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El boliche seguía vibrando a sus espaldas, como un eco distante que le recordaba que, en algún lugar atras de ellos, la noche seguía avanzando entre risas, música y desenfreno. Sin embargo, para Lucía, el tiempo parecía haber perdido su ritmo habitual desde que estaban en la terraza, juntos, compartiendo un cigarrillo y algunas palabras que, aunque parecen banale, capaz... Cargan con algo más. Sentía la presencia de Guido a su lado, tan cercana que podía notar la textura de su remera negra y el brillo de su cadena plateada bajo las luces del exterior.

Permanecieron en silencio un minuto, observando la ciudad extendiéndose ante ellos. Lucía pensó en cómo había cambiado su vida en tan solo unas semanas. Sabía que su sitio no era ahí, rodeada de gente que parecía tenerlo todo claro y bajo control. Pero ahora estaba en esa terraza, junto a Guido, un chico que alguna vez había sido inalcanzable para ella, y que ahora la miraba como si realmente quisiera entenderla. Con cada minuto que pasaba, la idea de abrirse un poco más le parecía menos imposible.

—¿Te pasa algo? —preguntó Guido, rompiendo el silencio, su voz suave, apenas un murmullo.

Lucía exhaló el humo del cigarrillo, observando cómo se desvanecía en el aire nocturno. Su respuesta fue una mezcla de sinceridad y cautela. —A veces siento que todo esto es un sueño... O una trampa. Como que en cualquier momento me arrebatan esto de las manos.

Guido la miró con una expresión que no se molestó en ocultar. Podía verlo en sus ojos, en la forma en la que sus labios esbozaron una media sonrisa llena de comprensión. —A veces, hasta yo me siento así. Pero eso no significa que no sea real. —Su tono era serio, cargado de una intensidad que no había mostrado antes.

Lucía asintió, sintiendo cómo la barrera que había mantenido entre ellos empezaba a desmoronarse. Bajó la mirada, observando la punta de sus botas mientras trataba de procesar sus palabras. La calma de la noche, el viento frío y el peso de sus palabras se mezclaron en su pecho, haciéndola sentir más expuesta de lo que quería admitir.

Entonces Guido extendió la mano y, de una manera tan natural que le sorprendió, le quitó el cigarrillo que ella sostenía entre los dedos. Llevó el cigarro a sus labios, dándole una pitada mientras sus ojos seguían fijos en los de ella, un gesto tan casual como desafiante. —No me tomes por el típico chabón de una banda que no le importa nada mas que coger con veinte minas por noche, ¿sabés? —dijo en tono suave, con una sinceridad que casi le dolió.

Lucía lo miró a los ojos, dejando que un silencio cargado de significado se extendiera entre ellos. Sentía su presencia como una corriente que le recorría la piel, y aunque una parte de ella quería poner distancia, otra se resistía a dejarlo ir.

—No sé si te tengo muy claro, Guido, no te termino de descifrar. No sé si me convence todo este "yo no soy como los demás" —respondió ella con una sonrisa apenas perceptible, en un tono de desafío.

Él soltó una risa baja, sacudiendo la cabeza como si sus palabras fueran un desafío que estaba más que dispuesto a aceptar. —Puede ser. Pero a veces, lo único que hace falta es darle una oportunidad a lo que no entendés. Mirá... la vida no siempre va a ser así de alocada y vertiginosa. Va a haber momentos donde vas a tener tiempo de sobra para pensar en quién sos y lo que querés. Y cuando ese momento llegue, espero que sigas teniendo la misma fuerza que veo ahora en vos.

Lucía sintió cómo un calor cálido le subía por el pecho. Sus palabras no eran lo que esperaba, ni en ese momento ni de él. No había cumplidos huecos, no había intenciones escondidas; había una sinceridad que casi dolía, una intensidad que la descolocaba y que la hacía replantearse todo.

Después de unos segundos, le quitó el cigarrillo de la mano, llevándoselo de nuevo a los labios. Observó las luces de la ciudad, intentando encontrar el equilibrio que sentía que había perdido en los últimos minutos. Guido la observaba, y aunque no dijo nada, ella podía sentir la profundidad de su mirada.

Telonera | Guido Sardelli Donde viven las historias. Descúbrelo ahora