En medio de la tormenta

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Caminé hacia el cuarto de lavado, el cual se encuentra próximo a la puerta que da al garaje.

Al entrar, vi el cesto colocado sobre la barra de granito dispuesta en la pared que daba paso a la lavadora. Armin estaba a unos metros, dándome la espalda y alzando su móvil al cielo, moviéndose graciosamente de un lado al otro.

-¿Armin? -dije con curiosidad-

Armin se giró hacia mi con una sonrisa nerviosa, meneando suavemente su mano mientras esta decía "hola".

-Estaba probando suerte en esta parte de tu casa, pero tampoco hay señal.

-Oh, así que era eso... -Reí suavemente- parecía que buscabas matar a un insecto.

Me miró un poco avergonzado, pero riendo de la misma forma que yo.

-Me fastidian mucho los insectos. En general casi todos los animales.

-¿Ah sí? No me pareces del tipo que podrían molestarle unas bolas de pelo...

-Bueno, no es que me molesten -Dijo acercándose a mi- Es solo que los asocio con estar afuera y no disfruto el aire libre.

Lo miré dubitativa.

-Aunque m-me gustan mucho los hurones, son una pasada. Son ágiles, largos y uhm... tienen unos bigotes muy divertidos.-Prosiguió Armin, rascando su nuca suavemente-

Escuché una notificación llegar del móvil de Armin.

-¿Cómo? ¡Una rayita de señal! ¡Anda que tengo que aprovechar! Aparecerán Pokémon increíbles en medio de este tiempo. -dijo mientras buscaba una app rápidamente en su móvil-

-¡Pero qué dices! Escribe a tus padres de dónde estás, ¡Estarán preocupadísimos!

Me dedicó una mirada lastimera, a sabiendas que tengo razón. Inmediatamente abrió su app de mensajería e intercambió algunos textos con quien parecía ser su padre.

-Los Pokémon no irán a ninguna parte, supongo. -Me dijo con visible pena en el rostro-

Se había acercado a menos de un metro de mi. Estuvimos unos segundos en silencio, que se sintieron como mucho más que solo eso. Estando ambos en nuestras batas de noche, en un cuarto de luz tenue y pequeño, he de admitir que se prestaba a muchas cosas la situación en la que nos encontrábamos.
Escuché a través de la puerta una canción. Parece que Alex por fin había podido configurar su dispositivo a mi bocina.

-A-Alexy nos está esperando en el comedor, sería mejor alcanzarlo... -Dije ligeramente nerviosa-

-Voy detrás tuyo... -Dijo Armin desviando la mirada hacia su costado-

Emergimos del cuarto de lavado, y Alex nos esperaba sentado en las sillas de la barra de mármol de la cocina. Nos hicimos algo sencillo de cenar. Pan francés y leche con chocolate. Estando los tres completamente desconectados del mundo por la falta de señal celular, tuvimos gran tiempo para hablar de nosotros, nuestros hobbies, metas, gustos y algunas curiosidades.

-¿Entonces dices qué hay un blog nuestro publicado en algún lado del internet? -Dijo Alexy con gracia-

El reloj digital del refrigerador marcaba las 12:05 am. La lluvia estaba atenuándose, pero el agua desbordaba por las calles por la cantidad de precipitación a lo largo del día. La señal, aunque presente por segundos, seguía aún sin estabilizarse.

-Rosa no me pudo decir mucho más... ya intenté escribirle pero mis mensajes no le llegan. -Dije eligiendo mis palabras cuidadosamente-

-Recién llegamos y ya somos celebridades, ¿Eh? -Replicó Armin sonriente, con un semblante tranquilo-

Coronada [CDM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora