Castiel y yo nos quedamos sentados en el césped húmedo ocultos aún entre los arbustos. Después de unos minutos de silencio, lo vi sacar otro cigarrillo. Lo giró entre sus dedos, sin encenderlo aún, y me miró con una ceja levantada.
-¿Te molesta si me fumo otro? -Preguntó, dándome una mirada despreocupada-
Negué con la cabeza, y él encendió el cigarrillo, soltando una nube de humo que se dispersó en el aire frío de la noche. Me recosté en su hombro sin pensarlo mucho, sintiendo su calor a través de su chaqueta blanca. El silencio entre nosotros era cómodo, casi íntimo. Aunque nuestros caminos rara vez se cruzaban sin fricciones, en ese momento no había necesidad de palabras. Estar así me había permitido relajarme como tanto lo había necesitado a lo largo de toda la noche, la falta de palabras, pero su mera presencia me llenaba de una paz que me era difícil describir en ese momento, pero que era bien necesitada.
Observé las luces de la casa de Iris a lo lejos, el murmullo de la música y las risas colándose en la noche. Pensé en lo absurdo que era estar aquí, compartiendo este momento con Castiel, alguien que despreciaba a quien llevaba años acosándolo, Ámber, casi tanto como yo. De alguna manera, la idea de que ambos estuviéramos en la misma sintonía me daba una sensación de camaradería que no había sentido en todo el día.
De pronto recordé entonces a la imagen de Ámber coqueteando descaradamente con Castiel en los pasillos del instituto. Sabía que él no la tenía en alta estima y prefería evitarla a toda costa... pero aún así logré sonreír para mis adentros. ¿Qué haría Ámber si se enterara de que estaba aquí, a solas con él, planeando algo que sin duda le arruinaría la noche? Sería malditamente cómico, pero también quizá innecesario. El comentario que hice acerca de Nathaniel durante el juego de verdad o reto será ya suficiente para molestarla y... Bueno, mi moral está por los suelos. Aunque también... podría hacer algo más infraganti sólo para divertirme, necesitaba un poco de eso.
Lo medité un par de minutos, debatiéndome si parar por hoy e irme a casa o intentar una última cosa esta noche. Algo que pudiera hacerme olvidar, algo con lo que pudiera desquitarme con la vida.
-¿Quieres hacer algo estúpido conmigo?- Pregunté, levantando la mirada hacia él, mis ojos brillando con una mezcla de duda y diversión.- Pero nada de preguntas, sólo... dime sí o no.
Él exhaló el humo con lentitud, su expresión cambiando de sorpresa a curiosidad.
-No sé, "Reina"... Suena tentador, pero tendrás que prometer que será realmente estúpido. -Su tono burlón, pero sus ojos mostraban un interés genuino-
Asentí con una sonrisa traviesa y le expliqué lo que rondaba por mi cabeza a grandes rasgos. Le hablé de entrar a la fiesta de Ámber de incógnito y causar un poco de caos, lo suficiente para desconcertarla sin que pudiera descubrirnos de inmediato, o en absoluto. Castiel me escuchaba con fastidio, pero también claramente divertido con la idea de verme tan resuelta y, por qué no, algo rebelde. Cuando terminé, se quedó en silencio un momento, como si sopesara los pros y contras.
-¿Entonces la idea es arruinarle la noche a Ámber? -Preguntó finalmente, alzando una ceja, pero sin borrar esa sonrisa divertida de su rostro-
-Nada de preguntas, ¿Sí o no?-Respondí, de pronto esperanzada ante su sonrisa-
-Pfft. Venga. Me vendría bien también algo de distracción. -Hizo una pausa, su mirada desviándose hacia la casa de Iris- Después del show del delegado, no me molestaría en absoluto desquitarme un poco. Pero tú también no puedes cuestionarme en lo que queda de la noche. ¿Sí?
Esa confesión me tomó por sorpresa. Pocas veces Castiel hablaba de su conflicto con Nathaniel, y menos aún con sinceridad. Sentí una punzada de curiosidad, pero recordé nuestra regla de "sin preguntas" y decidí no indagar más.
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Coronada [CDM]
FanfictionEn el Sweet Amoris, muchas cosas pueden pasar. Krysta está dispuesta a bajar del trono de popularidad a Ámber a través de los medios que sean necesarios. Siendo el último año de preparatoria, está lista para retomar las riendas de su vida de la mano...