Frenesí

CAPÍTULO 22

Cracovia, Polonia.

Nociva.

Con una copa en la mano observo por la ventana el jardín mientras escucho a mi mano derecha darme los reportes de los últimos acontecimientos, sin embargo, no aparto la vista del vergel debido a que están demasiado coloridos, no me gusta, he perdido el interés en los girasoles qué sobresalen sobre las otras flores, deslumbran en demasía haciendo del jardín un lugar agradable.

Me genera repulsión.

La brisa fresca que corre me alivia el desagrado, el clima de Cracovia es moderado y está compuesto por una mezcla entre los climas oceánicos y continentales, se caracteriza por sus inviernos fríos y sus veranos templados.

Actualmente en otoño, no es frío ni cálido, una cambinación maravillosa, pero esos malditos girasoles me encandilan el panorama y no me dejan concentrar.

—Mi señora, ¿Qué haremos a continuación?

—Reparar ese maldito jardín.

—Señora, me refería a su hermana.

—Nada—medio volteo a mirarlo—Sarah necesita unas largas vacaciones.

—Pero ella es su hermana biológica—menciona recordándome lo evidente.

Debido a que es una Kowalski debe enfrentar cualquier situación que venga con dignidad, puesto que al ser la menor siempre ha tenido lo que ha querido y debido a ese favoritismo se ha convertido en una impulsiva descarriada, nunca se pone a pensar con profundidad que sus actos pueden traer severas consecuencias.

Definitivamente nunca debí consentir que se casara con el bueno para nada de Alejandro, no solo no pudo proteger a su hermano que dice adorar, tampoco pudo mantener a salvo a su esposa que dice querer.

El amor en nuestro mundo no existe, es una ilusión intangible e incolora, algo vago y sin fundamento, sin embargo, Sarah no lo quiere entender, estoy segura que la hija de puta daría su vida por ese inútil y es algo que no voy a permitir, mejor que se quede presa por varios años a que siga pisoteando el apellido de nuestra familia.

—Lo sé, sin embargo, es culpa de ella y de su inepto marido por dejarse capturar—acaricie la herida en mi brazo derecho con aire ausente, estuvieron a punto de encerrarme a mi también de no ser por la ayuda de Sarah.

Es una deshonra que no dejaré pasar.

—Hablando de él, el señor Alejandro ha estado llamando, parece ser que se encuentra a punto de explotar.

Que reviente si es lo que quiere, me vendría como anillo al dedo si ese fastidio desapareciera de una vez por todas.

—No me importa Nikolaj, entiende de una vez que Sarah decidió casarse con ese hombre, sabes muy bien que aunque fue un matrimonio concertado, solo fue una mera formalidad, ella así lo quiso, entonces que se aguante—el asistente se congela en su sitio mirando hacía el suelo.

Aunque la Orden es una organización criminal liderada por cinco familias de las mafias más influyentes actualmente de dicha organización, pocos saben que solo nos englobamos para evitar amenazas externas, cada clan tiene su propia autonomía.

El consejo lidera alrededor de cincuentas castas importantes, aún así, nadie confía en nadie, solo hemos creado la Orden para protegernos, aparte de la CIFMI’S hay muchos enemigos en las sombras.

No obstante, actualmente la corporación militar de porquería es el mayor de nuestros problemas, que nos hayan emboscado sin previo aviso nos cayó como piedras.

Es insólito.

—Levanta la cabeza Nikolaj—pido y me observa con pura y dulce devoción—La CIFMI’S no le hará daño a Sarah—respondo con convicción.