La melodía de mi corazón/Blindshipping

capítulo 21

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-Tienes algo más que decirme, sabes que estoy para eso y lo sabes perfectamente.- Dijo Mana.

Suspiré profundamente, la verdad es que si le contaba todo la iba a estresar, pero como ella me lo ha dicho y repetido, esta para eso, para escuchar a las personas que tienen problemas ¿no?, por algo es psicológica

-No se por donde empezar, no creo que tengo caso que te lo diga, son solo problemas de adolescentes absurdos, nada más ni nada menos.- Dije y me recosté en el respaldo del sofa, dejé que mis mano estuvieran en mis costados.

-Podrán se problemas de 'adolecentes', pero para ti es muy duro llevarlo sobre tus hombros, solo deseo que estes bien contigo misma.- Dijo mi psicóloga.

Me quede mirando un punto fijo de la pared.

-¿Cómo pasamos del poder superar la muerte de mis padres a esto?- Respondí.

Ella se rió para aligerar el ambiente tenso.- Bueno, si tomamos en cuenta que, cuando llegastes aquí estabas hablando contigo misma, algo que según tengo presente no lo haces al menos que algo te preocupe demasiado, y conociendote vas a terminar desquitándote con los demás.- Respondió Mana.

Miré mi mano lastimada, ya había cicatrizado un poco después de ese día, me dolía un poco, pero no era para hacer escándalo. Lo bueno es que nadie se dió cuenta, y me alegro de cierto modo.

-Solo estoy aquí por un motivo, y lo sabes Mana...- Dije seriamente.

Volví a coger aire para seguir hablando, Mana no me interrumpió.

-No se por que sigo aquí, realmente no creo que nesecite más secciones, ya estoy mejor, y tu lo sabes...he cambiado estos últimos 10 años, me has visto sonreir incluso, ya estoy bien. ¿Porqué nadie ve eso? Ni siquiera tú.- Bajé la vista a mis piernas, una de ellas rebotaba en su sitio, estaba impaciente.

¿Cuándo acaba nuestra cita?

Ya creo que han pasa unos 15 minutos aproximadamente.

Oigo que Mana, se levanta, sus pasos sobre el piso de madera suenan por la habitación, luego siento que ella se sienta a mi lado, en el sillón.

No dice nada, parece que estaba pensando lo que iba a decirme, con cuidado y paciencia vuelve a hablar.

-Yugi...- Dijo. No dije nada.

- Creas o no, si me dado cuenta tu evolución durante estos daños, si te pregunto si estas bien es porque es obvio que lgo pasa por tu mente, desde un principio, cuando llegastes a mi consultorio, te lo dije, yo estoy aquí para asimilar tus pensamiento y problemas, para que pudieras buscar una solución y seguir adelante...- La interrumpí.

-¿Y si ya no quiero seguir con esto?- Dije con la voz rota y baja.

-Pues tendrás tus motivos para esa drástica decisión.- Dijo Mana con calma.

-¡¿Cómo puedes estar tan serena?!- Exclamé en voz alta alterada.

Mi corazón latía demasiado rápido para mi gusto, mis manos estaban heladas cuando la habitación estaba cálida, mis piernas se movían, estaba inquieta.

Mana se dió cuenta de esto, se preocupa un poco por que era la primera vez que me estaba pasando algo así, hasta yo estaba asustada.

- Yugi, escúchame ¿si?- Dijo Mana. Su voz sonaba preocupada, frució el ceño intentando encontrar respuesta a mi comportamiento corporal.

Un dolor fuerte apareció en mi pecho, sentí como todo daba vueltas y escalofríos que recorrían mi espalda empezaban a salir a la luz.

-Calma toda va estar bien...- Me susurró Mana. Veo un poco a través de mi cabello tricolor que saca su celular del bolsillo de su blusa de color beige, está escribiendo algo en el teléfono.