29 • Miya Atsumu •

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mine

La luz de la calle entraba sutilmente resaltando la silueta de su semi desnudo cuerpo apoyado sobre el marco de la ventana.

El deseo de sentir sus pieles chocar a cada segundo comenzaba a sobrepasar los límites de la cordura, los sentimientos que habían en la habitación cada vez que sus miradas se chocaban hacían parar el tiempo.

Lujuria y pasión.

Pero aún así la sensación de peligro cada vez que alguien estaba a punto de descubrirlos era excitante. Un romance inflamable, una bomba de tiempo lista para estallar.

Quizás si las circunstancias hubiesen sido otras o si los sentimientos no hubiesen nacido y todo fuera como cuando comenzó, un simple juego, ahora su mirada sería no estaría sobre ti.

-Me gusta esto.- Comenzó a hablar cruzando sus brazos.- Pero ya no me gusta estar ocultandonos.

-¿De que hablas? Tu quisiste que esto sea así.- Objetaste.

-Privado y secreto no es lo mismo.- Suspiro.- Quería que lo que pasaba sea algo solo nuestro, sin que otros pudieran opinar al respecto, pero ahora... solo parece que estamos constantemente escondiendonos de algo.

-Pensé que lo hacíamos.- Replicaste con cierta molestia en tus palabras desviando la mirada.

-Ya hablamos de eso.- Se excuso comenzando a irritarse.- Terminé con ella, por ti.

-Tal vez no debiste hacerlo, me gustaba el juego de suspenso en el vivíamos.- No eran palabras sinceras.

-¿Eso significó para ti? ¿Un juego?

Sus mechones rubios húmedos caían por su frente, sus mejillas brillaban de lo roja que estaban luego de un pequeño momento candente en el que habían estado antes de que la conversación surgiera.

Evitaste su mirada y evitaste su pregunta, solo te quedaste en silencio intentando ignorar la tensión que había en el lugar.

-Porque para mí no lo es.- Volvió a hablar.- Creo que lo que tenemos en algo real, pero tal vez solo yo lo siento.

Tomó su camiseta y se la colocó rápidamente mientras caminaba directo a la puerta para abandonar el lugar.

Lo detuviste parándote frente al picaporte evitando que pudiera llegar a el. Tus mejillas ardían tanto que podrías jurar que parecía que estuvieras bajo el sol en un caluroso verano.

-Atsumu- Susurraste mientras colocabas el seguro a la puerta.- Solo quiero que me prometas algo y que jures que lo cumplirás.

Acaricio tu mejilla suavemente sin quitar sus ojos de encima

-Cualquier cosa.

-No rompas mi corazón... y si no puedes prometerlo, destrolazo ahora que todavía tengo tiempo de sanarlo.

Conocías la sensación de entregarlo todo y que luego que todo solo se derrumbe sin previo aviso.

La odiabas.

Junto sus cuerpos abrazandote fuertemente, en pulso de su corazón retumbaba sobre tu oído. Su tacto estremecía cada centímetro de tu cuerpo.

Estabas completamente enamorada de él, de una forma tan intensa que resultaba ser asfixiante.

-Jamás podría hacer algo para lastimarte.- Su voz era suave y dulce, un elixir para tus oídos.- Quisiera poder decirte que nunca vamos a separarnos y que estaremos juntos para siempre pero tu misma siempre me dices que los cuentos de hadas no son reales. Pero hay algo que si puedo prometerte.

Se separó levemente mirándote directamente a los ojos. Acomodaba tu cabello detrás de tus orejas admirando tus facciones como si de una obra de arte se tratara.

-Te amaré sinceramente.- Su nariz fría rozaba con la tuya y sus respiraciones se sincronizaban convirtiéndose en una sola.- Y me entregaré completamente a ti solo si tú me dejas hacerlo ¿Me lo permites?

Lo mirabas y tu pecho dolía intensamente. Reíste enternecida al oírlo y verlo en aquel papel vulnerable frente a tus ojos sin dudar de sus palabras. Te acercaste a el uniendo sus labios, el sabor salado de las lágrimas no tardó en hacerse presente.

-Claro que sí.- Contestaste en un suspiro, aferrándote aún más a el.- Me encantaría poder llamar al tan popular Miya Atsumi mío frente a los demás.

-¿Sin escondernos?

-Ni un poco.

































estoy a esto 🤏🏻 de publicar un libro exclusivo para shots hards

Instagram: @aesthjhs

𝘩𝘢𝘪𝘬𝘺𝘶𝘶 • 𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora