He decidido venir a casa de mis padres con Dunk. Es parte de este enredo y, además, es mi compañero, el que quiero para mi vida.
No solo eso, él también quiere estar. Me lo preguntó cuando le dije que quería venir a hablar con mi padre.
—Me mantendré callado, Joong, pero si escucho algo sobre papá... espero que comprendas si no soy capaz de no defenderlo. Él lo ha perdido todo, hasta su salud mental. Soy consciente de que eso no es culpa de alguien en particular, pero dudo que ayudaría en nada.
—Te entiendo. No te preocupes; si eso me preocupara, no habría dejado que vinieras.
—Vale, solo quería asegurarme de que luego esto no sea un problema entre nosotros.
Incapaz de no sonreír, busco su mirada.
—¿Te preocupa que sea un problema para nuestra relación?
—Estamos juntos en esto, ¿no?
—Y en todo.
Le ofrezco la palma de mi mano, mirándola hacia arriba, esperando que me la agarre, y así lo hace. Le devuelvo un fuerte apretón.
—Dunk, puedes estar tranquilo con lo que pase dentro. Estaré de tu parte. Tay merece que mi padre dé explicaciones y, si puedo, haré que se haga responsable a partir de ahora.
—... ¿Sabes? Me siento como si fuera a ponerle cara al padre que me abandonó. Es extraño, porque, además, su hijo es mi chico.
—Jajaja... Vamos, mi chico.
Salimos del coche, y Dunk me espera para agarrarse de mi mano. Está realmente nervioso, aunque intenta aparentar serenidad.
Llegamos a la puerta y, antes de entrar, me giro hacia Dunk para darle un dulce beso. No esperaba que gruñera y profundizara el beso.
Escuchamos abrirse la puerta, e inmediatamente abandona mis labios para mirar quién es.
Joder, ¿tenían que interrumpirnos justo ahora?
—Sabía que Dunk no era un simple asistente, pero ¿¡es necesario que os beséis en la puerta de casa de tus padres!?
—Hola, mamá. Te presento a mi chico. ¿Dónde está papá?
—¿Ya es oficial? Tu padre está en su despacho, como siempre. Dunk, cariño, vente conmigo; dudo que la conversación sea agradable...
—Gracias, mamá Aydin, pero, si no te importa, me gustaría acompañar a Joong.
—Mamá, quizás a ti también te gustaría estar presente.
—Joong...
Dunk me alcanza la mano y la aprieta, como queriendo advertirme, pero esto también incumbe a mi madre. Tiene derecho a saberlo y, si ya es consciente de todo, quiero saber por qué. Me decepcionaría profundamente.
—Bien, vamos.
Entramos en el despacho de papá, y efectivamente, está en su escritorio, escribiendo algo en su ordenador. Ya no trabaja, no sé qué hace siempre aquí.
—Papá, ¿podemos hablar?
Alza la mirada; primero me observa a mí, luego a mamá, que está justo detrás, y, por último, a Dunk, que está al lado de mamá. No sabe quién es; papá nunca ha aparecido por la oficina o por casa, y Dunk nunca me acompañaba en las visitas.
Parece que papá está intentando recordar dónde ha visto su cara antes, por cómo lo mira.
—¿Lo conoces, papá?
—... ¿No?
—Es Dunk. Dunk Boonprasent.
Los ojos de papá se abren, sorprendido.
—Tay me confundió contigo. Mamá, ¿tú sabías de él?
—¿Tay? Me suena el nombre... ¡Ah! Tu amigo de la universidad. ¿No me digas que eres su hijo?
Parece que mamá no sabía nada...
—¿Amigo? Yo tengo entendido que tenían otro tipo de relación, mucho más importante. Incluso planes de futuro en los que Dunk y su hermano estaban implicados.
—¡Joong! ... ¿Podemos hablar a solas?
—¿Por qué? Creo que esto puede interesarle a mamá.
—No estoy entendiendo... ¿qué estás insinuando, hijo?
—¿Quieres explicarlo tú, papá?
—...
—Bien, verás, mamá, el abuelo no estaba contento con la orientación sexual de papá ni con su pareja. Tenían intención de formar una familia con dos hijos, pero algo pasó y decidió abandonarlos para formar nuestra familia.
—Eso no es verdad.
—¿No? ¿Y cuál es la verdad?
—La verdad es que amaba a Tay.
—¡¿Qué?!
—Queríamos formar una familia... teníamos todo planeado, pero todo se complicó. El abuelo no estaba de acuerdo, empezó a presionar, y Tay decidió abandonarme.
—Mentiroso. Papá insistió en que te quería hasta el día en que empezó a enfermar.
—No es posible. Decidió que yo no podía darles la vida que quería para ellos, y acordó con su madre biológica...
—¡Eres peor de lo que pensaba! Yo no tengo madre; se suponía que tendría a dos padres.
—¿Te lo dijo el abuelo?
—No, fue el mismo Tay. Me dejó una carta que no podía haber sido escrita por nadie más que él.
—Papá nunca te dejó y mucho menos para criarnos con esa supuesta madre. Siempre dejó claro que no teníamos madre.
—... Tay me dejó por carta. Esa carta es de él... En ella usa nuestros motes, y esos no los usábamos delante de nadie.
—¿No puedes ser tan ingenuo? ¿Y si el abuelo los investigó? ¿No se te ocurrió ir a verlo y hablarlo en persona?
—Fui a verlo, y lo que encontré fue a Tay abrazado a esa mujer. No necesitaba que me lo verbalizara.
—New, ¿querías a mi padre?
—Aún lo quiero.
—¿Y mamá?
—...
—Fue un trato entre nuestros padres. La verdad, estaba de acuerdo; tu padre era uno de los hombres más guapos e importantes que conocía. Pero nunca he estado enamorada.
—Sé que Tay enfermó, pero ya no pintaba nada en sus vidas. Además, ya estaba esperando a mi hijo.
—Papá sigue esperándote.
—Y sigue ingresado, y no está en el mejor de los hospitales. Deberías ocuparte de eso. Tay merece que lo recompenses, papá.
—¿Y tu madre?
—A mí no me uses de excusa. Podemos divorciarnos si yo soy un problema.
Mi padre parece estar batallando en su cabeza, hasta que mira a Dunk.
—Lo siento, Dunk... ¿Crees que podría ir a verlo?
—... No puedo negarte verlo, sabiendo que es algo que le haría feliz.
🍬❕
—————————————————————————
Vota y comenta 🫂

ESTÁS LEYENDO
El Presidente
FanficSoy el maldito presidente de una de las empresas más importantes de la ciudad. Uno de los hombres más guapos y arrogantes que puedas conocer, jajaja... pero caerás a mis pies, por más idiota que sea. Si te digo que beses mis zapatos, lo harás. Punto...