16 • Sakusa Kiyoomi •

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𝑠𝘩𝑜𝑤𝑒𝑟

Adevertencia:
contenido explicito

Estabas teniendo un mal día, un asqueroso día. Todos los archivos que debías entregar para mañana se habían perdido. Querías destruir todo. Tu mal humor era notable a metros y el que peor la paso fue tu pareja.

Contestabas increiblemente mal a todas sus preguntas, le hablastes de formas crueles, y dijiste cosas hirientes. A pesar de eso, el no estaba enojado, sabía entenderte aunque no lo demostrase.

La noche había llegado. Ya eran casí las tres de la mañana, y tu novio se había quedado contigo.

-¡Termine!- Gritaste extremadamente feliz. Habías logrado hacer todo lo que perdiste.

-Me alegro mucho pequeña.- Beso tu frente.

-Perdon por tratarte horrible hoy, realmente estaba muy estresada.

-Lo entiendo. No te preocupes.

Suspiraste pesadamente.- Estoy tan casanda, vamos a dormir.- Rendida comenzaste a caminar hacía la habitacion.

En cambió Sakusa por su parte te tomo de la cintura por detras. Susurrando en tu oído suavemente.

-Hasta que no te bañes no entras en la cama.- Te tensaste al oirlo decir aquello, ya sabías con que intensiones iba eso.

-Kiyoomi... ¿Lo de anoche no te basto?- Algo cansada, apoyaste tu cabeza en su pecho. El te beso en la frente y sonrió.

-Jamas será sufiencente, nadie grita como tú. Además, tienes que bañarte das asco.-

-Joder. Prefiero bañarme sola, esperame en la cama.- Te alejaste de el y te metíste al cuarto de baño.

Todas las prendas calleron de tu cuerpo, abríste la regadera dejando que el agua recorriera todo tu cuerpo. Tenías los ojos cerrados, el agua caliente destensaba tus musculos, estabas tranquila.

La puerta se abre, tu pareja se adentra al baño y se queda frente a la ducha.

-¿Te enojaste?- Preguntó bajo.

-¿Qué? No, ¿Porque lo haría?- Respondíste luego de una pequeña risa

-Entonces porque no quieres que me bañe contigo, nunca me rechazas.- Sonaba decaído, realmente le importaba que se bañen juntos.

-Ven.- Le ofreciste.- Pero sin sexo. No tengo ganas.

-¿Estas segura? ¿No quieres que te ayude a relajar tus musculos?- Dictó coqueto, mientras veías por la sombra como se quitaba la camiseta y su ropa.

No le respondiste, al final si lo querías. Era obvio que si lo hacías, necesitabas su cuerpo, se había convertido en una droga.

Entro a tu lado, justó detras suyo. Acarició tu abdomen, el cual no era plano tenía sus rollitos como tambien tus muslos eran de un tamaño considerado. En el pasado que el te viera directamente hubiese provocado panico en tí, pero desde que te dejo en claro que le encantabas así como eras dejando besos en todas las zonas que te creaban inseguridades, comenzaste a tener confianza en tí y disfrutar de el con la seguridad de que el te amaba.

Sus manos pasaron a tus pechos, delicamente los masajeo, sin provocar dolor en ellos.

-Dime que no quieres que lo hagamos y me limitare a solo bañarnos.- Susurró en tu oído mientras unas de sus manos viajaba a tu zona baja y sus labios se posaban en tu cuello.

-Realmente te gusta manipularme.- Pasaste tu mano a su nuca acercandolo aun mas a tu cuello.- Si te tengo así de cercá, y me tocas de esa manera ¿crees que me voy a negar?

Se rió, el sabía que estaba jugando sució pero no se arrepentía. En tu espalda podías sentír perfectamente su miembro ya erecto, necesitado.

-¿Puedo entrar?- Te preguntó en un jadeó. Te dío vuelta mirandote fijamente, asentíste.

Te acorraló contra una de las paredes, tomó una de tus piernas alzandola hasta su cadera. Tus brazos pasaron a su cuello y poniendo fuerza en tu cintura te levanto a estar a una altura comoda.

El agua corria entre sus cuerpos, los cuales se pedían agritos mutuamente. Otra vez te alzo un poco, pero esta vez para acomodar su pene en tu entrada, entrando completamente de una vez.

Sus gemidos eran ahogados, como si ambos quisieran hacer el minimo ruido posible. Tus uñas se clavaban en sus espalda mientras sus penetraciones aumentaban. Besaba tu cuello y lo mordía, provocando que tus gemidos sean aun mas fuertes.

Al final, querer reprimir lo que tanto anhelaban era en vano. En todo el baño retumbaban sus gruñidos y gritos junto al agua que no paraba de correr.

Tus paredes se comprían cada vez que sentía la entrada de su miembro, era constante siguiendo un ritmo algo rudo, te encantaba. Podías sentir como casa vez se acercaba mas a tu punto, sentías que el orgasmo estaba cerca.

-Mas rapido.- Le suplicaste entre jadeos.

Haciendo caso sumiso aumento aun mas sus penetraciones y su rudeza. Tu espalda chocaba contra la pared mientras subías y bajabas.

-Joder me vengo.- Adevertiste. Dicho y hecho, lo lograste aun con el adentro.

-¿Puedo seguir?- Preguntó a lo que asentiste, no faltaba mucho para que el tambien llegara.

Aumentó su agarre en tu cintura dejando sus dedos marcados. Seguía con sus penetraciones algo agresivas pero sin llegar a lastimarte. De un momento a otro salió de ti, bajandote y dejando escapar sus fluidos cerca de tu abdomen.

-Tu limpias eso.- Le advertiste.

Si había logrado relajar tus músculos increíblemente.






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𝘩𝘢𝘪𝘬𝘺𝘶𝘶 • 𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora