieron como si hubieran entrado en otro mundo, uno donde las preocupaciones de la fama y el éxito quedaban atrás. No había cámaras, no había paparazzi, y no había expectaciones. Solo ellos cuatro, juntos, en un intento por reconectar.

Durante las primeras horas, el grupo decidió hacer una caminata por el bosque cercano. A medida que avanzaban por los senderos, los chistes y las risas que habían sido raros en las últimas semanas empezaron a surgir de nuevo.

Hiroshi y Yuto se quedaron un poco atrás, observando a Kai y Ethan caminar juntos unos metros por delante.

—¿Crees que esto funcionará? —preguntó Hiroshi en voz baja.

Yuto lo miró, sus ojos brillando con una leve preocupación.

—No lo sé. Pero es un comienzo. Al menos aquí podemos respirar sin sentir que el mundo nos está mirando.

Hiroshi asintió, sabiendo que, aunque las cosas no serían fáciles, este era un paso en la dirección correcta. Mientras caminaban en silencio, una brisa suave los envolvía, y por un momento, todos sintieron una paz que hacía mucho tiempo no experimentaban.

Este viaje sería una prueba para ellos, una prueba que determinaría si su amistad era lo suficientemente fuerte como para superar los desafíos que enfrentaban. Pero por ahora, estaban juntos, y eso era lo único que importaba.