Había una vez un pequeño pueblo cerca de un lago rodeado de leyendas, conocido como el Lago Silencioso. La gente del lugar decía que por las noches, cuando la luna estaba llena, se escuchaban extraños ruidos cerca del lago y aparecía una figura misteriosa llamada El Enmascarado Pálido. Aunque nadie había visto realmente qué o quién era, todos creían que se trataba de alguien buscando algo importante que había perdido en el lago.
Una noche, un grupo de amigos decidieron acampar cerca del Lago Silencioso para disfrutar de una aventura al aire libre. Encendieron una fogata y compartieron historias de misterio, riéndose de las leyendas locales. Pero, cuando la noche avanzó, el ambiente se tornó más silencioso y oscuro, y empezaron a sentir como si alguien los estuviera observando.
De repente, uno de los amigos miró hacia la orilla y vio una figura borrosa. A pesar de la distancia, podía notar que esta figura llevaba una máscara blanca con una extraña sonrisa dibujada. Con algo de nerviosismo, el grupo decidió investigar, pensando que quizá alguien les estaba jugando una broma.
Cuando se acercaron, la figura levantó una mano en señal de saludo, y aunque sus ojos no se veían detrás de la máscara, algo en su presencia parecía tranquilo. “Hola,” les dijo en un tono bajo y calmado, “¿se han perdido?”
El grupo se miró entre sí, sin saber qué responder. Uno de los amigos se animó a preguntar: “¿Eres... el Enmascarado Pálido del que habla el pueblo?”
La figura asintió lentamente. “Sí, pero no soy como piensan. No hago daño a nadie; solo cuido de este lago y de los recuerdos que aquí se guardan. Estoy aquí para protegerlo de quienes podrían hacerle daño.”
Al escuchar esto, los jóvenes sintieron alivio. El Enmascarado Pálido les explicó que el lago era un lugar muy especial, lleno de historia y secretos que guardaba con cuidado. Les dijo que, en realidad, la gente había malinterpretado sus intenciones, pensando que él quería asustarlos, cuando en verdad solo cuidaba de aquellos que se acercaban.
Al despedirse, el Enmascarado Pálido les pidió que cuidaran del lago y respetaran el lugar, para que sus historias continuaran en armonía con la naturaleza. “Recuerden siempre,” les dijo suavemente, “que cada historia guarda una lección. Este lago y yo, estamos aquí para recordar a todos que deben cuidar lo que aman.”
Con estas palabras, el Enmascarado Pálido desapareció lentamente entre los árboles, dejándolos con una historia que jamás olvidarían. Desde esa noche, los amigos nunca dejaron de recordar aquel encuentro, y cada vez que volvían al Lago Silencioso, siempre trataban de dejarlo mejor de como lo habían encontrado.
En el mismo lago de las leyendas, conocido como el Lago Silencioso, unos leñadores llegaron una mañana con planes de cortar los árboles alrededor del bosque. El bosque era denso y los árboles viejos, perfectos para el trabajo que tenían en mente, y no pensaron dos veces antes de preparar sus herramientas.
Uno de los leñadores, Marcos, observó con algo de inquietud cómo la niebla se levantaba sobre el lago, dando al lugar una atmósfera inquietante. “¿No creen que este lugar tiene algo... raro?” comentó a sus compañeros. Ellos se rieron, diciendo que las leyendas del Enmascarado Pálido eran solo cuentos para asustar a los niños.
Sin embargo, mientras comenzaban a cortar, un extraño silencio los envolvió. Los pájaros dejaron de cantar, y el bosque entero parecía contener el aliento. Entonces, sin que lo notaran de inmediato, una figura apareció entre los árboles: alta, delgada, con una máscara pálida y sin expresión, pero con una energía que los hizo sentir como si una sombra helada los cubriera.
“¿Quién anda ahí?” gritó uno de los leñadores, mirando alrededor. Pero la figura no respondió; simplemente los observó desde la distancia, en completo silencio.
Cada vez que levantaban el hacha, el Enmascarado Pálido daba un paso adelante, pero nunca hacía un sonido. Uno a uno, los leñadores empezaron a sentir una mezcla de miedo e incomodidad que los ponía cada vez más nerviosos. “Creo que deberíamos irnos,” dijo Marcos, quien se sentía cada vez más vigilado. Sus compañeros rieron, pero sus risas se fueron apagando a medida que el ambiente se volvía opresivo.
Claro, aquí tienes una versión con ligeras sugerencias de tensión, manteniendo el tono moderado:“¿Alguien más ha visto eso?” Pero sus compañeros lo ignoraron y continuaron, sus hachas rompiendo el silencio.
Con cada árbol que caía, el enmascarado parecía acercarse un poco más, y los leñadores comenzaron a sentir una presión en el pecho, como si algo invisible los estuviera vigilando. La tensión aumentó cuando uno de ellos tropezó y sintió un toque frío en el hombro, como si alguien estuviera detrás de él. Al girarse rápidamente, solo vio la máscara sin expresión del Guardián, mirándolo en silencio.
El hombre retrocedió, y sus compañeros también se detuvieron al notar la figura. Sintieron miedo y comenzaron a correr, dejando atrás sus herramientas y su orgullo. Con cada paso, podían sentir la presencia del Guardián acercándose, y aunque nunca oyeron su voz ni vieron sus movimientos, el miedo a ser atrapados fue suficiente para hacerlos huir del bosque.
Finalmente, uno de los leñadores susurró, “¡Es él! Es el Guardián del Lago, el Enmascarado Pálido. ¡No deberíamos estar aquí!”
Fue entonces cuando, en un abrir y cerrar de ojos, el Enmascarado Pálido desapareció entre los árboles. Un viento frío recorrió el lago, y los leñadores, sintiendo que habían sido advertidos, dejaron sus herramientas y huyeron sin mirar atrás. Al llegar al pueblo, juraron nunca volver al Lago Silencioso.
Desde ese día, el bosque permaneció en paz, y se dijo que cualquiera que intentara dañarlo sería recibido por el guardián, siempre listo para proteger su hogar.
![](https://img.wattpad.com/cover/383220816-288-k982467.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La Casa de las Historias de Terror.
Paranormalson muchas historias de terror en un solo libro, pero puede haber historias que se conecten. Pero recomiendo leer como lo he puesto