Grimes {Carl y tú} (CANCELADO)

Capitulo siete

El Sol se pegaba en nuestras caras, era abrazador y el calor no dudaba en salir. Nos notaba cansados y hambrientos.

-¿Porqué no paramos hoy?- me miraron -Estamos cansados y sudados, deberíamos parar o alguien probablemente se podría desmayar- mire a James, quien estaba algo fatigado.

-Vale, pues busquemos un lugar seguro-. Propuso Rick y miramos hacía el bosque.

-Bien vamos.

Todos juntos nos aventuramos, yo estaba en medio de ellos mientras todos agarraban con firmeza sus respectivas armas. Michonne nos cubría la espalda, Rick delante atentó y Carl pendiente de mí y James.

-Ojalá encontremos algo pronto- me abrazó James, a quien sostenía en brazos.

Logramos llegar a un lugar situado cerca de una roca, era ''acogedor''.

-Podríamos quedarnos por aquí hoy, parece seguro- todos asentimos y nos tumbamos en el suelo, suspirando y aliviados. Las hojas que habían caído de los árboles estaban mojadas, ya que había llovido. La tarde transcurrió tranquila, un que otro caminante.

Mientras se iba atardeciendo tape a James con una sudadera para que pudiera dormir un rato.

-Debes descansar, aunque mañana estemos en un sitio seguro eso no significa nada ¿entiendes?- le di un beso en la frente y lo deje descansar. Michonne y Rick fueron juntos a ver si había comida.

-Oye, Carl... ¿qué piensas hacer cuándo esto termine?

-No tengo ni idea... ¿Y tú?

-Demandar a los laboratorios- ambos comenzamos a reír. Verlo reír era lo mejor de este mundo.

-Tengo miedo ¿cómo saldremos luego de aquí?- suspire, y me recosté en el hombro de Carl

-De la misma forma en la que has llegado hasta aquí. Has sido fuerte verdad, tienes una razón por la que seguir- miró a James con los ojos cerrados. Se veía tan Inocente ¿cómo un niño como él tenía que vivir todo esto? -Yo también soy una razón por la que vivir- me miró entre su pelo, sonrojado.

-También- cerré los ojos y sentí la brisa en la cara, jamás había sentido tanta tranquilidad.
Sentí el brazo de Carl posándose al rededor de mi cuello.
Entonces escuchamos que en los arbustos se escuchó algo.
Inmediatamente quitó su brazo, y nos levantamos, despertando así a James.

-¿Quién anda ahí?- gritó, poco a poco algo se iba acercando.

De entre los arbustos salió un chico, con una mochila y una tortuga en la mano.
Su pelo era rubio, y ojos marrones. Era alto, más alto que Carl, moreno y con pecas.

-No voy a haceros daño. Vengo en paz- levanto las manos junto con la tortuga en ellas. -Estaba buscando algún superviviente- James me agarró fuertemente la mano.

-¿Cómo has sobrevivido?

-He estado comiendo de todo e incluso hierva, he logrado conseguir comida- se quitó su mochila y la abrió, sacando de ella puré, y comida en lata.

-¿Cuántos caminantes has matado?

-Hasta ahora varios, he perdido la cuenta.

-¿Humanos?- el chico dudo por un momento y volvió a mirarnos

-Tres.

-¿Porqué?

-Iban a matar a mi familia, y a seres queridos- No vaciló al contestar. Carl bajo el arma pero aun así lo observo receloso.

-Puedes estar aquí hasta que venga mi padre, entonces decidiremos que hacer contigo, puedes sentarte en ese árbol de allí- lo miró tal así como enfadado -Ya sabes, para no bajar la guardia.