Capítulo 45

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Suspiré cuando noté el agua caliente caer sobre mis hombros. Necesitaba aquella ducha, necesitaba relajarme. Mi cabeza aun dolía pero ya me había acostumbrado a aquella sensación de malestar. Serían las 5 y media de la tarde más o menos y yo me acababa de despertar. No había dormido mucho ya que la mayoría del tiempo lo había gastado con mis pensamientos. Aún no sabía si debía aplicar el método de Elsa para ser feliz o intentar olvidarme de Jack.

Salí de la ducha bastante relajado. Me miré al espejo. Seguía aún con cara similar a la de un drogado. Pero decidí que prefería tener aquella cara antes que la de los ojos rojos y la cara mojada de haber llorado. Salí del baño con la toalla alrededor de mi cintura. Me pusé ropa de calle ya que tenía pensado salir a dar un vuelta para despejarme un poco. Cogí el móvil y bajé a la cocina donde estaba mi madre leyendo un periódico.

-¿No sales hoy? -dije haciendo que mi madre levantara la cabeza del periódico.

Valka sonrió.

-No creo ¿Que tal estas cariño?

-Bien. No te preocupes-dije cogiendo una manzana del frutero.

Suspiré. No quise preguntarle por mi padre. No quería saber nada acerca de él. Le pegué un mordisco a la manzana. Valka no me apartó la vista.

-Hipo...- dijo mi madre. La miré - Quiero que sepas que puedes confiar en mí. Yo te voy a aceptar seas como seas, siempre lo haré.

La sonreí.

-Gracias mamá. Pero aun no te puedo admitir nada que ya sepa. Porque no se nada. No se quien soy- Valka me miró sin entenderme - Me voy a dar una vuelta.

-Está lloviendo.

-Vale. Cogeré un paraguas.

Abandoné la cocina pegándole otro mordisco a la manzana. Cogí un paraguas y la llaves de casa. Me alegré de no encontrarme con mi padre por casa. Pude irme sin ser atosigado a preguntas.

No llovía mucho, eran cuatro gotas que caían de vez en cuando. Me animaba el hecho de que lloviera, el ruido de las gotas de agua al chocar con el suelo hacían que me tranquilizara. Era el típico domingo nublado de lluvia en el que te quedabas en casa o ibas al cine. Se podría decir que era un tiempo algo deprimente, pero a mi al contrario, me hacía sentirme bien. Caminé con el paraguas sin rumbo alguno cuando de repente noté mi móvil vibrar. Me estaban llamando. Miré la pantalla de móvil donde ponía Andy.

-¿Andy? - dije tras descolgar la llamada.

-¡Hipo! Menos mal que me has cogido -Andrea parecía alterada al otro lado del teléfono -¿Donde estas?

-Ah...Yo... - me quedé algo aturdido - ¿Va todo bien?

-Hipo ¿Estas con alguien? ¿Donde estas? - volvió a preguntar Andrea.

-Estoy solo en la calle ¿Por qué? ¿Qué pasa?

-Te necesito. Es Jack... Estoy muy preocupada. No le he visto en todo el día. Se ha ido esta mañana y no le he vuelto a ver ¿Sabes donde esta?

-No...

-Mérida, Astrid... Todos me han dicho que no sabe dónde está. Nadie lo sabe. Le he llamado mil veces y no me contesta.

-¿Has ido a buscarle?

-No. Pensé que volvería a casa ¿Se te ocurre dónde podría estar?

-Puede... - pensé - Daré un vuelta por el parque a ver si le veo.

-Vale, muchas gracias - suspiró Andrea algo aliviada - Espero que no haya hecho ninguna locura.

-¿Por qué?

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