Capitulo dieciséis

65 8 2
                                    

Habían pasado varias semanas más desde que desperté.

Dwight me había estado ayudando con la mano amputada. La había estado controlando mucho mejor, solía visitar a Daryl para poder visualizar dónde podría estar la llave. Ya sabía que Dwight la tenía, pero por lo general Negan luego la reclamaba. Sabíamos que la guardaba en algún lugar, pero seguíamos sin saber dónde.

-¿Y si entro en su despacho?- sugerí

-Es arriesgado- advirtió Daryl. Me relamí los labios, a la vez que me arrancaba un trocito de la piel muerta. Busqué por la pequeña habitación en busca de soluciones al problema. Recordé la charla de la semana pasada con mi compañero de lucha. Acerca de Sherry, la esposa de Negan.

-Sherry.

-¿Quién?- se extrañó.

-Sherry la ex esposa de Dwight. Es ahora esposa de Negan- suspiré -Creo que podría ser la solución a todos nuestros problemas.

-¿Cómo piensas hacerlo?

-Estoy segura de que si Dwight se lo pide, ella lo buscaría y se lo daría.

-Estas olvidando una cosa- hice una mueca ante la frustración de mi brillante plan.

-¿Qué?- pregunté exaltada. Más que una duda, parecía un reclamo.

-Negan está ahora con ella. Has visto lo que hizo esa basura con Dwight- se cortó, tomando aire -Y además ¿quién nos dice que Sherry no esté enamorada de Negan?- me jalé el labio inferior. Es verdad ¿cómo podríamos solucionarlo? Suspiré. Me tiré al suelo, en plena oscuridad.

-¿No te vuelves loco ante esta oscuridad?- escuché un <<no>> tan bajito que pensé que era yo, la que lo había pensado.

-Es difícil. Pero entre que sueles venir, uno se acostumbra. Además ponen una música de mierda- lo dijo tan fuerte ya que quería que alguien lo escuchara. Me apoyé en mis brazos y miré su contorno.

-¿Porqué Carl me ha estado buscando?- esa duda siempre había estado rondando en mi cabeza. Si no lo preguntaba estaba segura de que me iban a salir letreros. Escuché un bufido por su parte.

-Os prometisteis algo.

-¿PROMETERNOS?- era más bien una retórica. ¿Lo había hecho? Imposible, hasta donde yo recuerde... creo, que no le dije nada -¿Cómo lo sabes?

-Él me lo contó- me sonrojé. Quería saber qué más había ocurrido entre los dos.

-¿Te contó algo más?- antes de que Daryl respondiera Dwight golpeó la puerta. Era hora de irse -Me lo contarás luego. Por ahora haré unos recados-. mi amigo abrió la puerta, me despedí y salí. Me quedé en el pasillo, planteándome entre si pedirle a Dwight lo de la llave, o directamente solicitárselo a Sherry. El mayor me preguntó si estaba bien, le miré la parte del rostro quemada. Asentí y me fui. Tenía que hablar con aquella mujer.

Caminé un largo rato, buscándola por la fabrica. Pregunté a algunas personas, pero nadie sabía nada de nada. Al igual que con Daniel. Nada. Después de haber recorrido todo de pies a cabeza, fui a comer con Dwight. Le pregunté si tenía alguna relación con Sherry después de todo ese rollo. Él no quiso tocar el tema. No desde la semana pasada.

Después de la comida, por sorpresa me la encontré en el pasillo. Ella parecía tan sorprendida como yo.

-Me han dicho que me estabas buscando ¿necesitas algo?- miré sus ojos verdes. Esperando a que me contestaran ''sácame de aquí''.

-S...Sí- sonreí -¿Me puedes acompañar?- la llevé a un lugar solitario del edificio. Ella me siguió, ambas en completo silencio. Estaba ordenando las palabras para llegar al tema.

-¿Eres la esposa de Negan?- ella asintió con un poco de amargura -Yo... quería pedirte una cosa...- me sonrojé. Miré mi brazo, y luego la volví a mirar. Ella también lo había hecho.

-Dime- decía totalmente amigable.

-Es sobre un asunto que está encerrado- ella parecía comprender. Me miró con recelo. En ese momento me puse nerviosa.

-Entiendo, pero...

-Antes de que continúes, quiero preguntarte ¿Eres feliz?- Sherry se tensó. Miró al suelo.

-Veras, sé lo que quieres... Pero es arriesgado- murmuraba -Créeme, lo he estado pensando. He bajado varias veces a verlo- me asombré. ¿Porqué Daryl se hizo el loco?

-¿Has bajado?- ella asintió.

-Él me ayudó, nos salvó- aún en shock, escuché la historia que había detrás de su llegada al Santuario.

-Entonces... tú- ella asintió -Daryl os ayudó.

-No sabía si hacía bien en contártelo. Por eso me negué- me explicó -Pero necesito distraer a Negan.

-Yo, podría distraerlo- me examinó con curiosidad, esperando a que le contará más -Coges las llaves, me encargaré de que Dwight se deje la puerta abierta, para que Daryl salga.

-Te tendrás que tele transportar- yo asentí.

-Pero creo que será mejor mañana- yo acepté -Espérame en el patio, si me ves rondando por ahí es que Negan esta cerca. Encárgate de eso antes de que se acerqué a mí. Después de ello, lleva a Negan a cualquier otra parte, lejos del sótano- a medida que lo iba planeando, me imaginaba la escena, después de que me terminara de contar el plan nos dividimos hasta la mañana siguiente.

Esa noche no dormí nada, se me habían congelado las manos. Parecían hielo.

En cuanto escuché movimiento, salí corriendo al patio. No había rastro de Sherry. Mientras esperaba en el patio, miraba al horizonte detrás de la valla. Sentía que estaba en una cárcel. Cuando volví la vista a mirar si estaba por ahí, ella me miraba sonriente. Me señaló que venía por la izquierda.

Saltando como una colegiala feliz, fui en busca de Negan.

-Hola- ladeé la cabeza y sonreí. Él colocó los ojos en blanco.

-¿Qué quieres mocosa?

-Has visto que tienes moho en un lugar de la fábrica. Eso da mal olor, y es asqueroso. Negan, debes cuidar más el Santuario. Por algo lo llaman Santuario, y eso quiere decir L-I-M-P-I-O.

-No tengo tiempo para tus juegos- me apartó del camino. Nerviosa fui detrás de él. Le agarré la muñeca para alejarlo de allí- él me retorció el brazo, y caí de rodillas en el suelo.

-¡NEGAN! ¡NEGAN!- le grité. Pero no me escuchaba. Me estaba arriesgando a un puñetazo. Pero debía salvar a Daryl. Con eso, Rick sabría dónde estoy y con suerte me rescatarían.

Corrí deprisa, pero me frene en secó. Él estaba hablando con Dwight ¿Cómo podría entonces Sherry darle las llaves de la motocicleta? Corrí hasta el despacho de Negan. Ella no estaba por ningún lugar. Bajé hasta el sótano, la puerta estaba abierta. Me asomé, y ya no estaba Daryl. Sonreí. ¡Había escapado! Pero comencé a escuchar disparos, me apresure hasta el patio.

Y entonces lo vi. Juro que lo recordé, recordé todo lo que había olvidado. Los traumas, los llantos, la promesa, recordé cómo sentía todo por él. Pero estaba más cambiado, más mayor, su pelo era más largo, tenía su típico gorro de policía. Aunque un parche tapaba su ojo.

Pero para cuando me di cuenta, habían dos hombres desparramados en el suelo, y él también lo estaba. Corrí, me lancé al suelo. Me interpuse entre él y Negan.

-¡No le hagas daño!- el líder de aquellos hombres, pidió que me retiraran de allí -¡POR FAVOR, DÉJAME HABLAR CON ÉL!- supliqué. Él dijo que me llevaran a su oficina. Carl levantó la cara del asfalto, me miró -No te he olvidado- le dije. Parecía en shock. Ambos estábamos en shock.

Esos hombres me llevaron hasta la oficina de Negan. Estaba dándome leves golpes en la cabeza, con la intención de que me pasará el dolor de cabeza por el esfuerzo realizado. Cuando escuché que abrían la puerta. Miré detrás de mí. Ahí estaba Negan y detrás suyo salió Carl.

Nos quedamos mirando durante un largo rato. Yo no parpadeaba, solo lo observaba. Observaba sus cambios, observaba su piel, su pelo castaño oscuro... y por último su ojo.

-Alma.

-Carl.

Grimes {Carl y tú} (CANCELADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora