Grimes {Carl y tú}

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Prólogo:

Me desperté a las tres de la mañana por que escuche que arañaban la puerta de mi habitación. Debía de ser mi gata Liz haciendo de las suyas. No preste mucha atención y cerré los ojos.

Volví a quedarme dormida hasta que oí que el sonido incrementaba, primero levemente y luego más frenéticamente.

Me incorpore y me puse las zapatillas para andar en casa. Fui hacia la puerta, primero pensé que era mi gata pero no. Escuche un gruñido fuerte.

Cogí una sombrilla que tenía a la mano y la apreté con fuerza, sería un ladrón, quién sabe.
Abrí la puerta levemente y entonces un hombre de aspecto desastroso irrumpió en mi habitación, se abalanzó encima de mí y quería morderme.
Con la sombrilla le golpeé la espalda, gruño e intente con más fuerza pegarle.

Con la punta de la sombrilla le pegue en la cabeza y esta se terminó enterrando en el fondo de su cráneo. Me lo aparte de encima y me arrastre por el suelo hasta darme con mi armario en la espalda.

El aspecto era asqueroso, él tenía la camisa rasgada y le salía sangre. Yo estaba temblando y observando mi entorno. Me levanté y con cuidado le saque la sombrilla de la cabeza.
Me asome por la ventana, estábamos a oscuras, el barrio entero. Y había gente caminando fuera.

Entonces recordé viejos cómics de mi infancia, los que leía con mi primo Billy. Hablaba sobre zombies, decía que en algún momento de nuestra vida los científicos inventarían algo que infectara a toda la sociedad.

¿Podría ser esto el caso?
Salí de mi habitación evitando hacer ruido. Mire en la habitación de mi hermano, estaba dormido.

-Mark... Despierta...- dije gimoteando -¿Mark?- alce un poco la voz y lo gire, observe que tenía una bala en la cabeza y tenía los ojos en blanco.

Mi hermano tenía 9 años. No se merecía estar en este estado. Se veía tan frágil.

Me aparte y me seque los mocos con la manga del pijama.
Salí y me asome a la habitación de mis padres. Me dirigí a la cama y no estaban, pero había sangre en toda la cama. Y nada.

Estaba sola, completamente sola. Baje al segundo piso con cuidado. No había nadie. No escuchaba nada.
La puerta de la calle estaba medio abierta y la abrí a la mitad, asomando mi cara. Había gente caminando, como sonámbulos. Esta es la prueba de que la historia de mi primo era cierta.

Entonces tendría que andar con cuidado porque a ellos les gusta la carne humana, y se guían por el ruido.

Con sigilo saque medio cuerpo afuera y mire de izquierda a derecha. No había ninguno. Salí con cuidado, con la sombrilla en mano y caminando despacio.

《No atraigas a ninguno》me dije a mi misma.

Camine un kilómetro hasta la calle Pird 58. Gire a la izquierda, los semáforos funcionaban y la luna alumbraba todo. Podía observar las estrellas y desee estar en cualquier otro lado menos ahí.

Grimes {Carl y tú} (CANCELADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora