Canorus

Víctimas de la magia.

Javil miraba con añoranza el puerto, la pequeña barca que les llevara a su nuevo encargo se valanceaba con las poderosas olas del mar, el sol de verano ardia con fuerza aun siendo las primeras horas del amanecer.

Los brazos de Javil se aferraron fuertemente a la madera de la pequeña barca mientras sostenia con su vida a Canorus, acurrucada protegiendo el bolso magico con su cuerpo pequeño.

Segun el gremio, eJavil miraba con añoranza el puerto, la pequeña barca que les llevara a su nuevo encargo se balanceaba con las poderosas olas del mar, el sol de verano ardía con fuerza aun siendo las primeras horas del amanecer.

Los brazos de Javil se aferraron fuertemente a la madera de la pequeña barca mientras sostenía con su vida a Canorus, acurrucada, protegiendo el bolso mágico con su cuerpo.

Según el gremio, el encargo sería largo, más de un mes entero en alta mar, primero tendrían que recoger las sirenas del centro de salvamiento y ser trasladados con ellas en barco hacia las islas de Mauri en el continente de la sal, donde la familia de Re'er cuidaba de una zona protegida de corales y sirenas que habían sido objeto de caza furtiva.l encargo seria largo, mas de un mes entero en alta mar, primero tendrian que recoger las sirenas del centro de salvamiento y ser trasladados con ellas en barco hacia las islas de Mauri en el continente de la sal, donde la familia de Re'er cuidaba de una zona protegida de corales y sirenas que habian sido objeto de caza furtiva.

-Lo siento señorita, todos los barcos grandes ya están llenos por los turistas.- el pescador movió el remo con fuerza mientras otra ola chocaba con la barca pequeña y las gotas saladas de agua se metían en los ojos de Javil.

-No se preocupe, pero ¿podría ir un poco más suave?.- Canorus gritó, las olas eran fuertes y parecían gritar, a pesar de que no había viento, el mar parecía enfurecido, o quizás le parecía así porque la barca estaba a punto de romperse por la mitad del malgasto. 

-Oh, señorita, esto es imposible, el mar no puede ser dulce con los que no están dentro de él.- el pescador grito mientras parecía esquivar una foca que intentaba comerse un pescado que tenía el hombre atrapado en una red.

Javil la tomo de la cola y la tiro lejos de ellos, Canorus se hizo más pequeña protegiendo los valiosos ingredientes del bolso mágico, sus ropas ya estaban totalmente empapadas.

Con el movimiento de la barca, Canorus no podía lanzar un solo hechizo antes de morderse la lengua o resbalarse del asiento de madera y caer al mar.

-Mire señorita, tiene una estrella de mar en el pelo, es un buen augurio de que el mar la ama.- Javil miro la estrella marrón enredada en el pelo dorado de su ama y se sintió... Molesto.

Con suavidad desenredo la estrella de mar y la lanzo lejos de la barca, el pescador reía mientras Canorus parecía escapar del mundo repasando un teorema mágico lleno de procesos complicados, Javil atrajo más hacia él a Canorus e intento hacer que su cuerpo fuera un escudo que la envolviera.

***

Canorus miro a los investigadores marítimos y los magos sanadores que los esperaban delante del pequeño castillo la borde del mar, la isla era pequeña, casi una enrome roca con un pequeño bosque y un castillo, el puerto eran unos sueltos tablones de madera crujientes y una pequeña bandera luminiscente que actuaba como faro en las noches.

-Bienvenidos, entren a tomar un baño caliente, les tenemos preparada medicina para el mareo.- uno de los sabios investigadores se arrodilló hasta que una de sus rodillas toco el suelo, tomo la mano de Canorus entre la suya y beso el dorso educadamente.

Canorus sintió como el bigote le hacía cosquillas y el pelo grasiento de no haberse duchado en dos semas delataba toda esa tapadera de perfumes. Los otros investigadores miraron desde lejos, temerosos de hablar sin permiso.