capítulo 25

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-¿Qué te ocurrió?-pregunté preocupada, Atem solo se acurrucó más hacia mi.

-Te extraño.- Dijo el con voz lastimera y tierna, nunca lo había escuchado así.

-Vamos, no puedes quedarte todo la noche lamentandote.- Lo ayudé a levantarse para que solo terminara apoyado a un lado del vehículo riéndose como todo un loco.

-¿Qué te causa tanta gracia?-Dije seria.

-¡El haberte encontrado parece... irreal, por esooo!-

Atem no cambiaba nunca, me volvió abrazar pero yo no quería, él era más fuerte que yo así que ganó la batalla. Su cabello era un completo desastre, olía a alcohol y a las cenizas de algún cigarro. Su camisa negra apretaba su pecho y brazos tonificados, no voy a mentir, se veía tan bien; su pantalón (igual de color negro) estaba algo sucio y roto en ciertos sectores, los zapatos era simples botas que brillaban por la luces de los carteles neones de la calle, por último, tenía colgado un simple collar con dos anillos de un diseño simplista pero hermoso a la vez, sus pulseras (casi de un estilo darks) estaban en sus muñecas y como cereza del pastel un piercing en el lóbulo de su oreja izquierda.

Parecia un maldito fuckboy.

-Eres igual estando ebrio y sobrío.-Puse los ojos en blanco.

-¿Y ahora que?-Dijo el chico de cabello castaño cruzado de brazos.

-Me imagino que el primer paso es llevarlo a casa.- Dije como si fuera lo más obvio

-Te ayudó a meterlo al auto en los asientos traseros, me tengo que ir, si Mana se llega enterar de esto me matará.- Dije, él asintió y ambos logramos ingresar a Atem al auto.

-¡Por favor pon de tu parte!-

-¡Estoy demorando demasiado!-

...

-Listo, lo conseguimos.- Chocamos los cinco como victoria, el chico volvió alzar su mano a modo de despedida, le correspondí su saludo y se dió la vuelta para poder abrir el lado de la puerta del conductor, el vehículo emitió un sonido parecido a un ronroneo de un gato indicando que estaba listo para arrancar para poder irse.

-Bueno creo que me retiro, que pase una excelente noche.- Me despedí con una leve reverencia, el chico del cabello castaño solo hizo un ligero movimiento de cabeza para corresponder por cortesía.

Me estaba alejando, pero una mano sale disparada por la ventana agarrando mi suéter de color blanco, su agarre es firme y difícil de liberarme.

-¡Oye, deja a la chica en paz!- Dijo el conductor.

-¡No, mía!- Dijo Atem sin separarse de mi suéter.

-Atem, suéltame, me tengo que ir!- Dije agarrando su mano sacudiendola para que me soltara.

-Por que siempre causas problemas.-Dijo el chico de cabello castaño golpeándose contra el volante un par de veces.

-No tengo otra opción.-Dijo Jaden.

-¡Ey, niña! Sube al auto.- Dijo él. Yo abrí los ojos por su comentario.

-¡No voy a subir al auto de un completo desconocido!-Dije aterrorizada.

-¡Shiiiii!-Cantureó Atem feliz.

-Parece que en verdad te necesita.-Dijo el chico empático por su amigo.

-Si no lo quieres hacer no hay problema, pero creo que eso lo destrozaría más de lo que ya está.-

Si Atem, más bien, terminó de lastimarme a mí, claro que lo amo pero...no creo que lo merezca, primero que nada yo también no estoy estable emocionalmente, aparte de la enfermedad que quiere entrar en mi vida, estoy hecha un caos.

La melodía de mi corazón/BlindshippingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora