𝘩𝘢𝘪𝘬𝘺𝘶𝘶 • 𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴.

36 • Tsukishima Kei •

Coffe

El día era caluroso, inclusive la ráfaga de viento que entraba por la ventana parecía que quemara. Las clases de verano eran horribles, pero bueno, el no haber hecho mucho en clase durante el año tenía sus consecuencias.

Tu mirada viajaba de la ventana hacia el aula. Por un lado estaba Hinata estaba sumamente concentrado en el dibujo que estaba haciendo, y en en fondo estaba Kageyama haciendo equilibro con su silla tambaleandose de atras hacía adelante.

Estaban aburridos, ese día el profesor se había ausentado así que básicamente desperdiciaron una tarde de verano.

El timbre comenzó a sonar anunciando el final de la jordana y los pocos estudiantes que estaban comenzaron a salir de las aulas.

-¿Quieres ir un rato al parque?- Dijo Hinata apurando sus pasos para llegar hasta tu lado.

-No gracias Shoyo.- Respondiste tranquila.- La verdad estoy agotada, hace mucho calor.

Hablaron un par de palabras más y luego te despediste de el y Kageyama.

El calor del día seguía pegajoso, como una manta invisible que te envolvía. Decidiste caminar hasta el pequeño café que quedaba a unas cuadras del colegio.

No tenías ganas de ir directamente a casa, no cuando el sol aún pegaba tan fuerte y la ciudad parecía desmoronarse bajo la calidez del verano.

Al entrar al café, el aire acondicionado te dio un respiro inmediato. La pequeña campanilla en la puerta sonó y, en el rincón, había varias personas concentradas en sus ordenadores portátiles o hablando en voz baja. La cafetería tenía un aire relajado que siempre te ayudaba a desconectar.

Pediste tu bebida, un café helado, y te sentaste cerca de la ventana.

Observabas cómo el tráfico pasaba lento por la calle mientras intentabas ignorar el calor. Justo cuando te acomodaste, algo te hizo levantar la vista.

Tsukishima estaba ahí, parado junto a la barra, mirando el menú con cara de pocos amigos. Parecía que había entrado en busca de algo rápido, lo cual era típico de él.

Aunque no era raro verlo en lugares como este, no dejaba de ser extraño encontrárselo fuera del colegio, en un contexto tan... normal.

Tus ojos junto con los de encontraron por un instante. No era algo que esperabas, pero tampoco te sorprendió del todo.

-¿Tú aquí?- dijiste sin pensarlo, más por curiosidad que por cualquier otra cosa.

Tsukishima te miró brevemente, como si estuvieras interrumpiendo su rutina, y luego se encogió de hombros.

-¿Y por qué no? - respondió con su tono característico, algo entre indiferente y desafiante. Al final, la pregunta parecía más una forma de quitarte de encima que una invitación a hablar más.

No eras del tipo de persona que iniciara una conversación sin motivo, pero algo en ese momento hizo que decidieras seguir adelante.

-Supongo que tienes razón. - Te encogiste de hombros y tomaste un sorbo de tu café.- Yo también necesito un respiro del calor.

Tsukishima no contestó de inmediato. Pareció evaluar si debía seguir hablando o simplemente irse. Pero al final, dio un paso hacia ti.

-¿Siempre vienes aquí? - preguntó, mirando el ambiente con cierta indiferencia, aunque no podías evitar notar que algo en su actitud estaba un poco más relajado que en el colegio.