La vida de Sofía había tomado un giro oscuro desde la noche de la fiesta. A pesar de sus intentos de mostrarse fuerte, la verdad era que se sentía perdida. El rechazo de Jack la dejó sumida en una tristeza profunda. Cada día era un recordatorio de lo que había perdido, y su entusiasmo por la vida se desvanecía lentamente. Se alejaba de sus amigos, evitando salir y prefiriendo el silencio de su habitación.
Mientras tanto, Jack y Kleiver intentaban mantener su relación en equilibrio, pero la sombra de Sofía seguía presente. Aunque Jack había sido claro en sus sentimientos, Kleiver no podía evitar sentirse herido por la cercanía entre Jack y Sofía. A pesar de que no mostraba sus celos abiertamente, cada vez que veía a Jack hablar con ella, una punzada de inseguridad atravesaba su corazón.
Una tarde, Sofía decidió que no podía seguir así. Quería recuperar a Jack, incluso si eso significaba hacer que su vida fuera más complicada. Se acercó a algunos de sus amigos en común, buscando la manera de interponerse entre Jack y Kleiver. Comenzó a insinuar que Jack estaba tomando una decisión equivocada al estar con Kleiver, sugiriendo que podría haber algo más entre ellos. Sus palabras eran sutiles, pero su intención era clara: quería que Jack reconsiderara su elección.
Mientras tanto, Jack y Kleiver habían planeado una cena para celebrar su relación. Sin embargo, la tensión en el aire era palpable. Kleiver, sintiéndose cada vez más inquieto por la influencia de Sofía, decidió que era el momento de hablar con Jack. Cuando llegaron al restaurante, la conversación giró en torno a Sofía. Jack, sin darse cuenta de la inquietud de Kleiver, comentaba sobre cómo estaba intentando ayudarla a salir de su depresión.
Kleiver, sintiendo que la situación se tornaba más intensa, no pudo contenerse. "¿Por qué tienes que estar tan cerca de ella, Jack? No es solo una amiga, y tú lo sabes", dijo, su voz cargada de frustración. Jack, sorprendido, respondió: "Solo estoy tratando de ser amable. Sofía está pasando por un momento difícil, y no puedo simplemente ignorarla".
La discusión escaló rápidamente. Kleiver, sintiendo la presión de la situación, dejó escapar sus sentimientos. "¿Y qué hay de nosotros? Parece que te importa más Sofía que nuestra relación". Las palabras impactaron a Jack como un balde de agua fría. La verdad era que había una parte de él que no podía dejar de preocuparse por Sofía, pero eso no significaba que no amara a Kleiver.
"Eso no es justo, Kleiver", replicó Jack, su voz elevada. "No puedo simplemente dejar de lado a alguien que ha sido importante en mi vida. Estoy aquí contigo, pero Sofía necesita apoyo". La conversación se convirtió en un intercambio hiriente, donde ambos expresaron sus inseguridades y frustraciones. La tensión acumulada estalló en una pelea que dejó a ambos heridos.
Finalmente, Jack, sintiéndose abrumado, gritó: "¡No puedo más! Si sientes que yo estoy eligiendo a Sofía, tal vez deberías pensarlo dos veces". Con esas palabras, la distancia entre ellos se hizo palpable. Kleiver, con el corazón roto, dio un paso atrás, sintiendo que su relación se desmoronaba.
Esa noche, decidieron irse por caminos separados. Jack se marchó, sintiendo que había perdido a alguien muy importante, mientras que Kleiver se quedó en el restaurante, luchando con la angustia de lo que acababa de suceder.
Sofía, al enterarse de la pelea entre ellos, sintió un extraño alivio. Aunque no quería que su relación se rompiera, la idea de que Jack aún tuviera problemas por su causa la llenaba de una confusión aún mayor. En su interior, sabía que había cruzado una línea, pero el deseo de recuperar lo que había perdido era fuerte.
El suspense se cernía sobre ellos: ¿Podría Sofía encontrar la manera de sanar su corazón y ayudar a Jack a reconectar con Kleiver? ¿O el daño ya estaba hecho, dejando un camino lleno de incertidumbre para todos? La historia apenas comenzaba a tomar forma, y el futuro de sus relaciones pendía de un hilo.