Capítulo: El pequeño Lucas

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Sofía, aún resentida por la unión de Jack y Kleiver, se sentía decidida a poner en marcha un nuevo plan para separarlos. Después de haber fallado en su intento anterior, su mente maquinaba en busca de una forma más efectiva de sabotear la relación que tanto detestaba. Un día, mientras se sentaba en un café, una idea astuta comenzó a tomar forma.

Sofía decidió que la mejor manera de dividir a Jack y Kleiver era sembrar la duda en la mente de Kleiver. Sabía que su hermano menor, Lucas, de solo ocho años, pasaría unos días con él, lo que le daría la oportunidad perfecta para actuar. Sofía se acercó a Lucas con un aire de complicidad, aprovechando su inocencia para manipular la situación.

“Hola, Lucas. ¿Quieres hacer algo divertido?”, le preguntó Sofía con una sonrisa. El pequeño, emocionado por la idea, asintió con entusiasmo. “¡Sí! ¿Qué vamos a hacer?”. Sofía le explicó su plan con astucia, asegurándose de que Lucas no entendiera la gravedad de sus intenciones. “Voy a decirte un secreto, pero debes prometeme que no le dirás a nadie, especialmente a tu hermano”.

Lucas, intrigado y ansioso por ser parte de algo secreto, escuchó atentamente mientras Sofía le contaba una historia inventada sobre Jack. “Tu hermano no debe confiar en él. Me dijo que quería que tú te fueras a vivir con él y que no quisieras a tu hermano. ¿No crees que eso es un poco raro?”, dijo Sofía, insinuando que Jack no era quien decía ser.

La mente inocente de Lucas comenzó a llenarse de dudas. “¿De verdad? No me gusta eso”, respondió, sintiéndose confundido. Sofía sonrió, satisfecha con la reacción del pequeño. “Solo ten cuidado, Lucas. No quiero que te hagan daño”. Con esto, Sofía había sembrado la semilla de la desconfianza en el corazón del niño.

Esa tarde, Kleiver llegó a casa y se encontró con Lucas jugando en la sala. “¡Hola, campeón! ¿Cómo te fue en la escuela hoy?”, le preguntó, acariciando la cabeza de su hermano. Lucas, sin embargo, lo miró con seriedad. “Kleiver, ¿es cierto que Jack no quiere que yo esté aquí y que me quiere llevar a vivir con él?”, preguntó el niño, con la voz temblando de confusión.

Kleiver se quedó paralizado por un momento, sin entender de dónde había salido esa idea. “¿Qué? No, Lucas. Eso no es cierto. Jack es mi novio, y te quiere tanto como yo. Siempre serás bienvenido aquí”, le explicó, intentando tranquilizar al pequeño. Pero Lucas, influenciado por las palabras de Sofía, no estaba convencido. “Pero Sofía me dijo que deberíamos tener cuidado con él”.

Kleiver sintió un escalofrío recorrer su espalda. “¿Sofía te dijo eso?”, preguntó, tratando de mantener la calma. “Sí”, respondió Lucas, frunciendo el ceño. “Me dijo que no confíe en Jack”. Kleiver se dio cuenta de que Sofía estaba detrás de esto y que su plan estaba funcionando.

“Lucas, escucha. Sofía no sabe lo que está diciendo. Jack es una buena persona, y nunca te haría daño. Te prometo que siempre estaré aquí para ti”, le aseguró Kleiver, sintiendo que debía proteger su relación y a su hermano. Pero Lucas seguía dudando, y Kleiver se sintió impotente.

Esa noche, mientras Jack llegó a casa de Kleiver, el ambiente era tenso. Jack notó la incomodidad en el aire y se acercó a Kleiver. “¿Qué pasa? Te veo preocupado”, dijo Jack, buscando entender la situación. “Es Lucas”, respondió Kleiver, explicándole lo que había sucedido. Jack frunció el ceño, sintiendo que Sofía estaba detrás de todo esto.

“Vamos a hablar con él”, sugirió Jack, decidido a aclarar las cosas. Cuando se acercaron a Lucas, el niño los miró con desconfianza. “Lucas, queremos hablar contigo”, dijo Jack con suavidad. “Escucha, nunca querría hacerte daño. Eres muy importante para Kleiver y para mí”.

Lucas parecía dudar, y Jack decidió hacer un esfuerzo adicional. “¿Te gustaría que te contara sobre todas las cosas divertidas que hemos hecho juntos? Siempre me gusta pasar tiempo contigo, y Kleiver también”, dijo Jack, tratando de conectar con el niño.

Kleiver asintió, sintiendo que la conexión de Jack con su hermano era genuina. “Recuerda cuando fuimos al parque y jugamos a la pelota, o cuando hicimos esa competencia de videojuegos. Siempre quiero que estés con nosotros”, agregó.

A medida que hablaban, Lucas comenzó a relajarse. La sinceridad en las palabras de Jack y Kleiver hizo que el pequeño comenzara a cuestionar las insinuaciones de Sofía. “¿De verdad les gusta pasar tiempo conmigo?”, preguntó, su voz llena de curiosidad.

“Por supuesto”, respondió Jack, sonriendo. “Eres el mejor hermano que podríamos tener”. La expresión de Lucas cambió, y poco a poco, la desconfianza se desvaneció. “Está bien”, dijo el niño, sintiéndose más seguro. “Me gustaría pasar más tiempo contigo”.

Sofía, al enterarse de que su plan había fallado, se sintió frustrada y decepcionada. No podía creer que un niño de ocho años hubiera arruinado su intento de separar a Jack y Kleiver. Pero para Kleiver y Jack, la intervención de Lucas fue un recordatorio de que su amor era más fuerte que cualquier intento de sabotaje.

Esa noche, después de que Lucas se fue a dormir, Jack y Kleiver se sentaron juntos en el sofá, sintiendo una mezcla de alivio y gratitud. “Gracias por ser tan increíble, Kleiver”, dijo Jack, sintiendo que su relación había salido fortalecida a pesar de los intentos de Sofía. “No dejaré que ella nos separe”.

Kleiver sonrió, agradecido por el apoyo de Jack. “Juntos podemos superar cualquier cosa”. Con esa promesa, ambos se abrazaron, sabiendo que su amor estaba protegido y que, a pesar de los obstáculos, seguirían adelante, más unidos que nunca.

[NOTA DEL AUTOR]
por si lo olvidaron jack y kleiver eran mejores amigos desde niños por eso es que Jack conose a Lucas tan bien,,🦝

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