Tú y tus amigos llevaban semanas escuchando historias sobre el Godhat, una entidad oscura y despiadada, aunque siempre pensaste que solo eran rumores y leyendas de internet. Sin embargo, tus amigos estaban decididos a investigar, convencidos de que encontrarían pruebas. A pesar de tus dudas, aceptaste acompañarlos.
Esa noche llegaron a una casa en ruinas en las afueras de la ciudad. Era una estructura abandonada, cubierta de maleza y con paredes llenas de grietas. Al entrar, el olor a humedad y polvo los envolvió, y el crujido del suelo bajo sus pies hacía que cada paso fuera aún más inquietante. Recorrieron el primer piso y encontraron una vieja habitación llena de hojas y papeles esparcidos, como si alguien hubiera dejado abandonada una investigación. Al fondo, una laptop apagada, cubierta de tierra.
Cuando encendieron la laptop, lo único que parecía funcionar era un archivo de texto llamado “Advertencia Godhat”. Al abrirlo, leyeron información sobre el ser, sus orígenes y, lo peor, sobre su crueldad. Un último párrafo los dejó helados:
“Quien ose buscar o conocer los secretos de Godhat, recibirá su maldición y su muerte será segura.”
Asustados, apagaron la laptop y quisieron irse. Pero en ese momento, una ráfaga de viento cerró las puertas y apagó las luces, dejándolos a oscuras. Desde una de las ventanas, el líder del grupo notó una sombra que se movía en el exterior: una figura humanoide de ojos intensamente brillantes y piel pálida que los miraba fijamente. En un segundo, en la pantalla de la laptop, apareció un mensaje: "Sé que estáis aquí dentro.”
De pronto, la figura se teletransportó dentro de la casa. Estaba ahí, frente a ellos, y en un tono de voz helado, susurró: “Quien conoce mis secretos no tiene escapatoria.”
El miedo se apoderó de todos. Intentaron correr, pero era como si la figura se moviera a la misma velocidad que sus propios pensamientos, bloqueándoles el paso en cada esquina. A cada segundo, los ojos del Godhat se encendían con un brillo siniestro que parecía devorar la luz misma.
En un intento desesperado, uno de tus amigos, el valiente del grupo, trató de enfrentarlo y gritó desafiante: "¡No puedes con nosotros!”
Godhat no dijo nada; simplemente lo miró con una mezcla de lástima y desdén. Antes de que nadie pudiera reaccionar, extendió una mano hacia el valiente, y en un instante, su cuerpo se desmoronó en el suelo, como si su esencia misma hubiera sido arrebatada.
Sin opción, tú y los demás huyeron despavoridos hacia el sótano, esperando encontrar una salida. Pero al descender, escucharon los pasos de Godhat siguiéndolos, como si disfrutara cada segundo de su desesperación. Con cada paso, una voz retumbaba en sus mentes:
"No hay lugar seguro para los que buscan mis secretos. Sus almas son mías."
Desesperados, fueron cayendo uno por uno, atrapados en el laberinto de terror que Godhat había creado. Cada vez que se giraban, una sombra aparecía detrás, desvaneciéndose justo cuando creían haberla eludido. Al final, solo tú quedabas, temblando, esperando tu destino.
Godhat se acercó y te miró de una forma que te hizo sentir como si tus pensamientos más oscuros fueran revelados. En un tono susurrante pero imponente, dijo:
“Ya no eres el mismo. Tus recuerdos están ahora impregnados de mí. Esta noche, lo que queda de tu cordura se irá conmigo.”
Sin poder gritar, caíste al suelo, y el Godhat, como un depredador satisfecho, se desvaneció en las sombras. Cuando despertaste, estabas en una sala de hospital, sin entender si lo que viviste fue real o una pesadilla. Sin embargo, cada vez que te mirabas al espejo, una sombra oscura y una sonrisa siniestra aparecían a tu espalda, recordándote que Godhat, aunque ya no visible, siempre estaría allí, vigilándote.
Fin.
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La Casa de las Historias de Terror.
Paranormalson muchas historias de terror en un solo libro, pero puede haber historias que se conecten. Pero recomiendo leer como lo he puesto