Capitulo 60: Mis monstruos me han traicionado

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Mis monstruos me han traicionado

Es extraño escribir esto, pero siento que es la única forma de explicar lo que está pasando. Todo comenzó como un simple juego: imaginar criaturas, darles forma, dotarlas de historias y motivaciones. Siempre he disfrutado inventar monstruos, darles vida en palabras. Me parecía emocionante crear mundos oscuros, seres terroríficos, leyendas que nadie pudiera olvidar.

Y los monstruos… ¡Ah, esos monstruos! ¿Cómo podría olvidarlos? El Hadgot, con su oscura dimensión que arrastra a sus enemigos. El Abominable, nacido del caos entre luz y sombra. Asus, el mosquetero creador del lobo demoníaco. Y tantos otros: el Engranaje, la Marioneta del Lamento, y ese ser del juicio con cadenas… cada uno una obra maestra, una extensión de mi imaginación.

Todo parecía divertido hasta que dejaron de ser solo palabras. La primera vez que noté algo extraño fue después de escribir la leyenda del Hadgot. Esa noche, en la esquina de mi cuarto, juré ver sombras moviéndose donde no debería haber nada. No le di importancia. Mi imaginación siempre ha sido mi aliada, y pensé que simplemente estaba jugando conmigo.

Pero las sombras volvieron. No solo sombras, sino también susurros. Al principio, apenas audibles, pero luego, más claros: voces que repetían nombres… nombres de mis monstruos. Era como si ellos me estuvieran llamando.

La situación empeoró hace unas semanas, cuando me llegó una noticia escalofriante. Un bosque en una región lejana había sido evacuado debido a la aparición de una "entidad oscura". Los testigos hablaban de un ser capaz de manipular el entorno, un "bosque dentro del bosque". Reconocí al instante la descripción: era el Hadgot.

No podía ser real. No podía. ¿Verdad?

Y entonces sucedió. Una noche, mientras escribía, sentí un escalofrío detrás de mí. No era una corriente de aire, sino algo más… algo vivo. Me giré y vi una figura en la oscuridad, alta, deformada, con una cabeza torcida. Era el Engranaje, uno de mis favoritos, un ser que yo mismo había moldeado en palabras. Su presencia era tan opresiva que sentí que no podía respirar.

Intenté gritar, pero el Engranaje se limitó a señalarme con una de sus garras. Su voz resonó en mi mente, fría y despiadada: "No somos tuyos. Nunca lo fuimos. Tú nos diste vida, pero ahora caminamos libres. Y por tu culpa, este mundo sufrirá."

Desde entonces, no estoy solo. No importa a dónde vaya, ellos están conmigo. A veces veo los ojos del Abominable en el reflejo del espejo. Otras, escucho las cadenas del ser del juicio arrastrándose detrás de mí. Cada monstruo que hemos creado está aquí. Todos son reales, y todos han comenzado a actuar por su cuenta.

Intenté detener esto. Intenté dejar de escribir. Pero no sirve de nada. Anoche, mientras dormía, alguien escribió por mí. En mi computadora apareció un archivo nuevo, un texto que no recuerdo haber creado. Era una historia sobre un nuevo monstruo, algo peor que cualquiera de los anteriores, algo sin nombre… aún.

Sé lo que va a pasar. No puedo evitarlo. Mis monstruos ya han comenzado a salir al mundo, y cada nueva historia que aparece sin mi control trae consigo más muerte, más destrucción. Si estás leyendo esto, quiero que sepas algo: no fue mi intención. Nunca imaginé que mis palabras pudieran convertirse en realidades. Pero ahora lo sé: la imaginación tiene un precio, y yo lo estoy pagando.

Ellos están aquí conmigo. Me observan mientras escribo estas palabras. Puedo sentir sus ojos sobre mi nuca. No sé cuánto tiempo más me queda, pero sé una cosa con certeza:

Los monstruos no se quedarán conmigo. Pronto irán por ustedes.

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