-Hipo, cariño ayúdame a poner la mesa- gritó Valka.
-Ahora voy mamá - dije levantándome del sofá donde estaba viendo una película con mi padre.
Me dirigí a la cocina sin dudarlo en ningún momento, la película no me estaba gustando mucho así que tampoco me importaba perderme un cacho, ni siquiera sabía cuál era su título. Me había unido a mi padre porque no tenía nada mejor que hacer. Era una de esta pelis que echaban los sábados a la noche sobre pistolas, coches rápidos y tíos macizos. Nada nuevo.
-Gracias - dijo mi madre en cuanto me vio entrar a la cocina.
- No hay de qué.
Me dispuse a poner la mesa sin decir ni una palabra y en menos de dos minutos ya había terminado. Entonces apareció mi padre medio corriendo por la puerta y cogió el mando de la televisión de la cocina.
-Bien, bien - se dijo a sí mismo mientras se sentaba y cambiaba de canales hasta encontrar la película de nuevo.
Me reí.
-¿Tanto te mueres por ver la película? - dijo mi madre.
-No. No me muero. Pero es que esta muy interesante.
-Si siempre pasa lo mismo.
-Que va, que va.
Mi padre hizo un gesto con la mano para que nos calláramos. Mi madre se rió. Nos sentamos todos en la mesa y mi madre colocó sobre la mesa una ensalada y un plato con filetes de cerdo. Cogí un filete.
-Y bueno ¿Qué tal el día? ¿Donde estuvisteis?- me preguntó mi madre.
-Pues muy bien. Hemos estado en los establos de nuevo.
-Como habías entrado con Desdentado a casa me lo imaginaba, siempre te lo llevas, cosa a la que no le veo sentido, a un gato no se le suele pasear.
-Todos nos llevamos a nuestras mascotas, menos Jack ¿Y que si la gente no pasea gatos? Yo sí lo hago y punto.
-Quieres mucho a ese gatito eeh - dijo esta vez mi padre con un tono vacilón -Espero que no más que a Astrid.
-Joe... Siempre me tienes que sacar el tema de Astrid ¿Verdad?
-¿Te había dicho ya que adoro a tu novia?
-Demasiadas veces. Estoy empezando a pensar que tú estás más enamorado de ella que yo.
Estoico se rió.
-Solo quiero lo mejor para mi hijo.
"O lo mejor para ti..." Pensé. Mi padre siempre había sido el típico padre que soñaba con una familia feliz, con su único hijo casado y sus nietos corriendo por el jardín de su casa. Pero ya estaba harto de que se obsesionara tanto con Astrid ¿De verdad pensaba que me casaría con ella? Pues la verdad es que yo no. Seguía queriendo a Astrid pero quedaba mucho hasta que llegara el momento en el quisiera casarme, y quien sabía lo que pasaría hasta entonces.
Valka me sonrió y seguimos comiendo con las voces de la televisión de fondo. No sabía exactamente qué estaba pasando en la película porque estaba de espaldas a ella. Tan solo oí alguna que otra frase procedente de la tele como "¡Venga vamos!" y sonidos de coches. Tampoco le estaba prestando atención a estos sonidos, hasta que de repente mi padre dijo algo que me molesto:
-¡Ja! ¡Maricón! - dijo riéndose sin apartar la vista de la televisión.
Le miré y después me giré para mirar la pantalla. En la escena había unos cinco hombres y al parecer a uno le daba miedo algo en lo que no me fijé, no le quise prestar atención a la escena porque ya sabía de qué se reía mi padre. Era porque un hombre estaba asustado, y por eso mismo me sentí ofendido.
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Tú decides
FanfictionMiré resentido a Jack. -Todas las mentiras acaban saliendo a la luz Jack...- dije más tranquilo. Jack suspiró y comenzó a dar vueltas por el baño mientras se pasaba las manos por el pelo un y otra vez. Le seguí con la mirada y se paró justo dándome...