Eventualmente me Convertiré en un Héroe de la Justicia 2

Capítulo 206

Capítulo 206

Está es una traduccion sacada de Webnovel, todos los derechos reservados a su autor original DaoistOneTouch, si ahí algún error en la traducción háganmelo saber y trataré de corregirlo.
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A pesar de su tendencia a hacer tonterías, Merlín se mantuvo diligente cada vez que Shirou le daba una tarea para completar. Esto fue particularmente evidente cuando Shirou necesitaba que él rastreara a Morgan, quien había huido. Merlín la atrapó con éxito y la encarceló en sus aposentos, agregando varios campos delimitados complejos para hacer que su escape fuera casi imposible.

Morgan estaba sentada en su habitación, sintiendo una mezcla de tristeza y rabia. Estaba aburrida y apática, sin nada que hacer para distraerse de sus emociones negativas.

Una vez que terminó de atender los asuntos diarios del estado, Shirou repasó la tarea de Guinevere una vez más.

Sintiéndose un poco dolorido por el trabajo, se puso de pie y usó barro negro para curarse. Con expresión de cansancio en el rostro, agarró un puñado de agua y se la echó en la cara antes de secársela.

Luego se dirigió a la residencia de Morgan.

Abrió la puerta con un crujido y entró en la habitación, donde encontró a Morgan sentada con sus largas piernas cruzadas. Ella lo miró con una mezcla de vergüenza y enojo, burlándose con una sonrisa gélida.

"Bueno, bueno, bueno. Si no es nuestro ilustre falso rey, que terminó con su trabajo y volvió a engañar a la gente".

Él respondió con calma: "Sí, es cierto. Te estaba engañando. No te equivocas".

El rostro de Morgan se torció en una expresión antinatural mientras resoplaba y giraba la cabeza lejos de él.

Se sentó frente a ella, sin decir palabra, y la miró fijamente. La atmósfera entre ellos era silenciosa y tensa. Como perseguidor, mantuvo una actitud tranquila, mientras que Morgan, como víctima, se sentía cada vez más incómoda.

Ella giró la cabeza para mirarlo y preguntó con los dientes apretados: "¿No vas a decir nada, rey del fraude?"

"¿Qué quieres que te diga?"

Ella apretó los dientes con rabia. "Consuélame, engáñame... ¿No eres buena hablando? ¿Por qué no dices algo como 'Aunque no eres mi hermana biológica, siempre te he considerado como una'?"

Él no dudó en su respuesta: "Pero nunca he pensado en ti como mi hermana mayor".

Sintió una oleada de emociones y su mano tembló cuando la levantó para señalarlo. Sintió tristeza y dolor a la vez y las lágrimas corrieron por su rostro sin control.

Él tomó su mano con delicadeza y la miró a los ojos. "Para mí, no eres mi hermana mayor, eres mi hermana pequeña".

"¿Qué... qué?", ella se sorprendió.

"Desde el principio, te he considerado una hermana menor. Eres testaruda, de carácter fuerte y un poco peculiar, pero eso es lo que te convierte en una gran hermana. Dicho esto, tienes un don para ponerte un poco celosa de los demás".

"¿Estás... estás bromeando?", espetó ella, apartando enfadada su mano y mirándolo con furia. Hizo un gesto hacia sí misma y gritó "¿Tienes... tienes la audacia de afirmar que ves a Morgan Le Fay como tu hermana pequeña?"

Él asintió sin dudarlo. "Si".

Estaba fuera de sí de rabia. "¡Tú... tú!", balbuceó, incapaz de encontrar las palabras para expresar su ira.