Tú decides

Capítulo 17

Aquella semana estaba siendo bastante rara para mí. No conseguía quitarme de encima todas aquellas miradas, incluso los profesores me miraban mal. A cada paso que daba oía pequeños susurros a mis espaldas, nunca conseguía saber si hablaban de mí o si se trataba de otra cosa. Sentía que me estaba volviendo loco y que me estaba obsesionando con que todos hablaban sobre mí.

Muchísima gente se acercaba a mí para hablar del tema, cosa que yo intentaba evitar a toda costa. En el recreo me metía en la biblioteca a leer para que nadie me diera la brasa, y trataba de no tener ningún contacto visual. Lo malo de ser uno de los alumnos más buenos de mi curso hacia que la mayoría de mis profesores quisieran hablar conmigo en privado. Aquello era un infierno. Solo deseaba que se acabara, ya.

Astrid me intentaba animar para que saliera de la biblioteca y para que dejara de ocultarme tanto, me decía que me olvidara del tema y que dentro de unos días ya nadie se acordaría. De verdad quería pensar en ello, pero se me estaba haciendo eterno. Cada vez que veía a Mocoso reírse de mí en los pasillos me hacía más difícil pasar desapercibido.

Las horas de clase se habían convertido en lo más incómodo del mundo, o por lo menos en la mayoría de ellas. En más de la mitad de las asignaturas me sentaba con Jack. El hacía lo mismo, ocultarse de todos los más posible, pero lo malo era que también se ocultaba de mí. Pero parecía sufrir incluso más que yo, cosa que me preocupaba. Además no le había visto hablar con nadie aun, y entre nosotros tampoco habíamos hablado desde el sábado pasado.

"Espera" fue lo último que le dije antes de mayor metedura de pata que había cometido en toda mi vida. Soy idiota. Como se me ocurrió besarle... Una amistad que había durado desde que tan solo éramos unos niños, rota por mi culpa. Le había dado muchas vueltas al tema, de por qué lo hice. Pero no lograba comprender qué cojones había pasado por mi mente en aquel momento. ¿Había sido el alcohol? ¿Por pena? ¿O simplemente porque quería?

Aun así lo peor de todo aquello era pensar en Astrid. Había engañado a la una de las personas a las que más amaba en toda mi vida. Y aunque tan solo hubiera sido un simple beso no conseguía quitármelo de la cabeza. Quería contárselo, quería explicárselo, pero tenía miedo de perderla, sobre todo después de haber perdido a mi mejor amigo. O eso era lo que creía.

Todos estos pensamientos invadían mi mente de tal manera que ni siquiera me permitían concentrarme en la lectura. Entre mis manos sujetaba un libro que debía leerme para clase pero al que no estaba prestando atención. Me encontraba sentado una mesa apartada de la biblioteca ignorando mí alrededor, simplemente observando la variedad de palabras escritas entre las líneas de aquel libro.

Oí el sonido de la puerta de la biblioteca y vi desde la distancia como la pelirroja me buscaba. Subí el libro para ocultarme la cara y hacer como si estuviera leyendo, pero sabía que vendría. Mérida no tardó apenas 2 minutos en encontrarse sentada al otro lado de la mesa justo enfrente mío.

-Hipo...

No contesté.

-Hipo - repitió quitándome el libro - No puedes estar así todos los días. Ya es viernes ¡Llevas así toda la semana!

-No pienso salir ahí fuera.

- ¡Venga ya! Ignora a todos esos putos cotillas, pasa de ellos. Que digan lo que quieran de ti. No tienes porque hundirte.

-No estoy hundido.

- ¡Estas obsesionado con que todos se ríen de ti! - exclamó Mérida.

- ¿Pero has oído los rumores? Se piensan que he dejado a Astrid, y que ahora soy gay. Hasta los profesores lo piensan.

- ¿Y de verdad te importa eso? Perdona, pero no me lo creo - dijo echándose hacia atrás en la silla y cruzando los brazos.

Miré hacia abajo sin saber lo que decir.

-Hipo... Sé que lo haces por Jack. El también huye de ti al parecer.

- ¡No huyo de Jack!

-Venga ya. Sé lo incómodo que es para ambos después de todo lo que pasó...- Mérida hizo una pausa al ver como cambiaba mi expresión -Sí, Hipo. Sé todo lo que pasó el sábado. Y todo es todo.

- ¿Lo sabes?

-Tranquilo, nadie más sabe lo que pasó. Solo yo. Pero entiéndelo... Imagínate cómo debía de estar Jack después de todo aquello, es difícil de asimilar para él. Y se desahogó...

-Sí, sí vale.

-Mira... he hablado con Jack, y no te creas que él está mucho mejor que tú. Creo que lo mejor es que lo habléis.

- ¿Hablarlo? No... No puedo. No quiero...

-Joder Hipo. ¡Espabila! Sois mejores amigos desde que erais pequeños, y ¿Por un estúpido beso vas a olvidarte del?

-Pero ahora, cada vez que lo vea me acordaré de ese beso. Y me seguirá por toda mi vida, recordándome que le puse los cuernos a Astrid, y que encima fui yo quien quería ese beso en principio - me pasé las manos por la cara- No sé qué me pasó, Mérida. Pero mientras le besaba... me gustaba esa sensación. Jack...

Mérida abrió mucho los ojos me miró sorprendida.

- ¡Pero quiero a Astrid! ¡Joder! Y por culpa de eso, tengo el riesgo de perderlos a los dos - añadí.

-Vale, vamos a hacer una cosa. No vamos a contarle a nadie esto, vamos olvidarnos de beso ¿Vale? Pero antes tú vas a hablar con Jack, vas a arreglarlo y acabareis como amigos de nuevo. Y así cuando todo el mundo se olvide de este asunto todo volverá a la normalidad ¿De acuerdo?

Asentí.

-Bien... Suerte con tu charla. Y tú tranquilo. No se va a romper vuestra amistad. Lo sé. Una vez me paso algo parecido...

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Uff Mérida... xD Tranquilos, llegaréis a saber el pasado de Mérida, pero cada cosa a su tiempo muehehehehehe

Antes que nada me quiero disculpar. No he subido capítulos, ademas llevo uno de retraso. No suelo tener tiempo ultimamente, por eso quería avisaros que puede que pase lo mismo de nuevo. Que me vuelva a atrasar. Lo siento. Cuando vuelva a españa intentaré coger el ritmo de antes.

¡Comienzan las charlas con Mérida! Jajajaja, hay unas cuantas, vereis. Este capítulo no tiene mucho de interesante. Ejeje, hay muchos capítulos no interesantes. Hago demasiado relleno. Pero en todos los capítulos de relleno hay algo importante, lo prometo.

Bueno, no tengo más que decir. Graciaas a todos mis lectores. Os amo mucho. Luf u! xD

(Créditos al artista que ha hecho el montaje)