-¡Agh! ¿por que estan difícil?- Arranqué un hoja más del pobre cuaderno que según iba a "cuidar". Estaba en medio de una montaña de pelotas de papel arrugados y maltratados por mi.
Cuando llegué a mi habitación tomé una pequeña siesta, literalmente apenas toqué el colchón de mi cama me desconecté del mundo como hasta las 7 de la noche, cuando desperté todo mi cuarto estaba a oscuras, y lo típico de todo adolescente, busqué mi telefono en medio de la oscuridad de la habitación si tener éxito, me tuve que levantar mi cama, cosa que no quería hacer ya que tenía pereza.
Cuando tuve el celular en mis manos lo encendí llevandome a la pantalla de bloqueo, lo desbloqueé y vi todas las aplicaciones que tenía, quería entreterme un rato antes de contarle a mi abuelo del por que llegué tan apresurada a casa, pero eso era lo de menos ahora.
Luego recordé del mensaje misterioso que me había llegado en la tarde, fui a mis contactos para verificar si lo que yo creía que había pasado era cierto.
Sip, todavía estaba ahí.
El desconocido no había enviado más mensajes, capaz se dió cuenta que era el número equivocado y ya no decidió seguir molestandome.
Pero no era más que decir que me estaba ganando la dichosa curiosidad, me lo pensé como unas tres veces si deberia o no responderle con otro mensaje para ver que quería la persona, no creo que fuera un secuestrador que estaba persiguiendo a su proxima víctima del día.
Ok, definitivamente leer me esta haciendo que mi imaginación este por los cielos y no aterrize en la tierra.
Primero que nada estaba algo ocupada en estos momentos, pensé que si descansaba un poco y dejaba de tener la mente saturada iba ser más secillo por tener la imaginacion posible, más que todo las ganas, para hacer la letra de la canción que presentaría en ese show, creo que me estoy arrepintiendo,no debí haberme metido en algo que ni siquiera hago ahora, eso era antes, cuando realmente tenía un motivo para componerlas, pero sin ningún modelo para eso ¿de donde entoces me inspiraría?
Si ven, no había forma de que ganara.
Volviendo al asunto del mensaje, daba vueltas por mi habitación, haciendome los de escenarios normales hasta los más pertubadores que creía que podia llegar imaginar acerca de que yo llegara a responder al comentario que me enviaron el dia de hoy.
Me rasqué un poco mi cabeza.- Será que... no, mejor dejémoslo asi como está.- Me dije a mi misma.
-Pero...¿si es algo importante?-
-¿Habrá pasado algo?-
- Y si conozco al amor de mi vida ahí.- Me reí, era demasiado absurdo para que fuera realidad.
-Ni que estuviera en wattpad...- Le dije a la nada.
Mi vista se detuvo en mi celular, que estaba tirado en el par de sábanas desordenadas, mordí la uña de mi pulgar desesperada de encontrar la respuesta al asunto.
¡Dios! ¿de verdad me iba a dar un fulminante dolor de cabeza solo por hacerme ideas en mi cabeza?
Solo era un mensaje.
Un mensaje insignificante.
- Me voy a volver loca con esto.- Gruñí por lo bajo.
El celular vibró con una nueva notificación para mi.
- Y ahora que pasa...- Susurré. Recogí el celular nuevamente de la cama, la pantalla brilló mientras fruncía el ceño.
Otra vez el mismo contacto, solo que con otro mensaje.
¿Qué? ¿no me vas a contestar lindura?
- ¿Y este que?- Le dije al teléfono, bueno, ovbiamente no me iba a escuchar, mucho menos del que estaba al otro lado de la pantalla.
-Como se atreve...- Dije.
Esto no se quedaría así.
Que te pasa ¿eh? No te conozco, asi que más te vale tratarme con respeto, basura.
Enviado.
Me vale lo que piense el otro, se lo tenia que decir si o si.
De verdad no sabes quien soy, Yugi.
¿Qué? ¿cómo sabía como me llamo?
Me estás asustando ¿Cómo sabes mi nombre? ¿quién eres?
Otro mensaje.
Digamos que eres mi objetivo actual 💜. Y digamos que te conozco y tu igual me conoces.
Que diablos estaba pasando, ¿objetivo? No era objeto, mucho menos era de alguien, no entendía es nada de todo esto. ¿Me estaban siguiendo?
Déjate de bromas.- Respondí.
No es ni una broma, Aibou.
No entiendo.
No volví a responder, me olía muy raro todo esto.
De nuevo otro mensaje.
Mira por la ventana de tu habitación.
Esto no era para nada gracioso. Con sospecha y dudando lo hice caso al desconocido, de a poco me fui acercando a la única ventana que había en la habitación, tenía mucho miedo, ¿quien podía ser esa persona? Y lo más importante.
¿Cómo sabía donde vivía?
Abrí de a poco la ventana, dejando entrar el aire fresco de la noche que hizo que un escalofrío recoriera mi cuerpo. Me asomé para poder ver mejor la vista que tenía a la avenida y... ahí estaba con su celular en la mano, un suéter de un color negro con pantalones del mismo tono, y como postre final, esas linda sonrisa que deslumbraba luz.
Mientras que yo estaba muriendome del coraje, vaya que hacerme asustar por las puras era algo que no me lo veía venir.
El celular de mi mano empezó a sonar en tono de llamada, con el mismo número.
Me mordí la lengua para no soltar una grosería por hacerme este chiste.
Acepté la llamada para poder contestarle, ví que él tambien lo tenía a un lado de su cara para oir lo que tenía que decir.
Sopresa.- Dijo él a través de su celular.
Atem... de esta no te libras, te lo aseguro.- Gruñí enfurruñada, pero en el fondo me estaba dando un ataque al corazón.
Oí la risa de Atem a través de la línea telefónica, y eso me hizo reír también.
Esperaré con ansias tu venganza, Aibou.- Dijo él.
Baka.- dije.
- ¡Oye! Hace frío, dejame entrar a tu casa, solo por esta vez.- Dijo Atem.
-¿Ah si? ¡ espera! La línea está fallando...- Fingí que tenía una mala conexión.- ¿eh? ¡no te escucho¡- Sin más, le colgué. Atem intentó comunicarse otra vez pero no tuvo éxito.
-Baka, ahora por chistoso te quedas afuera.- Lanzé el celular a la cama, cerré la ventana con una sonrisa vengativa y maliciosa.
"Considera esto mi venganza, Atem Sennen", y con eso salí de mi habitación.
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