El aire fresco de la mañana se colaba por la ventana mientras terminaba de recoger mi mochila. Desde el centro comercial con Finnick, algo en mí se sentía un poco más ligero, como si una pequeña parte de esa carga constante hubiera empezado a desmoronarse. Aun así, el silencio incómodo en casa no me dejaba del todo.Cuando bajé las escaleras, papá estaba en la cocina, de espaldas a mí, preparando algo que no reconocí a primera vista. No terminaba de acostumbrarme a que estuviera aquí, incluso despues de 4 días. Su presencia llenaba el espacio de una forma extraña, casi torpe, como si no supiera exactamente qué hacer.
-Buenos días -Dije, mi voz más baja de lo habitual-.
Papá se giró, visiblemente sorprendido. Se le veía cansado, aunque intentaba cubrirlo con una sonrisa.
-Buenos días, hija. ¿Dormiste bien?
Asentí, incómoda. Había tanto que aún no habíamos hablado, pero las palabras parecían no encontrar el camino adecuado. En lugar de eso, agarré una manzana del frutero y me dirigí hacia la puerta.
-Krys...
Su voz me detuvo. Me giré para mirarlo, notando que tenía una expresión extrañamente vulnerable.
-He pensado que... tal vez podríamos cenar juntos esta noche. Si quieres.
La propuesta me tomó por sorpresa. Él nunca había sido del tipo de hacer planes familiares, al menos no desde hace mucho tiempo. Durante un segundo, pensé en rechazarlo, en decirle que ya tenía cosas que hacer y dejarlo colgado con sus sentimientos como él me había dejado a mi anteriormente, pero me detuve a mi misma.
-E-está bien. -Mi respuesta salió más brusca de lo que pretendía, pero vi un leve destello de alivio en su rostro-.
Salí de casa antes de que pudiera cambiar de opinión, sintiéndome extraña. Nuestra relación siempre había sido complicada desde que mamá se fue, pero tal vez, solo tal vez, era hora de intentar un pequeño cambio.
Cuando llegué al instituto, el bullicio de los estudiantes me ayudó a distraerme un poco. Las charlas sobre las múltiples fiestas de Halloween que venían estaban por todos lados, y aunque hace dos semanas habría ignorado estos temas, esta vez sentí una pequeña chispa de interés. ¿Qué tal si realmente me esforzaba por disfrutar ahora, por dejar de lado toda esa basura emocional que me tenía atrapada?
Mientras caminaba hacia el aula, me crucé con Alexy, quien inmediatamente me atrapó en un abrazo efusivo.
-¡Krysta! ¿Ya tienes tu disfraz? ¡No me digas que vas a ir de bruja básica porque me niego a aceptarlo!
Rodé los ojos, aunque no pude evitar reír. Alexy siempre tenía esa forma de iluminarme el día.
-No tengo ni idea todavía -Admití, cruzándome de brazos-. ¿Y tú? Estoy esperando algo más increíble que el traje que llevabas en la fiesta de Iris.
-¡Ha! No he dejado de pensarlo desde que comenzamos a planear esto, quiero algo único que vaya con el color de mi pelo. Algo que resalte bajo la luz UV, ¿Sabes?
-¿Piensas dejar a Kentin "apantallado"? -Bromeé, cómplice-
-¡Shhhh! N-no lo digas así. -Añadió avergonzado- Pero quizá, sí, un poco.
Cuando finalmente llegamos al aula, las risas y las conversaciones llenaban el ambiente. Por un momento, me sentí como una espectadora, observando cómo los grupos se reunían, charlando sobre disfraces, fiestas y quién estaba invitado a dónde. Encontré mi lugar habitual junto a la ventana y dejé caer mi mochila en el suelo con un suspiro.
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Coronada [CDM]
FanfictionEn el Sweet Amoris, muchas cosas pueden pasar. Krysta está dispuesta a bajar del trono de popularidad a Ámber a través de los medios que sean necesarios. Siendo el último año de preparatoria, está lista para retomar las riendas de su vida de la mano...