El aire se sentía más pesado, como si cada paso que daba Lía la acercara a una verdad que no estaba lista para enfrentar. Desde la desaparición de Erin, la escuela se había convertido en un lugar desconocido. Los pasillos, que solían estar llenos de risas y conversaciones animadas, ahora parecían vacíos. O quizás era solo ella quien sentía el vacío.
Se sentó en su pupitre, al fondo del salón, y abrió su cuaderno, pero sus pensamientos no podían apartarse de NetSphere. Había algo profundamente perturbador en la forma en que todos habían olvidado a Erin. Incluso su propia madre, cuando Lía lo mencionó la noche anterior, simplemente había sonreído con desconcierto.
"¿Erin? ¿Te refieres a alguna amiga de la infancia?"
Era como si el sistema se hubiera metido en la mente de todos, borrando cualquier rastro de Erin. Pero, ¿por qué Lía todavía la recordaba? ¿Era un error? ¿Un descuido? ¿O algo más?
Al final del día, Lía decidió hacer lo que nunca había considerado: entrar en las profundidades de NetSphere. Sabía que cada interacción en la plataforma dejaba un rastro, pero había rincones oscuros, áreas que estaban fuera del alcance del usuario promedio.
Se encerró en su habitación, apagó las luces y encendió su computadora. Los códigos de seguridad habituales parpadearon frente a sus ojos. Con cada clic, el sonido del teclado resonaba como un eco en la oscuridad. Su corazón latía con fuerza. No era una hacker, pero había aprendido lo suficiente en foros clandestinos para saber dónde empezar a buscar.
Finalmente, después de lo que parecieron horas, encontró algo. Un archivo oculto, sin nombre, protegido por múltiples capas de seguridad. Con cada intento de acceder, sentía que estaba jugando un juego peligroso. Pero lo que vio al final la dejó helada.
Erin L. Woods. Estatus: Borrado.
El archivo contenía una lista de nombres, cada uno con el mismo estatus. Una lista de personas que habían sido borradas del sistema. Pero lo más perturbador era la fecha. Erin había sido marcada semanas antes de desaparecer.
Lía se apartó de la pantalla, su respiración entrecortada. No solo era Erin. Había docenas, cientos de nombres. Todos ellos, vidas borradas, recuerdos eliminados. Cerró los ojos, intentando procesar lo que había descubierto.
Una notificación en su NetSphere la sacó de sus pensamientos. Era un mensaje directo.
Usuario desconocido:
Sabes demasiado. Nos encontraremos pronto.Lía sintió un escalofrío recorrer su espalda. No estaba sola en esto, y lo que acababa de descubrir era solo el comienzo.
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UNFOLLOW ✔ | M. Hernández
Ficção HistóricaEn un mundo donde la conexión lo es todo, NetSphere gobierna cada aspecto de la vida. Tus pensamientos, tus relaciones, incluso tus recuerdos, todo está a un clic de ser compartido... o borrado. Lía siempre ha vivido bajo la sombra del sistema, sin...