capítulo 28

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-Si no puedes no te obligaré, se que es difícil pero...

-No, quiero hacerlo y debo decírtelo. Si seguimos así no nos llevará a ningún lado.

Asentí.

La chispa de los nervios empezaban a surgir, se que esto realmente era necesario, no solo para mantener a salvo nuestra relación, si no más bien fomentar la confianza entre los dos. Es complicado pero no tenemos tantas opciones para tomar.

-Soy toda oídos-le dije.

Se muerde el labio y desvía su mirada. Está nervioso. Trato de poder calmarlo mimando sus manos o jugando con sus dedos, de vez en cuando sonríe o carcajea. Debo tener paciencia. Toma entre sus manos de vaso para tomarselo sin hacer pausas, casi se atora. Le si unas suaves palmadas en la espalda cuando comenzó a toser.

-Lo siento-me dijo y se frotó los ojos con cansancio.

-Descuida.

Luego de que él exhaló miró de nuevo su vaso.

-Cuando era niño. Me acuerdo tanto que solo tenía un simple propósito, seguir la herencia de familia. Seguir en la Corporación Sennen. Fui entrenado para dejar mis propios pasatiempos y por ende una parte mi murió con el tiempo...

-Debió ser muy duro para ti durante tantos años.

-Ni que lo digas-.

-Continúa..-dije.

-No tuve la posibilidad de hacer amigos, en parte por que solo fui educado en casa, según mis padres decían que no debería de juntarme con gente de la calle. Viví creyendo eso....

¿Cómo podía exitir esa clase de gente?
Ahora entiendo porque era demasiado frío cuando lo conocí.

-...Cuando tuve el valor suficiente de enfrentarme a mis padres, no tuve otra alternativa que huir, como era de costumbre, ellos sabían que si llegara a desaparecer del mapa perderían a su único heredero, lograron convencerme de que me quedara a vivir en una de las tantas casas que teníamos..

-Por eso estas aquí-dije pensando y uniendo puntos. Por eso vivía tan apartado de la ciudad. Era por que quería estar lo más lejos posible de su familia.

-No tenía planeado completar mis estudios. Pero insistieron a que los terminara. Con una condición; poder estudiar en un Instituto, conocer gente y hacer amigos...

-Sabiendo ellos lo difícil que soy para cambiar de opinión aceptaron...

Debía de haber más, veo que él lucha en decirme algo. Esto me deja un sabor malo; ¿Era algo demasiado delicado para decírmelo?

-Pero...-insistí. Él vuelve a servirse otro trago y se lo toma.

-No te exigiré en que me lo digas si no puedes.

-No. Si no te lo digo me voy a repentir.

-Entonces..., suéltalo.

Se acomodó para quedar frente a mi. Sus ojos se cristalizan y su nariz se pone un poco roja. Con amor deja que su mano acaricié mi rostro.

-Vamos se que puedes, confia en mí-le dije dulcemente.

-Me odiarás.

-No puedo hacer eso. No después de haber pasado tantas cosas...

-Tendría que casarme cuando me graduara de la secundaria...

Se sintió como si me tiraran un blade de agua helada. Sin estar segura de querer oir la otra parte le dije:

La melodía de mi corazón/BlindshippingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora