Era el día del concierto. El sol de la mañana empezaba a calentar las calles de la ciudad, mientras Lucía se despertaba en su habitación de hotel, sintiendo la pesadez de la noche anterior aún en su cuerpo. Había pasado la mayor parte del día anterior caminando por Montevideo, tratando de despejar la mente de todo lo que había estado pasando en los últimos días. Había un caos emocional que no lograba ordenar: Guido, la cercanía, las conversaciones a medias y sus propios miedos. Estaba luchando con la atracción que sentía por él y, al mismo tiempo, con el deseo de mantener su distancia para no hacer más complicado lo que ya de por sí era complejo.
Se levantó de la cama, sintiendo cómo sus piernas estaban algo adoloridas por la caminata de ayer. Se estiró lentamente y miró por la ventana, mirando la ciudad que empezaba a tomar vida. Montevideo se veía tranquila, pero ella sabía que por la noche todo iba a cambiar. El ambiente de un concierto de Airbag nunca era tranquilo. Sabía que la noche de hoy sería diferente, llena de luces, de música y de energía, pero las horas previas… esas eran las que realmente la hacían sentir una mezcla de nervios y felicidad.
En el baño, Lucía se preparaba con calma. Quería verse bien, pero no demasiado. No quería sentirse como si estuviera forzando algo. Se lavó la cara con agua fría y se miró en el espejo. Las ojeras eran visibles, aunque había dormido varias horas, y su piel parecía un poco más opaca de lo habitual. Aún con todo eso, no se sentía mal. Era solo una sensación rara, como si estuviera en el limbo entre dos mundos: uno en el que era Luz, en el que tenía ser la telonera, la cantante que iba a darlo todo en el escenario, y otro en el que solo era Lucía, una chica que no quería que su vida se complicara más de lo que ya estaba.
Poco después, la banda empezó a moverse. El reloj marcaba las diez de la mañana, y el resto de los miembros de Airbag ya se habían reunido en el lobby del hotel para planificar la tarde. Lucía se unió a ellos, aunque no podía evitar sentirse un poco distante. Había algo en su interior que le impedía relajarse completamente. Guido, como siempre, estaba callado, con los ojos fijos en su teléfono, como si no estuviera realmente presente, pero Lucía notó que había algo diferente en él. Tal vez era su postura o el leve gesto de inquietud que apenas se asomaba en su rostro, algo que ella nunca había visto en él.
Poco después de encontrarse en el lobby, el grupo subió al colectivo que los iba a llevar al lugar del concierto. Lucía, sentada del lado de la ventana, miraba cómo la ciudad se desvanecía mientras el colectivo avanzaba por las calles de Montevideo. Sentía el zumbido en su cabeza, como si estuviera esperando a que algo pasara. Pero, al mismo tiempo, intentaba calmarse. Es solo otro concierto, se repetía en su cabeza. Es solo otro show. Pero no lo sentía como tal. Cada paso que daba hacia ese escenario, cada minuto que pasaba con la banda, parecía acercarla más a una conclusión que no quería enfrentar.
El colectivo se detuvo cerca del lugar del concierto, un estadio que ya comenzaba a llenarse de fans. El aire estaba impregnado con el aroma a verano y a tierra caliente. Lucía se bajó junto a los demás, con el nerviosismo creciendo en su pecho. No era un nerviosismo por cantar, por presentarse ante el público; eso ya lo había hecho antes. Pero el ambiente de hoy, las expectativas, y lo que estaba pasando entre ella y Guido, lo hacían todo más complejo.
Mientras esperaban para entrar al vestuario, Lucía intentó relajarse un poco. Se sentó en un banquito del pasillo, apartada de los demás, buscando ese momento de paz que necesitaba antes de enfrentarse a la multitud. En ese momento, sentía la necesidad de desconectar, de pensar solo en ella misma, aunque fuera por unos minutos. Quería pensar en la canción que iba a interpretar, en cómo debía prepararse para el show, pero su mente siempre volvía a Guido.
Lucía se dirigió al camerino ni bien estaba listo, intentando distraerse con cualquier cosa que encontrara a su alrededor. Tenía el corazón latiéndole a mil y no sabía cómo frenar esa marea de pensamientos que se habían desatado. No podía sacarse de la cabeza la cercanía de Guido, el sonido de su guitarra mezclado con su voz, y la forma en que él la miraba, como si realmente la entendiera, como si pudiera ver algo más allá de la imagen de chica rebelde que siempre mostraba.
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Telonera | Guido Sardelli
Fanfiction𖤣𖥧𓂃✮ 𝗠𝗶 𝗠𝘂𝗻𝗱𝗼 : Guido ✮𓂃𖥧𖤣 -𝗗𝗼𝗻𝗱𝗲 Lucía está a punto de cumplir su sueño como telonera de Airbag. -𝗗𝗼𝗻𝗱𝗲 Guido descubre en ella algo que lo deja intrigado. 𝗔 𝗙𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 𝗦𝘁𝗼𝗿𝘆 𝗼𝗳 𝗠𝘂𝘀𝗶𝗰 & 𝗟𝗼𝘃𝗲. ♪♪♪ Aviso...