Eventualmente me Convertiré en un Héroe de la Justicia 2

Capítulo 232

Capítulo 232

Está es una traduccion sacada de Webnovel, todos los derechos reservados a su autor original DaoistOneTouch, si ahí algún error en la traducción háganmelo saber y trataré de corregirlo.
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Esta es una historia de autodescubrimiento perpetuo, ambientada en un tiempo muy, muy lejano.

El Rey del Ojo del Mal, Balor, murió a manos del Dios del Sol Lugh. El cuerpo sin vida de Balor cayó sobre la isla de Britania, creando la magnífica montaña de Barton.

Balor poseía dos ojos, uno de los cuales era su arma más poderosa. Si se abría, este ojo podía matar a cualquiera que se cruzara con su mirada, sin importar si era mortal o divino. Sin embargo, también era la única debilidad de Balor.

Usando arcoíris como honda, Lugh lanzó rayos de luz que atravesaron el ojo del demonio. Luego derribó a Balor con el arma divina Brionac, las Cinco Estrellas Rugientes, y puso fin al reinado de terror del rey demonio.

Sin embargo, Lugh no podría haber predicho que la sangre que fluía del ojo perforado de Balor transformaría la isla de Britania en un útero fértil, del que nacería un hada.

Esta hada era la descendencia de Balor, nacida de su mal de ojo, heredando el odio de su padre.

Si bien esta hada carecía del poder de Balor de matar con una sola mirada, poseía la capacidad única de prever la muerte de todos los seres vivos.

Dado su linaje y la herencia del odio de Balor, no era sorprendente que el hada demostrara ser una fuerza calamitosa.

Sin embargo, la realidad resultó ser muy diferente de lo esperado.

El hada, dotada de la capacidad de presenciar la inevitabilidad de la muerte, vio en cambio la naturaleza cíclica de la vida y la muerte desde la perspectiva de un dios. En un cruel giro del destino, esta hada, nacida del odio de Balor, se convirtió en una heraldo de la vida.

Irónicamente, nadie sabía de esta revelación transformadora. Para las demás hadas, él era una anomalía, mientras que quienes conocían su existencia lo veían como una calamidad.

El hada pasó toda su vida cargando con la identidad del "hijo de Balor".

No tenía nombre, ni pasado, ni futuro. La sombra de "Balor" oscurecía todo lo que era.

Pero el hada rechazó esta realidad. Creía que el destino de una persona no debía determinarse únicamente por su nacimiento.

Balor era Balor, y él era él mismo.

Pero si él no era Balor, entonces ¿quién era?

Esta pregunta lo había estado atormentando y había buscado incansablemente la respuesta. Pero, sin importar cuánto preguntara, nadie parecía prestarle atención. La gente lo evitaba como a la peste, a pesar de sus garantías de que no tenía malas intenciones. Pero se negaban a creerle, simplemente por su asociación con el infame nombre de Balor.

A pesar de que todos a su alrededor lo consideraban una anomalía y una broma, se negó a darse por vencido. En el fondo, sabía que Balor no era su verdadero yo y que aún no había descubierto su verdadero yo.

Desde la perspectiva de un dios, Contemplaba la muerte, pero desde un punto de vista humano, cantaba alabanzas a la vida. El hada poseía una variedad de personalidades virtuosas y usaba sus habilidades para ayudar a los demás, todo mientras anhelaba su reconocimiento.

Por desgracia, todos sus esfuerzos se toparon con el miedo. Por mucho que lo intentara, no podía librarse del estigma de ser el hijo de Balor. Para todos, era un extraño y nunca lo aceptaron como uno de los suyos.