𝘩𝘢𝘪𝘬𝘺𝘶𝘶 • 𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴.

27 • Daichi Sawamura •

serial killer

La luz que alumbraba directamente a tu rostro te encandilaba, apenas podías apreciar la silueta del hombre sentado en el otro lado de la mesa.

¿Que era este lugar? ¿Donde estabas?

-¿Quien eres?- Preguntaste forzando la vista distinguiendo su rostro perfectamente.

-Daichi Sawamura.- Contestó con voz seria y firme sin una pizca de expresión en su rostro.- Soy el oficial a cargo de este caso.

Estiro una foto por la mesa hasta quedar frente a ti. La tomaste confundida apreciando a la chica que posaba en ella, la conocías.

-¿Que pasa con ella?

-¿La conoces?- Cuestionó.

-Si, Momo mi roomie. No la conozco mucho ella era misteriosa, solía desaparecer por días... ¿Que sucedió?

Sacó un folder negro con varios papeles y fotografías. Sacó una en concreto la cual te entregó.

Tapaste tu boca con tu mano y un nudo en tu garganta se hizo. Su cuerpo estaba en el suelo, su rostro no se veía pero sabias que era ella por su característico tatuaje de mariposa justo debajo de uno de sus pechos. Moretones oscuros cubrían toda su piel y el suelo estaba lleno de sangre.

-Cinco apuñaladas.- Dijó el policía que observaba con cautela cada uno de tus movimientos y expresiones.- ¿Donde estabas la noche del viernes?

-No lo recuerdo.- Respondiste, sabías de antemano que eso provocaría sospechas e incluso no daría una buena imágen, pero era cierto.- No recuerdo nada hasta que me trajeron aquí.

-Entiendo.- Replicó, levantándose y agarrando las fotos de la mesa y el folder negro.- Un profesional vendrá a verte, pero eres un testigo clave para este caso, eres la única que estuvo ahí.

No estabas segura si era de noche o de día. El cuarto era oscuro y solo la luz que te alumbraba directamente a la cara se encontraba en el lugar. No podías levantarte por que una esposa te agarraba a la mesa, sería incluso idiota intentarlo.

Un señor con una bata blanca entró y te hizo varias preguntas las cuales respondiste con dificultad. Al final solo salió de la habitación y te dejo allí sin decir nada.

Solo el sonido de tu propia respiración se oía. Intentaba recordar que había pasado, pero nada venía a tu mente. Solo recordabas el viernes por la mañana, saliste de la habitación que compartías con ella porque tenias clases temprano en la universidad. Más que eso no recordabas, era como un vacío, como si algo faltara.

La puerta se abrió de golpe y el mismo policía serio del inicio entro, ahora más relajado.

-Amnesia por un trauma.- Explicó.- Se crean lagunas que te imposibilitan recordar lo que sucedió, por el estrés de la situación o algo que haya sucedido tu cerebro bloqueo los recuerdos de esa noche.

Te quedaste en silencio digiriendo la información dadá. Pudiste ver algo de compasión en sus ojos o quizás lastima.

-Te tendrás quedar aquí, necesitamos saber todo lo que recuerdes al instante.

-¿No puedo irme?

-Sigues siendo sospechosa, no podemos dejarte ir y sobre todo porque tienes información, aunque ahora no la recuerdes.- Explicó.- Aunque no creo que hayas sido tú.

-¿Como estas tan seguro?.- Preguntaste mirando tus manos desconfiando incluso de ti misma.

-Instinto, supongo.