— Se me hace tarde, se me hace tarde...— Andaba diciendo mientras trotaba por los pasillos del instituto para llegar rápido, no quería que me sancionaran por llegar tarde a la primera clase de la mañana, aparte, nos tocaba con Ivanna Sensei, era una persona para tenerle respeto, no quisieras tenerla de enemiga ni aunque estuviera muerta.
No señor, obvio que no.
—¡Hola Yugi!— escuche una voz agitada detrás mio, tambien iba a toda prisa como yo, solo pude ver de reojo para saber quien era que me llamaba, supongo que me estaba saludando.
—¡Hola...Yusei!— Dije a medias.
—¿Como así que llegas tarde? ¿No deberías ser la primera en estar en el aula?— Preguntó Yusei un poco burlón.
—Será mejor que ni digas nada, según recuerdo eres el favorito de todo los Senseis, en cambio yo tengo que ganarme sus corazones.— Dije exhausta. Nesecitaba un pequeño descanso, pero no era el momento preciso para eso.
—Tienes un buen punto, Yugi.— Me guiñó un ojo yo puse los ojos en blanco.
—Gracias.— Exclamé un poco irónica.
Los dos estabamos ya más cerca de nuestro aula de clases, la meta al final del tunel.
—¿Ya sabes como harás la letra de tu canción, o todavía tienes ese bloqueo de creadora increíble, eh?— Preguntó Yusei.
—Callate, no quiero ni pensar en eso, no quiero estresarme tan temprano.—Dije. Por fin, llegamos.
—Si tu lo dices.— Revolvió mi cabello como siempre lo hace Joey.
—No me despeines, ya estaba bien arreglada. ¿No sabes lo trabajoso que es peinar este bendito cabello, eh?— Me quejé y golpeé su brazo, aunque solo puso a reir.
—Simplemente me da ternura como te enojas, pareces un lindo gatito.— Dijo.
—Estas muy gracioso hoy. —Dije sin gracia.
Y con eso entramos a clases, con suerte la Sensei no había llegado. El bullicio de los estudiantes era tan alto que tuve que taparme un rato los oidos para acostumbrarme al ruido, no era la única que le afectó eso, Yusei estaba haciendo una mueca de incomodidad al igual que yo, escaneé donde estaba mi asiento y lo ubiqué, me fui a sentar después de haberme despido de Yusei.
—Hola chicos.— Dije alegre, me dieron una sonrisa y yo se lo corrspondí con gusto.
—Hola Yug.— Saludó Joey.
—Hola Yugi.— Saludó Ryou.
Nos pusimos a conversar entre nosotros, cualquier cosas que se nos ocurriera, no había alguna regla para eso. Llegó un momento en donde no prestaba atención a lo que estaban diciendo, solo trazaba figuras imaginarias en mi mesa con mi dedo, no era lo más divertido pero me ayudaba matar el tiempo no usado en algo más... ¿productivo? no se como decirlo, pero espero que se entienda.
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