Han pasado tres semanas desde que Jack y Kleiver hicieron oficial su relación, y su conexión se había profundizado de maneras que nunca habían imaginado. La confianza y el amor entre ellos florecieron, y cada día parecía una nueva aventura. Mientras compartían risas, miradas cómplices y momentos íntimos, la química entre ellos se intensificaba.
Una tarde, después de clases, decidieron pasar tiempo juntos en el apartamento de Kleiver. Se acomodaron en el sofá, disfrutando de una película que apenas prestaban atención. Las manos de Jack encontraron las de Kleiver, entrelazándose mientras sus miradas se cruzaban, llenas de complicidad. La atmósfera se cargó de una tensión eléctrica que ambos podían sentir.
"¿Sabes? Desde que estamos juntos, he estado pensando mucho en nosotros", dijo Jack, rompiendo el silencio. Kleiver lo miró, su corazón latiendo más rápido. "Yo también he estado pensando en eso. Me encanta lo que tenemos, y me siento muy afortunado de tenerte a mi lado".
Con una sonrisa traviesa, Jack se inclinó un poco más cerca. "¿Y si te dijera que tengo ganas de llevar nuestra relación al siguiente nivel?" Kleiver sintió que una ola de emoción lo invadía. "¿Te refieres a…?" preguntó, su voz apenas un susurro.
"Sí", respondió Jack, sintiendo cómo la adrenalina recorría su cuerpo. "He estado pensando en nuestra primera vez. Quiero que sea especial y perfecto". Kleiver sintió que una mezcla de nervios y emoción se apoderaba de él. "Yo también lo he pensado. Pero, ¿estamos listos para eso?".
Jack asintió, sintiendo que la conexión que compartían era genuina y profunda. "Sí, creo que estamos listos. Solo quiero que sea en un ambiente donde estemos cómodos, solo nosotros". Kleiver sonrió, sintiendo que el corazón le latía con fuerza. "Me parece perfecto. Quiero que sea un momento que recordemos siempre".
A medida que la conversación se volvía más intensa, el ambiente se tornó más cálido. Jack se acercó aún más, sus rostros casi tocándose. "No puedo evitarlo, Kleiver. Me vuelves loco", murmuró Jack, mientras sus labios se rozaban levemente. La tensión se disparó, y ambos sintieron cómo la anticipación crecía.
"Yo también te deseo", confesó Kleiver, su respiración entrecortada. Jack, sintiendo una oleada de valentía, tomó la iniciativa y lo besó suavemente. El beso comenzó con dulzura, pero pronto se volvió más apasionado, lleno de deseo y emociones contenidas. Las manos de Jack se deslizaron por la espalda de Kleiver, mientras este lo atraía hacia él, profundizando el contacto.
El beso se volvió más intenso, y ambos perdieron la noción del tiempo mientras se entregaban a la magia del momento. Al separarse, ambos respiraban con dificultad, sintiendo que el calor entre ellos solo aumentaba. "Wow", dijo Jack, sonriendo. "Esto es solo el comienzo, ¿verdad?" Kleiver asintió, sintiendo que su corazón se desbordaba de felicidad.
"Definitivamente", respondió, su voz llena de complicidad. "No puedo esperar para que llegue ese momento". La expectativa y el deseo se combinaban en el aire, creando una atmósfera de emoción palpable.
A medida que pasaban los días, la conexión entre ellos solo se volvía más fuerte. Comenzaron a planear su primera vez con más detalle, hablando sobre lo que deseaban y esperaban. Jack quería que todo fuera perfecto: un lugar acogedor, música suave y, sobre todo, una conexión emocional que hiciera que el momento fuera inolvidable.
Finalmente, decidieron que el próximo fin de semana sería el elegido. Hablaron sobre cómo querían que fuera, asegurándose de que ambos estuvieran cómodos y entusiasmados. "Quiero que sea un momento especial, algo que siempre recordemos", dijo Jack, mientras se acurrucaban en el sofá.
Kleiver sonrió, sintiendo que la emoción lo envolvía. "Lo será, Jack. Estoy seguro de que será perfecto porque estaremos juntos". La conexión entre ellos brillaba con cada palabra, y ambos sabían que estaban listos para dar ese paso.
El capítulo concluyó con Jack y Kleiver compartiendo risas y miradas llenas de promesas, sabiendo que estaban a punto de embarcarse en una nueva etapa de su relación, llena de amor y pasión. La anticipación crecía, y con cada día que pasaba, se acercaban más a un momento que cambiaría sus vidas para siempre.