BAD REPUTATION | Garime

Capitulo 32 - Navidad y Confesiones

Capitulo 32

Punto de vista de Karime.

Nochebuena. La noche previa a la Navidad, me emocionaba este día, hace demasiados años que no paso una navidad en un lugar tan ameno como este. En otras ocasiones igual me la he pasado con amigos o hace un par de años sola en la universidad, extrañamente el ambiente en esta casa me es demasiado familiar.

Subí a la habitación de mi amiga después de terminar de ayudar en la cena de esta noche junto a Bama y la señora Crista, también nos adelantamos a poner la decoración de la mesa del comedor, Beba se había adelantado hace un gran rato con la intención de bañarse y vestirse adecuadamente para la ocasión.

Abrí la puerta, ella se encontraba terminando su maquillaje.

— Ya llegó por quien llorabas — dije, esperando alguna respuesta por su parte pero esta no llegó, me acerqué a mirarla más de cerca, traía una cara no muy buena — ¿y esa carita? ¿Quién se murió? — pregunté.

Dejó de hacer lo que se encontraba haciendo y me miró.

— Gala wey — la mala combinación de mi pregunta y su respuesta hicieron que mi corazón se parara por un momento, creo que ahora solo cuento con el 99% de su capacidad — Gala me hace emputar de sobremanera — saqué todo el aire que había contenido, estaba apunto de llorar.

— ¿Qué pasó? — pregunté mientras tomaba asiento en la cama. He visto en muchas ocasiones de mi vida a Crista enojada, pero esta se sentía demasiado fuerte.

— Se fue, no va a pasar esta noche con nosotros — no pude evitar sorprenderme, ¿no pasaría nochebuena aquí? En estos días que llevo en su casa ni siquiera la he visto, una sensación de vacío se alojó en mi pecho, no voy a negar que me moría por verla — se fue a pasar la noche con Agustín — continuó.

Sé que de aquí a China se escucho el gran estruendo que hizo mi corazón al escuchar eso. ¿Qué? ¿Gala con Agustín hoy?. Esperaba verla, anhelaba con todo mi corazón verla, deseaba darle su obsequio de Navidad, ver su sonrisa, arreglar las pases, no sé, hacer algo. Una lágrima escurrió por mi mejilla, voltee intentando disimularlo y rápidamente limpié aquel rastro húmedo.

Extrañaba verla, y eso que apenas habían pasado algunos días sin su presencia.

— Lamento escuchar eso — dije, es lo único que pudo salir del gran nudo que se había formado en mi garganta.

— Ella se lo pierde, por idiota — comentó Beba, regresando su atención a lo que estaba haciendo.

Me dirigí al baño de la habitación, cerrando la puerta detrás mío. Un par de lágrimas salían de mis ojos, me llenaba de impotencia saber que ella pasaría la noche con él hoy.

Mi mente se fue a pensar lo peor y eso hizo que mi pecho se estrujara más, otras lágrimas salieron de mis ojos, no podía creer como semejante imbecil estaba siento merecedor de tal monumento. Siempre hubo rencilla entre él y yo, la envidia que el hombre sentía por mí era gigantesca, pero por primera vez los papeles se han invertido.

Lo envidio.

Envidio al maldito por ganar el hermoso corazón de la mujer más hermosa que he visto en mi patética vida. A esta altura era inevitable controlar la laguna que bajaba por mis ojos. Odiaba este sentimiento. Creo que nunca había estado hasta las nalgas por alguien, la primera vez que pasa y se termina yendo con mi peor enemigo.

Pegue la espalda a la fría pared, odiaba al estúpido hombre por ser tan afortunado. Pensar que sus asquerosas manos tocarían la suave piel de Gala me quemaba por dentro, pensar en que esta noche estarían solos entregándose el uno al otro, ese pensamiento me derrumbó. Terminé llorando contra el suelo, quería desaparecer.