Cuando volvieron al hotel después del concierto, el aire todavía estaba cargado de energía y emociones. Pato y Gastón parecían estar en modo joda, ya listos para el after y empezaron a armar un plan en el barcito que habían visto en la planta baja del hotel. Lucía sintió que todavía necesitaba un momento de paz, algo más tranquilo, para procesar todo lo que había pasado en el día.
—Voy a quedarme un rato acá en la pieza —les dijo mientras se deslizaba la mochila al hombro—, después me bajo al bar, más tarde.
Gastón hizo un ademán de resignación y Pato le dio un leve codazo.
—Bueno, vos te lo perdés, eh —le dijo Pato, sonriendo pícaro—. Pero igual, acordate, caé más tarde, vamos a estar ahí toda la noche.
Lucía asintió con una sonrisa y los vio alejarse por el lobby. Cuando se giró para subir a su habitación y cambiarse, se encontró con Guido, que se había quedado a unos metros, mirándola. No estaba seguro de si era prudente quedarse o darle su espacio, pero, fiel a su estilo, no mostró ninguna duda.
—¿Te jode si me quedo? —preguntó, como si fuera algo casual, aunque en su tono había un trasfondo genuino de preocupación y, quizás, un poco de interés de más.
Lucía dudó por un segundo, pero finalmente le sonrió. —No, obvio. Igual me iba a dar una vuelta por la playa antes de ir al bar, si querés venir…
—Dale —contestó, con una sencillez que escondía lo mucho que le alegraba pasar un rato con ella.
Los dos subieron a cambiarse rápidamente, y poco después salieron en dirección a la playa. La noche estaba fresca y tranquila, y el sonido del mar se escuchaba de fondo, relajante y constante. Caminaban en silencio, casi con una complicidad tácita. Guido iba un par de pasos detrás de ella, dándole su espacio, pero atento, como si ella fuera a desaparecer si se descuidaba.
Cuando llegaron a la arena, Lucía se detuvo y se sacó los zapatos, disfrutando del contacto con la arena fría. Guido la imitó, aunque con algo de incomodidad al principio. La playa estaba casi vacía, solo algunas sombras dispersas y el sonido de las olas rompiendo suavemente.
—Fue un buen concierto, ¿no? —dijo ella después de un rato, rompiendo el silencio. Miraba el horizonte, donde las luces de los barcos se mezclaban con las estrellas.
Guido asintió y la miró de reojo.
—Sí, estuvo bueno —respondió, sin ocultar el orgullo—. Un poco diferente, la verdad. Aunque creo que fue el público el que hizo que todo se sintiera distinto hoy… o capaz alguien más.
Lucía sonrió, pero miró hacia otro lado, evitando sus ojos. Sentía que estaba cayendo en ese juego, otra vez, y a la vez, le resultaba inevitable. Se sentía tan cómoda al lado de Guido, con esa mezcla de nervios y tranquilidad.
—A veces me cuesta creer que todo esto me esté pasando —murmuró, hablando más para ella que para él, sacando ese tema que ya se había vuelto algo molesta. —. Estar en el escenario, cantar frente a toda esa gente... Es como si estuviera en una especie de sueño.
Guido la miró con atención, captando el peso de sus palabras.
—Es normal. Creo que todos pasamos por eso al principio —contestó—. Pero te vi ahí, arriba del escenario, y parecías tan… en tu lugar. No sé, como si hubieras nacido para esto.
Esas palabras le llegaron más de lo que quería admitir. Sintió una mezcla de emoción y vértigo, y por un momento tuvo ganas de decirle todo lo que sentía, de sacarse de encima la barrera que había puesto para no salir lastimada. Sin embargo, el miedo era más fuerte. Decidió quedarse callada y simplemente disfrutar de la compañía y del sonido del mar.
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Telonera | Guido Sardelli
Fanfiction𖤣𖥧𓂃✮ 𝗠𝗶 𝗠𝘂𝗻𝗱𝗼 : Guido ✮𓂃𖥧𖤣 -𝗗𝗼𝗻𝗱𝗲 Lucía está a punto de cumplir su sueño como telonera de Airbag. -𝗗𝗼𝗻𝗱𝗲 Guido descubre en ella algo que lo deja intrigado. 𝗔 𝗙𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 𝗦𝘁𝗼𝗿𝘆 𝗼𝗳 𝗠𝘂𝘀𝗶𝗰 & 𝗟𝗼𝘃𝗲. ♪♪♪ Aviso...