CAPÍTULO 14

1.9K 137 52
                                        

Gaia.

—¡Mamá!—me quejo saliendo de su casa junto a Kaia que nos ignora poniéndose sus grandes audífonos. 

Por eso no me gusta venir a visitarla, siempre me regaña con lo mismo, debí quedarme en mi apartamento, por esa situación hasta Kaia se compró su propio piso y se fue de casa en cuanto tuvo oportunidad, aún así, constantemente sale con el mismo sermón, me lo he aprendido de memoria.

Francisca Hansen, es una mujer difícil de complacer y para mi mala o buena suerte, es mi madre.

—Nada de mamá, Gaia Bennett, llevas años siendo la puta de Maxwell y ni siquiera te has embarazado—me reprende. —No puedo creer que tenga una hija tan estúpida.

—Gabriel no tiene sexo sin condón, y desde hace un tiempo no hemos tenido intimidad—le informo. —Y no soy su puta.

—Lo eres, no puedo creer que después de tanto tiempo lo único que has conseguido de él es calentar su cama.

—No es así.

Siempre sale con lo mismo. 

—Escúchame bien Gaia, haz lo que tengas que hacer, pero debes quedar encinta pronto, no debemos dejar pasar la oportunidad—pide y la reparo, Kaia y yo somos una copia exacta suya, sin embargo, desde que nuestro padre se divorció de ella y se fue de la casa se ha convertido en un ser completamente diferente, o quizá así fue desde su juventud. 

—Mamá, estoy en la cúspide de mi carrera, no quiero tirar abajo todo lo que he construido por un hijo. 

—Abajo te vas a quedar cuando el general se enamore de otra. 

—Él no se va a enamorar de nadie—me molesto. —Yo lo amo tanto a más cómo él a mi, nuestro amor es muy grande, mamá. 

—¡Si te amará fueras su novia oficial!

—¡Lo soy!

—No lo eres, deja de engañarte a ti misma—se mete Kaia. —Hartan con sus discusiones, no creo que un embarazo no deseado amarre al general, están mal, busquen ayuda profesional.

—Mal estás tú pensando así —la reprende nuestra madre. —Gaia, te lo advierto, debes tener al hijo de ese hombre cuanto antes, tenemos que hacernos con una parte de su fortuna—lo sé—, nuestro destino es ser dueñas del conglomerado Maxwell, y así no necesitar más del dinero de tú estúpido padre—se acerca a mi y me da suave caricias en la cabeza. — También es para tu futuro mi amor, serás respetada en la CIFMI’S, no puedes perder esta oportunidad.

Aunque papá y mamá están divorciados, mamá no pierde la oportunidad de sacarle dinero, después de todo, papá es un general retirado adinerado muy querido entre los soldados y mi madre aprovecha cada oportunidad para sacar provecho de ello.

—Deberías rogarle para que lo hagan sin condón o estropear uno, lo que sea, sé inteligente que bruta no eres, siendo la madre de su hijo, serás parte de esa enigmática familia—sigue. —Mírate en mi espejo cariño, tu padre tampoco quería hijos y le perfore los condones para tenerte sin que él se diera cuenta, debes ser más inteligente hija mía. 

Kaia nos mira mal y se sube al auto del lado copiloto, desde pequeñas hemos escuchado la historia una y mil veces, sin embargo, papá aún no sabe nada de dicho suceso.

—Haré lo que pueda mamá—le doy un casto beso en la sien y subo al vehículo para ir a la sede. 

Ya en marcha Kaia rompe el silencio. —Deberías dejar de escuchar los consejos de nuestra madre, tarde o temprano te meterás en problemas. 

—Ella tiene razón, ya es hora de que Gabriel y yo oficialicemos nuestra relación. 

—Gaia te amo, pero no me parece que el general esté enamorado de ti, se folla a mujeres cerca de ti, hace y deshace y no tiene nada que ver contigo, el no te ama, entiéndelo. 

Frenesí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora