Washington D.C, Estados Unidos.
Gabriel Maxwell.
Llevo aproximadamente dos semanas en Washington y ya estoy hastiado de toda esta situación, el presidente de los Estados Unidos ha sufrido dos atentados más aparte del ocurrido hace casi un mes fuera de la base de la CIFMI’S de Washington, en los tres atentados han muerto más de cuarenta soldados, así que aparte de Oslo, Washington también ha traído nuevos activos de otros comandos, sin embargo, los mejor de lo mejor está en Oslo, bajo mi mando. Somos la élite entre la élite.
Maldita organización de mierda denominada “La Orden”, han muerto 55 de los agentes de un solo tajo, están declarando la guerra por todos lados.
Apenas ponga mis manos en los líderes de esa mierda los mataré a todos. Me tienen harto. No he tenido tiempo de echar un buen polvo y mucho menos he tenido un solo momento de paz desde hace mucho tiempo.
—Espero que tengas noticias—es lo primero que digo cuando abro el portátil. —Cuéntame rápido qué ha pasado en la base, Bellamy, tengo cosas que hacer—afano al hombre que se encuentra del otro lado del computador.
—Maxwell, primero que todo, saluda como es debido—empieza. —Segundo, no estás hablando con algunos de tus soldados, ten por lo menos un mínimo de respeto—dice de lo más tranquilo y lo miro mal.
Oskar Bellamy es la sombra del director general, su mano derecha, también se puede considerar mi instructor, aunque me conoce, y él mismo me entrenó, sigue hablándome como si fuera un adolescente.
Me sirvo una copa de whisky mientras espero a que se le dé la gana de contarme las novedades, la última vez que hablamos fue cuando reorganizamos nuevamente los escuadrones después de que los nuevos agentes llegaran a la sede, tuve que pasar horas leyendo los informes de los nuevos para poder agruparlos y ponerlos a cada uno según sus aciertos en batalla y habilidades.
En la CIFMI’S, las fuerzas de operaciones especiales o fuerzas de élite en Oslo son denominados los miembros «Supar», son agentes de las unidades militares ágiles y versátiles duramente entrenados y formados para llevar a cabo una serie de tareas específicas, que van desde las «operaciones especiales» dentro de un conflicto convencional a las que implican la guerra no convencional.
Por lo general, las fuerzas especiales tienen una formación más amplia y con frecuencia equipos más avanzados que las fuerzas convencionales. Se adaptan para operar como fuerzas asimétricas y capaces de operar de forma independiente. Por ello, en Oslo solo acepto lo mejor de lo mejor.
Actualmente con La Orden encima lo que necesito son soldados capacitados, que sean los mejores en todo, menos no acepto en mis filas. Solo dispongo de activos de alto valor, que tengan un alto nivel estratégico y que ofrezcan importantes resultados, basura no recojo, ni ahora ni nunca.
El que no sirva se va, así de fácil.
—Tu primo sigue en Escocia con los oficiales de las unidades Gamma y Delta, llevan varios días allí y aún no han encontrado al responsable de la muerte del primer ministro escoses—«siempre tan incompetente como de costumbre» pienso con desagrado. —Sin embargo, han capturado a dos políticos que como sospechábamos estaban confabulados con la Orden.
—Bien, al menos es algo, no es tan incompetente después de todo.
—Yo no diría eso—empieza y sé que no me va a gustar lo que va a decir a continuación. —Más tardaron los supar en capturarlos qué ellos muriendo, tenían un chip que se activó matándolos al instante apenas fueron arrestados.
Son un montón de imbéciles.
—¿Cómo mierda pasó eso? ¿acaso no fue Bennett con ellos para evitar que esas cosas pasaran?—espeto con la mandíbula apretada, me enfurece qué no hagan las cosas bien.
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Frenesí
Chick-LitEl general es todo lo que está mal en la vida, desde su imponente presencia y belleza, hasta su personalidad oscura, él querrá arrastrarte a la destrucción. Huye en cuanto puedas, una vez que él te atrape no va a querer soltarte, destruirá tu mundo...